Eduardo Ibarra Aguirre
En
11 de las 12 escuelas vocacionales del Instituto Politécnico Nacional
los estudiantes mantienen un paro de labores por las siguientes
demandas: a) destitución de directivos; b) modernización de
laboratorios; c) autonomía para el Politécnico; d) que no se separe a
las vocacionales del IPN; e) que se acaben las agresiones de los grupos
porriles; y, f) que se borre el acuerdo oficial que adscribe a la
institución a la oficina del secretario de Educación Pública.
Por
supuesto que se puede estar de acuerdo o en desacuerdo en forma parcial
o completa con el pliego petitorio de los estudiantes de las
vocacionales que realizan el paro total en la 1, 2, 4, 8, 10, 13 y 15; y
en las vocacionales 3, 7, 11 y 12 las actividades fueron suspendidas
parcialmente. En el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud y
en la Escuela Superior de Comercio y Administración (ambas de Santo
Tomás), realizan consultas para votar qué hacer.
Lo
que parece impropio es que analistas como Ricardo Raphael y María
Amparo Casar, ambos en su mejor momento mediático, bajo el argumento de
que desconocen las demandas del movimiento, impugnen su legitimidad y
opinen con soltura sobre lo que aseguran desconocer, máxime cuando los
politécnicos fueron actores de un movimiento que ganó simpatías y apoyos
por su naturaleza masiva, ordenada y capacidad de debatir y negociar
con las autoridades; lucha que aún no concluye porque se encuentra en la
construcción de acuerdos por medio de la Asamblea General Politécnica
que organiza el Congreso Nacional Politécnico y no se pronuncia sobre
los paros, pues “No es la AGP la que convocó, sino que cada comunidad
tiene el derecho a decidir cuándo cerrar su escuela”.
Y
a las autoridades educativas, encabezadas por el Aurelio Nuño, no se
les ocurre otra respuesta primitiva que la aplicada en diversas
ocasiones a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la
de tratarlos como menores de edad y dispuestos a ser engañados y hasta
manipulados por los dirigentes y activistas que desde las cárceles y las
calles, junto a 3 mil 300 despedidos “simplemente porque ejercieron su
derecho a protestar” –Christine Blower, secretaria general del Sindicato
Nacional de Maestros de Inglaterra (NUT) “que representa a más de 300
mil maestros”, número 331 de Forum en Línea–, organizan la resistencia a
lo que los gobernantes llaman reforma educativa, pero muchos
especialista la consideran laboral y punitiva.
Resulta
ya inocultable que la impugnación al titular de la SEP, con todo y los
extraordinarios servicios que le brinda Televisa y Azteca, nada más no
crece y ni siquiera figura entre los posibles abanderados oficiales,
pese la amistad y afecto que le profesa el señor de Los Pinos, de
acuerdo con diversos testimonios.
Por si lo
anterior no fuera suficiente, a los propagandistas de Nuño Mayer se les
ocurrió informar que el IPN pasó a “depender directamente de la oficina
del señor secretario” y, además, sin explicar consecuencias y alcances
de tal decisión institucional, quién la tomó y con base en cuál
normatividad. Y ante tal desatino que generó inesperadas reacciones que
pueden escalar en términos de movilización estudiantil politécnica y
acaso con el apoyo de los universitarios de la Ciudad de México, ahora
explican que el Politécnico siempre dependió de la SEP: Cierto, pero
nunca del titular de la SEP.
Así puede entenderse mejor la idea que circula entre militantes y cuadros del Revolucionario molestos con el rumbo actual, que Nuño demuestra una gran capacidad para concitar voluntades en su contra.
@IbarraAguirreEd
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