Pedro Echeverría V.
1. En la historia de todos los países se puede demostrar que los
gobiernos y los Estados –desde que apareció la propiedad privada en
manos de unos cuantos- nacieron las cárceles y los presos. ¿Cómo podrían
gozar de sus inmensas riquezas minorías de familias sin preparar y
controlar armas, leyes, iglesias, abogados, panteones, ejércitos,
policías y cárceles para someter a las grandes masas del pueblo? Los
presos y las cárceles sólo se acabarán en el mundo cuando desaparezcan
las clases dominantes y no haya necesidad alguna de que existan
detenidos.
2. En México se ha publicado que la saturación de cárceles es cada
vez mayor, ya que de septiembre de 2013 a septiembre de 2014, en un año,
ingresaron diez mil reos más, con lo que suman un total de 233 mil 537
presos en todo el país, aunque la capacidad carcelaria de la nación es
de apenas 169 mil 900. Significa que en las cárceles mexicanas hay
sobrepoblación de casi 64 mil presos, que rebasa la capacidad de los
centros de readaptación social del país. Se dice que de esos 234 mil
encarcelados un porcentaje mínimo es de “presos políticos”.
3. ¿Qué debe entenderse por preso político? Para nosotros los
izquierdistas y los luchadores sociales, los “presos políticos” son los
que luchan en el sistema capitalista por el pueblo (campesinos, obreros,
maestros, estudiantes, por los explotados, oprimidos, desempleados,
marginados, etcétera) No consideramos como presos políticos a los que
van a la cárcel por grandes fraudes, robos, desfalcos, asesinatos. Y,
aunque no sean presos políticos, apoyamos a los presos pobres y
miserables que están en la cárcel por robar un pan o no saber español.
4. A mí me da risa eso que de manera grandilocuente llaman “derechos
humanos” que quieran restringirlo a la libertad del trabajo, de
explotación, a morirse de hambre, a acumular riquezas, a tener grandes
propiedades, a publicar lo que les dé la gana. ¿Puede haber algún
derecho humano más importante que el derecho a que todos coman, todos
trabajen, todos tengan buen servicio de salud, educación y vivienda,
pero sobre todo el derecho de ser todos iguales? Si no hay igualdad no
puede haber libertad ni derechos humanos.
5. En México los malditos gobiernos repiten que “no hay presos
políticos y que todos ellos son delincuentes porque no están en la
cárcel por diferencias políticas con el gobierno sino por no respetar el
Estado de derecho”. Los acusan de “no obedecer a la autoridad, de
bloquear calles, de evitar el tránsito, de proferir insultos y amenazas,
de pintar bardas o romper un vidrio”. Pero se esconde o silencia que es
la policía y el ejército la que provoca con su represión brutal la
resistencia o la respuesta. Con ello concluyen de que “no hay presos
políticos”
6. La diferencia entre gobierno y presos políticos siempre es
ideológica; aunque también entre los presos comunes es de clase social.
En los países progresistas y anti imperialistas como Cuba, Venezuela,
Bolivia, se encarcela a los dirigentes políticos o empresarios que
quieren regresar al dominio yanqui y el capitalismo salvaje; a los que
aliados a los multimillonarios y medios de información que buscan
destruir cualquier iniciativa colectivista y comunitaria que venga del
gobierno; a los que hacen negocios con el dólar y esconden en bodegas
artículos de primera necesidad.
7. En EEUU y demás países capitalistas como México se encarcela a los
pobres y miserables por robarse un pan para comer y a todos aquellos
calificados de anarquistas, comunistas, sindicalistas e izquierdistas
radicales. Esther Gordillo –exlíder del SNTE- es “política presa” por
desobedecer a Peña y su partido; ella puede continuar allí hasta en
tanto se arregle con Peña; pero nuestros compañeros presos del
magisterio, los 43 estudiantes, son presos o desaparecidos políticos
porque se ha demostrado su inocencia y han sido víctimas de la represión
brutal del Estado. Por ello seguiremos gritando en las calles:
“Libertad a los presos políticos”. (22/III/16)
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