Poder, combustibles y cambio climático
La situación de México
es cómica y dramática: existe una irritación nacional de muchos de los
que tienen autos (32.4% de los mexicanos) porque costará más cara la
gasolina, y los que no tienen auto propio protestan porque saben que el
transporte público, la canasta básica, otros combustibles y los
servicios, subirán de precio, es decir, el vivir será más difícil (más horas de trabajo) y más caro…
Pero
¿por qué sube el precio de la gasolina? Porque el gobierno federal en
turno y la “familia política” necesitan más dinero para su bolsillo, y
porque tiene este país que pagar el estilo de vida que las
trasnacionales imponen a través del gobierno en turno y además hay que
pagarles abonos de la deuda pública nacional, la cual es impagable por
estrategia de control y dominio de las superpotencias industriales.
El
panorama adquiere todo su drama al saberse que el Departamento del
Tesoro de USA quien controla el sistema cambiario mundial ¡es en
realidad un banco privado!!! cuyos socios son las familias más ricas del
mundo (los Rockefeller, los Rothschild, Du Pont, Mellon, Walton, Koch,
Mars, Cargill, Pritzker, Hearst, etc.). Estos banqueros controlan al
Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, quienes a su vez
controlan a los países con préstamos condicionados y negocian las deudas
nacionales. Estos banqueros a través del Departamento del Tesoro de
USA, de su Reserva Federal y del Congreso, tienen el privilegio de hacer
billetes, imprimir dólares, los cuales valen más que las barras de oro
porque así lo deciden.
Las trasnacionales de estos banqueros y
super empresarios controlan el poder de las monedas, del petróleo y
demás combustibles, la fabricación y comercio de armas, las guerras, la
producción de alimentos, la investigación y fabricación de nuevas
tecnologías y medicamentos…negocio redondo para un capital que en
realidad es trasnacional, ciega y demente avaricia viajera…
El
problema no es realmente la gasolina en sí, sino lo que implica
ecológica y socio-económicamente, es decir lo importante son los efectos
contaminantes de su producción, uso mecánico y uso manipulador de las
trasnacionales que dirigen la globalización para controlar a su favor a
las economías nacionales. Sin recursos naturales no hay economía, son su
base, materias primas, y la absurda y letal contradicción es que la
economía neocapitalista se nutre de veneno: contaminar las fuentes
vitales del milagro de la vida (agua pura, suelos sanos, flora, fauna,
aire puro…
El problema real es la fantasía maligna que le han
vendido al mundo los dueños de la economía de mercado: que el objetivo
de la vida humana, la felicidad, el “Éxito”, el “Progreso”, significa
“ser alguien”, ser…consumiendo…que quien consume más objetos,
servicios y personas es más que los otros. Pero la lógica, la
espiritualidad, el cálculo de probabilidades, la Ética y la Ecología,
entre otras fuentes, han demostrado desde hace miles de años que esta
creencia es pura ignorancia, irracionalidad, absurdo, que esto implica
violencia, degradación, locura y caos, hacia los seres humanos y la
biodiversidad (manantiales, jilgueros, piedras, bosques, etc.)…
La
demencia y contaminación del estilo de vida centroeuropeo y
norteamericano, diseminado por toda la faz de la Tierra, el consumismo,
ya le hizo un agujero a la capa de ozono y está alterando la bioquímica y
la biodinámica de la atmosfera, mares, agua dulce, suelos, flora, fauna
y seres humanos, alteración que se sintetiza en el cambio mundial de clima
y todos los desastres ambientales y sociales que implica (inundaciones,
sequias, hambrunas regionales, resurgimiento de enfermedades viejas y
surgimiento de otras nuevas, tsunamis, ciclones, etc.). La especie
humana y la biodiversidad están amenazadas por el propio estilo de vida
propagado por los países super industrializados (el 20% de la población
mundial).
El futuro será sustentable o no será, la sustentabilidad es un equilibrio entre la economía y la ecología. El Desarrollo Sustentable
es la propuesta oficial de la ONU, México ha firmado este Acuerdo y los
otros Convenios internacionales sobre Cambio Climático, pero solamente
Alemania está tomando esto realmente en serio (está desmantelando todas
sus plantas nucleares y ya casi produce toda su energía sin combustibles
derivados del petróleo), hoy, es el líder mundial en uso de energía
solar y eólica.
