Luis Hernández Navarro
La Jornada
Martín Orozco Sandoval
tiene muy buena relación con gran parte del magisterio en
Aguascalientes. Él es el candidato del PAN a la gubernatura de ese
estado. No pocos maestros lo apoyan.
El amor es correspondido. En un acto multitudinario de profesores en
su apoyo, efectuado el pasado 18 de abril, el panista anunció un pacto
social por la enseñanza. El pacto prevé que el Instituto de Educación de
Aguascalientes puede ser dirigido por un docente.
Allí, el maestro Miguel Martín López se dirigió al candidato para
decirle por qué se suman a su campaña. Con el actual gobierno –le dijo–
se ha perdido todo,
hemos perdido hasta el miedo. Por eso no nos importan las amenazas. Necesitamos cambiar.
Aunque en Aguascalientes hay una alianza electoral entre el Panal y
el PRI, y hasta el secretario general del SNTE, Juan Díaz de la Torre,
ha hecho campaña por el tricolor, ex dirigentes sindicales
locales, profesores jubilados y maestros de diferentes corrientes,
apoyan a Orozco Sandoval. El liderazgo formal del SNTE está desfondado.
Curiosamente, el secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, no ha
dicho una sola palabra del pacto del panista con el magisterio
hidrocálido ni sobre la posibilidad de que un docente dirija el
Instituto de Educación de Aguascalientes. En cambio, puso el grito en el
cielo cuando, el pasado 21 de marzo, Andrés Manuel López Obrador
suscribió un acuerdo con profesores oaxaqueños en lo individual.
Es una burla y un retroceso al pasado, declaró Nuño Mayer. Desde entonces, no pasa semana sin que arremeta contra el dirigente de Morena.
¿Por qué el secretario encara a López Obrador cada vez que puede?
¿Acaso cree que de esa manera crecen sus posibilidades de ser candidato a
la Presidencia de la República en 2018? ¿Tiene la encomienda de su jefe
de frenarlo? ¿Piensa que al echar pleito al dirigente de Morena puede
defender su reforma educativa de los crecientes cuestionamientos que se
le han hecho?
Probablemente su actitud responda en parte a todas estas razones. Sin
embargo, hay una más que no debe pasarse por alto: Aurelio Nuño se puso
los guantes de box contra AMLO porque así oculta la escandalosa pérdida
de apoyo electoral sufrida por el PRI y la dirigencia del SNTE entre
importantes sectores del magisterio, tradicionalmente priístas o
panalistas. Como sucede en Aguascalientes, en las otras 11 entidades
donde se cambiará gobernador los maestros han roto con el tricolor y están apoyando a Acción Nacional, Morena o candidatos independientes.
En Hidalgo, el blanquiazul postuló como diputado
plurinominal a Moisés Jiménez, ex líder de la sección 15 del SNTE, quien
tiene ascendencia muy relevante entre los docentes de la entidad.
También apoyarán a ese partido los tres diputados locales independientes
que formaban parte de la bancada de Nueva Alianza. En el mismo carril
camina el ex dirigente Miguel Ángel Islas, aún leal a Elba Esther
Gordillo.
En Puebla, el Panal y el SNTE son aliados del PAN. La estructura del
sindicato está volcada en apoyo del aspirante a la Presidencia Rafael
Moreno Valle y a su candidato José Antonio Gali. Apenas el pasado 24 de
mayo, Gali se fotografió sonriente con los líderes del sindicato y de
Nueva Alianza.
En Tamaulipas, en contra de la estructura sindical, Juan Díaz
de la Torre impuso, primero como dirigente de la sección 30 y luego como
diputado federal, a Rafael Méndez Salas. Una ola de repudio e
inconformidad sacudió al magisterio. Ese malestar se ha extendido al
candidato a gobernador del PRI, Baltazar Hinojosa, antiguo secretario de
Educación del estado. Un grupo mayoritario de mentores, críticos de
Méndez Salas por ocupar un doble cargo, se han sumado a la campaña del blanquiazul Francisco García Cabeza de Vaca.
En Quintana Roo, el ex líder local del SNTE, Rafael González,
defenestrado por Juan Díaz de la Torre por burlarse del censo de la SEP,
se ha convertido en uno de los principales activistas de la campaña de
Carlos Joaquín González.
Artista en clavar el puñal por la espalda, el líder moral
del magisterio veracruzano, Juan Nicolás Callejas, simula apoyar al
Yunes del PRI, al tiempo que marca sus cartas en favor del Yunes del
PAN, su antiguo enemigo. Así lo hizo con Roberto Madrazo durante la
campaña presidencial de 2006. Se cobra de esa manera el maltrato que le
ha propinado Javier Duarte. De paso, el ex dirigente nacional Rafael
Ochoa mueve sus fuerzas contra el tricolor.
El sorprendente ascenso en las encuestas del candidato del Partido
Sinaloense, Héctor Melesio Cuén, no puede explicarse al margen de su
sólida relación con el magisterio local. Ex presidente de la Comisión de
Educación del Congreso, suma además el apoyo de Elba Esther Gordillo, y
de su yerno Fernando González.
En Tlaxcala, Jacob Hernández Corona, candidato independiente a la
gubernatura, es secretario general del Sindicato de Trabajadores para la
Educación, patrocinado por Carlos Jonguitud Carrillo. Competencia del
SNTE, la organización de Jonguitud tiene presencia en la entidad.
Irónicamente, en Chihuahua, el también candidato independiente, ex
director de Aeroméxico, José Luis Barraza, ha incorporado a grupos de
docentes.
En Zacatecas, los Monreal poseen una vieja relación con el magisterio
democrático, una fuerza relevante en la entidad. Indicador de la
distancia de los profes con el candidato del PRI, apenas hace
unos días, una importante reunión con maestros claves en la política
local, convocada por el secretario de Educación de la entidad, fue
desairada. En el vecino Durango, Morena pactó con sectores del
magisterio disidente una alianza electoral.
Este apresurado recuento muestra que el PRI perdió o está en peligro
de hacerlo uno de sus baluartes electorales tradicionales. ¿Por qué
sucedió esto? Porque los maestros están hartos de una reforma educativa
que los ha sumido en la inseguridad laboral y del trato humillante de
Aurelio Nuño. Porque cada día Juan Díaz de la Torre controla menos la
estructura sindical. Porque es falso que el Panal los represente. Y
porque, de paso, Elba Esther Gordillo está moviendo sus piezas en el
sindicato para cobrar a Enrique Peña Nieto y a Miguel Ángel Osorio lo
que le hicieron. Un coctel explosivo.
Twitter: @lhan55
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