Si alguien ha defendido
de manera ejemplar a víctimas de derechos humanos, es Nestora Salgado.
En reconocimiento a este papel, el 15 de octubre de 2017 ella recibió el
premio Carlos Montemayor por defender los derechos humanos. El caso es
ampliamente conocido, lo recordé hace un mes en colaboración anterior (La Jornada 13/04/18).
Como comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, de
regreso como emigrante a Estados Unidos, ella arrestó a políticos y
delincuentes del crimen organizado que no solamente se beneficiaban de
la venta de drogas, sino que violaron a jovencitas, producían y vendían
videos porno de niñas y niños menores de nueve años, secuestraron y
asesinaron a ciudadanos, incluyendo a representantes de los pueblos
originarios de la Montaña. Estos delincuentes fabricaron el gravísimo
delito de secuestro a Nestora y compraron voluntades para encarcelarla
durante dos años y ocho meses.
Por falta de elementos probatorios, hace un año Nestora fue declarada
inocente. Sin embargo, en el debate presidencial del pasado 20 de mayo
José Antonio Meade la declaró culpable de secuestro y extorsión.
Por fortuna hoy existe Verificado, una asociación civil que revisa la
verdad o falsedad de las afirmaciones de los contendientes de la
campaña electoral. Verificado confirmó lo que ya sabíamos, que: “los
expedientes de los juicios penales seguidos entre 2013 y 2016 contra
Nestora Salgado –candidata al Senado de la República por Morena–
muestran que la ex comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá,
Guerrero, recuperó su libertad al concluirse que, en todos los casos, el
Ministerio Público no tenía pruebas para demostrar que había cometido
los supuestos secuestros que se le imputaron. Incluso, hubo jueces que
fueron más allá en su análisis de los hechos y concluyeron que los
supuestos secuestros que se le atribuyeron fueron, en realidad,
‘detenciones legales’ realizadas por la Policía Comunitaria de Olinalá, y
no acciones personales, además de que el cobro por la liberación de
esos detenidos no se trató de un ‘rescate’, sino de una ‘fianza’”. Estos
son los argumentos asentados en las resoluciones de los jueces, quienes
no plantean –contra lo afirmado por José Antonio Meade–, que la
liberaron
por fallas de la policíao por
errores en el debido proceso. El juez que llevó el caso concluyó que
los actos que se le imputan a Nestora Salgado García se entienden como una detención y no como un secuestro. Su liberación fue también ordenada por el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, la cual declaró entonces que
la detención de Nestora había sido arbitraria e ilegal.
Además de revictimizarla al juzgarla como culpable, sin tener la
menor atribución para hacerlo, José Antonio Meade falta a la ética y a
la verdad con gran irresponsabilidad. En estos días Nestora está siendo
amenazada de muerte en llamadas telefónicas, han colocado cabezas de
perro frente a su casa de Olinalá, donde hoy vive su hija, y balearon
esa fachada después del debate en que el candidato del PRI la inculpó.
Que quede en la conciencia de Pepe Toño: si algo me pasa a mí, a mi familia, a mis hijos, a mis nietos, a mis compañeros y a toda la gente de Olinalá, afirmó, la defensora en conferencia de prensa.
Con la misma irresponsabilidad, mujeres dirigentes del PRI
salieron el día de ayer en defensa de Meade y en contra de Nestora:
Claudia Ruiz Massieu, Ana Lilia Herrera, Mariana Benítez, Diva Gastélum y
Beatriz Paredes. La vocera del grupo, Vanessa Rubio, afirmó:
lo que se tiene que hacer en este país es vivir en un verdadero estado de derecho, donde se cumplan las leyes y donde se haga justicia a las víctimas. Por cierto: ¿Cuándo hemos visto a José Antonio Meade, o a esas dirigentes del PRI defender a alguna víctima de derechos humanos? ¿Acaso hicieron alguna rueda de prensa en apoyo a los familiares de los jóvenes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa? ¿Acaso defendieron a las
supuestas víctimas de Nestoracuando fue liberada?
Es increíble, y hasta ofensivo, que dirigentes del partido gobernante
hoy quieran adjudicarse el dolor de las víctimas, un partido que llevó
país al más alto índice de homicidios y delitos del crimen organizado.
El presidente de la CNDH condenó esta semana la violencia contra los
candidatos a puestos de elección popular como es el caso de Nestora
Salgado y llamó a evitar comentarios sobre culpabilidad sin tener
pruebas legales.
Morena ya presentó ante el INE una queja y solicitud de activación
del protocolo para atender la violencia política contra las mujeres, en
favor de la candidata plurinominal al Senado Nestora Salgado García,
ante los señalamientos del candidato José Antonio Meade, durante el
segundo debate presidencial.
Porque le atribuyó a Salgado García hechos falsos consistentes en extorsión y secuestro, y desató actos de violencia que ponen en riesgo la vida e integridad de la candidata y de su familia. Urge que se detengan esas descalificaciones.
Me queda claro con esa calumnia, que lo que Meade busca es quitarle
votos a López Obrador y a Morena, en el país y en el estado de Guerrero,
donde las encuestas para la Presidencia, el Congreso y el Senado
colocan a este partido con más de 15 puntos de ventaja. El PRI calcula
mal, porque con esas imputaciones perderá los votos de quienes se
identifican con Nestora: miles de migrantes en Estados Unidos (donde un
sondeo le da más de 80 por ciento de votos a Andrés Manuel), miles de
mujeres violentadas, miles de electores indígenas y de pueblos
originarios, cientos de defensores y periodistas, y miles de víctimas,
amigos y familiares que han sido víctimas de políticos corruptos y de
delincuentes del crimen organizado.
Twitter: Gabrielarodr108
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