Pedro Echeverría V.
1. Ya sonó la campana de “último aviso”. Meade, candidato del PRI, debe intensificar los golpes contra López Obrador, candidato de Morena. La clase política y empresarial, que durante décadas ha hecho grandes negocios al amparo del PRI, está realmente preocupada porque su candidato no ha podido salir del pozo. Parece de Anaya –candidato del PAN- sólo podrá alzar la cabeza como sustituto, cuando Meade sea “enfermado” confesando que “no puede”. Empeora la situación de Meade al lanzar acusación sin fundamentos de “secuestradora” a la luchadora social Nestora Salgado y, prolongando la bulla, al ordenar a los comisionados -bien pagados del gobierno- a la señora Wallace y al señor Martí, para realizar un show televisivo cubriendo de elogios al candidato del PRI.
2. El PRI y el PAN, particularmente el primero, son los partidos derechistas que dominan en México. Se les ha acercado el PRD, pero lo tratan como un cachorrito faldero. El PRI –al dominar casi totalmente el gobierno desde 1929- ha demostrado una enorme capacidad para que –mediante la compra y la manipulación- logre someter a través de 90 años a partidos y movimientos dispuestos a venderse; pero también ha logrado frenar y encapsular mediante la represión, el encarcelamiento y el asesinado, a todas aquellas luchas que no se venden ni se dejan manipular. Durante muchas décadas, no sólo ha dominado el PRI/gobierno a los medios de información (TV, radio, prensa), también a todo su círculo de comentaristas.
3. En los últimos años -podría demostrarse que desde 1988 -cuando Carlos Salinas negoció con el PAN el reconocimiento de su gobierno espurio- lo más notable ha sido la compra de todo. Antes de la rebelión cardenista contra el fraude electoral del 88, el PRI controlaba absolutamente todo sin preocupación alguna, pero cuando Cárdenas, desde la oposición demostró que ganó la elección y por el fraude no fue reconocido, entonces el PRI se dedicó a controlar todo. Crecieron rápidamente los secuestros y los asesinatos de líderes y políticos de oposición; fue el momento en que se comenzó a culpar de todo a la delincuencia, al narcotráfico, a quienes “actuaban fuera de la ley”. La inestabilidad comenzó a crecer en serio a partir de la gran crisis económica de 1982.
4. ¿Recuerdan a aquel tipejo, Virgilio Andrade, contratado por Peña Nieto para que investigue la compra y corrupción de la “Casa Blanca” que terminó informando que no había nada ilegal y todo era correcto? ¿Recuerdan al presidente de la FEPADE (Nieto Castillo) el abogado que descubrió mucho de los fraude de Lozoya de Odebrech y que luego fue cesado por Peña? ¿Recuerdan a aquel preso de Chihuahua (Alejandro Gutiérrez) que trianguló cientos o miles de millones para que fueran entregados al PRI? ¿Recuerda, recuerdan, recuerdan? Hoy se exige justicia para Nestora Salgado acusada de secuestradora por el candidato presidencial Meade sin fundamento alguno. Se exige justicia, pero nada pasará.
5. Por todo lo observado y pensado en los últimos seis meses creo que se puede adelantar que el triunfo electoral de López Obrador será abrumador; sin embargo no deja de extrañarme que el PRI no esté compitiendo en eso que se llama “las encuestas”. Sé, y puede demostrarse ampliamente, que el PRI nunca pierde y –cuando arregló los dos (2000/06) y (2006/2012) sexenios con el PAN- fue porque sabía que el PAN no representaba ningún peligro para el sistema político, como luego se demostró. Hoy frente a Morena de López Obrador parece que la desconfianza del gobierno y los empresarios sube de tono cada día. ¿Qué sigue en la lista después de Nestora Salgado? ¿Viene el líder Minero, Nieto Castillo, la enfermedad de AMLO, otros asesinatos? (25/V/18)
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