CRISTAL DE ROCA
Por: Cecilia Lavalle*
Las mujeres y el trabajo tenemos una relación que no es bien vista. Y no
lo es porque, en general, no se ve; y cuando se ve, se ve a medias y de
cualquier manera salimos perdiendo.
Miremos esa relación ahora, a propósito que en medio mundo se celebró el Día del Trabajo.
Según un estudio elaborado por la BBC de Londres con datos del Foro
Económico Mundial, y difundido por el Instituto Mexicano de la
Competitividad, las mujeres representan en nuestro país más de la mitad
de las personas (53 por ciento) que se gradúan de la universidad.
Dicho sea de paso, aunque ese estudio no lo precisa, distintas notas
reportan que son mujeres las que obtienen mejores calificaciones y se
gradúan en menos tiempo, en comparación con los hombres universitarios.
Sin embargo, del total de mujeres, poco menos de la mitad (48 por
ciento) está en busca de un empleo o tiene un trabajo remunerado.
En cambio, 84 por ciento de los hombres está en esa situación.
¿Qué pasa?
Pasa que a las mujeres nos siguen haciendo responsables –únicas o
principales– de las tareas del hogar (limpiar, cocinar, lavar y un largo
etcétera); y de las tareas de cuidado (que incluyen cuidados y
atenciones para con hijas e hijos; pero también los que se prodigan a
familiares con enfermedad, discapacidad o en la vejez).
Y pasa también que toooodo eso no se considera trabajo. ¡Pero sin duda lo es! Y es un trabajo no remunerado.
Según Carmen Ponce, economista especializada en temas de género, el
porcentaje de horas a la semana que dedican los hombres en México al
trabajo remunerado es similar al que dedican las mujeres al trabajo no
remunerado.
Es decir, los hombres dedican 75 por ciento de su tiempo a la semana en
trabajo que les representa ingresos monetarios; y sólo 25 por ciento de
su tiempo a trabajo no remunerado.
Mientras que las mujeres sólo dedican 30 por ciento de su tiempo al
trabajo que les representa ingresos, porque el 70 por ciento de su
tiempo está dedicado a las tareas del hogar y de cuidado (Cimacnoticias,
11 de junio de 2013).
Por su parte, la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2014 elaborada
por el Inegi precisa que las mujeres dedican 29.8 horas a la semana, y
los hombres sólo 9.7 a distintas tareas del trabajo doméstico.
Y en tareas de cuidado, las mujeres trabajan 28.8 horas a la semana, y
los hombres 12.4. En este rubro, destaca que las mujeres aportamos más
del doble de tiempo a cuidar menores de cero a 14 años y a integrantes
de la familia con enfermedad o discapacidad.
Así pues, entre tareas domésticas y de cuidado, los hombres dedican 22.1
horas a la semana (3.15 horas al día); y las mujeres 58.6 (8.37 horas
al día).
Esto explica por qué las mujeres en nuestro país trabajan en empleos de
medio tiempo o bien, son mayoría en el rubro de microempresarias o de
trabajadoras por su cuenta, y también en el mercado informal. Lo cual,
desde luego, implica a menudo ingresos menores o irregulares, y pocas o
nulas prestaciones.
Pero incluso en el mercado formal las cosas no se ven bien.
Según ONU-Mujeres, a nivel mundial las mujeres ganan en promedio 24 por ciento menos que los hombres.
En México, de acuerdo con el estudio de la BBC, por cada 100 pesos que le pagan a un hombre, una mujer gana 85.
Muchas cosas deben cambiar si queremos que nuestro país mejore. Entre
ellas, repartir por igual las tareas domésticas y de cuidado, y tener
salario igual por trabajo igual. Porque no hay avance posible si la
mitad de la población trabaja mucho más, pero gana mucho menos.
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com
*Periodista de Quintana Roo, feminista e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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