Eduardo Ibarra Aguirre
Salieron
de México los integrantes del GIEI para satisfacer a los portadores de
las ansias “patrióticas” que Carlos Beristain no tuvo empacho en llamar
“halcones” desde el gobierno y el periodismo, y a las 48 horas Claudia
Ruiz Massieu Salinas (apellido que oculta pero sin el cual no estaría
encumbrada en el gobierno federal), anunció que tendrá una reunión
con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la que
establecerán el mecanismo para darle seguimiento al informe y a las
recomendaciones de los expertos.
Es conocida la
enérgica crítica al gobierno de Enrique Peña Nieto por no permitir que
el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes concluyera con su
trabajo de coadyuvancia en la investigación ministerial de la barbarie
en Iguala, tal y como se estableció en el documento suscrito el 18 de
noviembre de 2014.
La oportuna respuesta de la
titular de Relaciones Exteriores es impensable sin la severa crítica
proveniente de instituciones de gobiernos aliados al mexicano y
supranacionales y medios de comunicación de los cinco continentes, y es
tan abundante que sería deseable fuera más dosificada para no estimular
el surgimiento de actitudes “nacionalistas” en aquellos que se envuelven
en el lábaro patrio, pero no muestran capacidad para someter al
análisis y la crítica El cambio de rumbo (le llamó en su libro Miguel de la Madrid) que subordinó a México como nunca a la geopolítica imperial de Estados Unidos.
Debió
ser un respiro, por lo anterior, el reconocimiento del liderazgo de
Peña Nieto que formularon legisladores estadunidenses, demócratas y
republicanos, que a iniciativa del primero aplaudieron la disculpa
formulada el 17 de abril por el general secretario con motivo de las
torturas sufridas en Guerrero para no variar, por Elvira Santibáñez y
dos campesinos, a cargo de soldados y agentes de la Policía Federal,
práctica común desde que la impusieron los conquistadores hace más de
cinco siglos.
Disculpa de Salvador Cienfuegos
Zepeda que no obstó para que “el gobierno de Estados Unidos contrató los
servicios del polémico despacho de ese país John Reid & Associates,
a fin de que capacite a 45 funcionarios mexicanos en la utilización de
técnicas policiacas para obtener confesiones”, mediante “el uso de
presiones sicológicas o métodos que pueden asemejarse a actos de
tortura”; reportó Alfredo Méndez en el diario La Jornada (2-V-16). Pero
los diputados y senadores dejaron constancia de su preocupación por los
43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Como
debe ser estimulante, por lo anterior, para el de Atlacomulco y su grupo
gobernante –sobre el que trascienden más versiones de enriquecimiento
como el subsecretario que acumula 47 casas–, el anuncio del secretario
general de la Organización Mundial de Turismo, Taleb Rifai, que México
ascendió al noveno lugar en la clasificación de llegada de turistas
internacionales al superar a Rusia.
No tiene el
mismo efecto el anuncio sobre la recuperación del poder adquisitivo del
salario en 5 por ciento en los primeros tres años de su gobierno y por
primera vez en 36 años, ya que es sabido que su credibilidad es baja y
las cifras oficiales aún más.
Resulta plausible
que Ruiz Massieu delibere y analice con la CIDH “a detalle las
recomendaciones” que hizo al Estado mexicano lo que ella denominó “Grupo
Internacional de Expertos Independientes”. Para empezar sería adecuado
se aprenda bien el nombre, pues a ella le molestaría que la llamen Ruiz
Salinas, como acaso es su nombre original.
@IbarraAguirreEd
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