El gran reto es reflejar estos Convenios en la vida cotidiana y en la responsabilidad personal, y una acción clave es consumir personalmente menos combustibles fósiles,
como la gasolina, pero como el consumismo y el placer son las perversas
religiones propagadas por USA y Europa, entonces tenemos que sanarnos
de la adicción (necrofilia, diría Erich Fromm) a la electrónica, a
la mecánica y al consumismo. E. Fromm, desde los años 70´s ya hablaba
de la “sociedad enferma”, y hoy esta enfermedad ya se convirtió en una “civilización de muerte”.
Según la ONU, los tres contaminantes más destructivos
de este planeta son la producción y uso de autos, el uso de artículos
desechables y la producción y consumo de carnes rojas. McDonald lidera
la destrucción de la selva amazónica pues arrasa, para producir soya,
sorgo, maíz, etc. y así alimentar a millones de reses que serán
convertidas en bistecs y hamburguesas.
En Michoacán casi nadie
hace nada sobre las miles de toneladas de fertilizantes y pesticidas
químico sintéticos (derivados del petróleo) aplicados en miles de
hectáreas de plantíos ilegales de aguacate hass, el arrasamiento de bosques de pino y el despojo de agua a la población para regar estas huertas de aguacate.
Es
muy fácil y cómodo criticar al gobierno, quejarse, culpar a otros,
saquear comercios, protestar, tratar de liderar a las masas, hacer
chistes irónicos y sarcásticos, etc. pero cuando se trata de cambiar los hábitos personales
de consumo y estilo de vida, de pensar en serio, reunirse, organizarse,
actuar con valor y constancia, salirse de la rutina dominante,
entonces…brilla malignamente nuestro egocentrismo y sus defectos de carácter (pereza, avaricia, soberbia, gula, lujuria, ira ciega y envidia).
Es terrible pero es cierto…tenemos el gobierno que merece nuestro egoísmo, es nuestro espejo. Nos quedamos con los contenidos de conciencia (formateados por Televisa y nuestro narcisismo) y no formamos conciencia (internalización de valores y actuar en consecuencia).
Sabemos lo correcto éticamente pero no lo hacemos, este es el pan de
cada día en las relaciones cotidianas. Los centros educativos, empresas,
religiones, asociaciones políticas y civiles, en su mayoría son jerarquías de poder
sobre otros, los de arriba de la pirámide disfrutan su ración de poder
hasta llegar a su fuente: alguien o algunos viven de lo que se les quita
a los demás en el proceso organizacional. Este proceso injusto se
inicia en el uso injusto de las materias primas, de la naturaleza. Así,
todo el edificio humano dominante es un castillo de fantasías
irracionales, destructivas y egocéntricas.
La formación de
conciencia, la ética y la espiritualidad, son manantiales olvidados. La
esencia de la conciencia es darse cuenta, de allí se deriva la
conciencia ética (distinción entre el bien y el mal). El “darse cuenta”
es un acto de atención y concentración. Si entre todos los actos de conciencia no nos damos cuenta de que estamos hechos para hacer el bien (atención
fundante, raíz) entonces nos perdemos entre los 70 mil pensamientos (y
sus emociones) que tenemos cada día (según dicen los neurocientíficos).
El ruido interno (fantasías insanas) y externo (ambiental) produce
confusión mental. La vida actual citadina es puro ruido.
Pero ¿cómo se forma la conciencia? (posibilidad
de la salud mental, de la ética, justicia y espiritualidad), la vía más
directa es incrementar el darse cuenta, la sensibilidad de la
conciencia. Esto requiere salirse del estrés continuo, se necesita
desacelerarse, salirse de la hiperactividad compulsiva la cual a veces
da dinero pero enferma física y mentalmente. Una mente acelerada,
ansiosa, no se contenta con nada…y cae en el consumismo de personas,
objetos y energía, combustibles.
Reutiizar y reciclar
en bueno, pero es mejor, desde el punto de vista energético, REDUCIR EL
CONSUMO. Si acompañamos esta reducción con cambiar a estilos de vida
más sencillos, frugales, renunciar al lujo (destruye a la naturaleza y a
las relaciones sociales equitativas), entonces vamos en el camino
correcto…pero falta lo más importante: el cultivo de la Atención Plena (mindfulness), la formación de conciencia, mediante el cultivo relajadamente constante de darnos cuenta que estamos pensando y sintiendo aquí y ahora para así poder corregir posibles acciones torpes.
La pura impulsividad, emotividad, los hábitos sin análisis…destruyen. La Atención Plena (mindfulness) nos redescubre el milagro de estar vivos y que estamos hechos para hacer el bien, amar y cuidar al milagro de la vida…
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