5/01/2016

Cesárea hollywoodense



Leonardo García Tsao
La Jornada
Foto
Scarlett Johansson en el papel de la actriz Anna Moran, en un fotograma

Los hermanos Coen han llegado a ese punto de prestigio en su carrera que pueden darse el lujo de hacer una película como ¡Salve, César! Es decir, una sátira del Hollywood de antaño, llena de chistes y alusiones que serán privadas para la mayoría del público, y que no meterá millones a la taquilla. (Ninguna de sus películas lo ha hecho, cosa que no parece importarles. Ellos son autores, no maquiladores de blockbusters.)
Conocidos por su humor irreverente y su misantropía, los Coen elaboran aquí uno de sus guiones más irregulares, centrado en la solitaria y heroica figura de Eddie Mannix (Josh Brolin), gerente del estudio Capitol Pictures a inicios de los años 50 que, en realidad, funciona como eficiente fixer de todos los problemas que aquejan a las estrellas de la compañía y, por tanto, amenazan la producción de sus respectivas películas (los Coen se basaron en el personaje real de un Eddie Mannix, que hacía las veces de fixer en los tiempos gloriosos de la M-G-M.)
Así, Mannix debe atender las quejas de un meticuloso director británico Lawrence Laurentz (Ralph Fiennes), a quien le han endilgado un rústico cowboy llamado Hobie Doyle (Alden Ehrenreich), en el reparto de uno de sus sofisticados melodramas; el dilema de la sirena DeAnna Moran (Scarlett Johansson), quien está embarazada y desconoce la identidad del padre. Pero, sobre todo, el secuestro de Baird Whitlock (George Clooney), la estrella de una épica bíblica llamada Hail, Caesar!, precisamente, cuyo rodaje está en peligro si no se paga un rescate de 100 mil dólares.
La socarronería de los realizadores da para todo. Resulta que los secuestradores de Whitlock, son un grupo de guionistas comunistas que intentan sacarle una lana a la productora (instrumento del capitalismo), como forma de compensación. Con ese detalle, los Coen abordan a la inversa la caza de brujas macartista, planteando que, en efecto, hay una conspiración comunista en Hollywood. El cinismo siempre ha sido parte de su cosmovisión.
Y al mismo tiempo, los hermanos Ethan y Joel se las arreglan para evocar a su modo burlón al cine clásico, con una serie de pastiches que van de la coreografía acuática al estilo Esther Williams; al western con héroe cantarín y ejecutante de todo tipo de suertes vaqueras; a la épica santurrona copiada de El manto sagrado. (Hay que señalar que tanto el western ingenuo, como el melodrama en blanco y negro dirigido por el refinado Laurentz –quizá modelado en Edmund Goulding–, son más bien productos dignos de los años 30.)
No importa el error histórico, pues los Coen se divierten con sus pastiches. Sobre todo, con la mejor secuencia de toda la película: un disfrutable homenaje al musical de la época dorada de la Metro con un grupo de bailarines disfrazados de marineros, encabezado por la estrella Burt Gurney (Channing Tatum, mostrando un inusitado talento para el baile). El número se llama No Dames!, y los directores ejercen su mala leche haciendo que, al final, los bailarines ejecuten pasos y posiciones homoeróticas en una coreografía que jamás hubiera pasado la censura en su tiempo.
La película abre con la imagen de un Cristo de iglesia, bajo las notas de música sacra, pues resulta que Mannix es un devoto católico que se confiesa todos los días. La religión ha sido otra institución a la que los Coen ven con escepticismo. Y en este caso, se plantea la paradoja de que el protagonista sea un hombre piadoso, encargado de disfrazar o limpiar los pecados de sus empleados. Como el héroe de Un hombre serio (2009), Mannix debe ser un ejemplo de entereza moral ante el caos que lo rodea.
Sin embargo, ese tema se traspapela entre el McGuffin del secuestro, los pastiches y las sangronadas (no todos los gags funcionan como se supone). En su desigualdad, ¡Salve, César! no deja de parecer una obra menor, sobre todo frente al alto nivel al que los Coen nos tenían acostumbrados en su filmografía reciente.
¡Salve, César!
(Hail, Caesar!)
D y G: Ethan y Joel Coen/ F. en C: Roger Deakins/ M: Carter Burwell/ Ed: Roderick Jaymes (seudónimo de los hermanos Coen)/ Diseño de producción: Jess Gonchor/ Con: Jess Brolin, George Clooney, Alden Ehrenreich, Ralph Fiennes, Scarlett Johansson/ P: Dentsu, Mike Zoss Productions, Working Title Films. EU, 2016.
Twitter: @walyder

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