Dinámica de cooperación, única estrategia para apoyar a indígenas

Sólo con una dinámica de cooperación es como se encaran los graves retos y desafíos que viven los grupos humanos originales en México, en Latinoamérica y el Caribe, expuso Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).

Estas declaraciones se realizaron al intervenir ante el Consejo Directivo del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (Filac), que celebró su 65 reunión en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
En la ceremonia de conclusión de los trabajos, la presidenta del Filac, Myrna Cunningham, informó que durante los dos días de trabajos, se identificaron prioridades tales como el impacto que tienen sobre los pueblos indígenas la migración, urbanización, la matriz energética, el cambio climático, así como la criminalización de la protesta de las comunidades por el derecho al territorio, y a sus recursos naturales.
Aspectos como los anteriores, abundó, requieren nuevas formas de organización, ofertas de los servicios de salud, de educación, vivienda, entre otros. En este contexto, agregó, el Filac tiene que asumir el desafío de transformarnos en una institución relevante para los pueblos indígenas.
Myrna Cunningham indicó que el consejo directivo aprobó el plan operativo anual 2019, para lo que se plantearon tres tareas: avanzar hacia final de año con los diálogos entre pueblos indígenas y gobiernos en los distintos países de la región; fortalecer la estructura del Filac, pues aún tiene recursos muy limitados y montar este 2019 un observatorio sobre la institucionalidad de los derechos de los pueblos indígenas.

Asimismo, dijo, los integrantes de este consejo directivo estudiaron el Plan de Acción de Iberoamérica para la Implementación de los Derechos de los Pueblos Indígenas, el cual fue puesto a consideración los jefes de Estado y de gobierno de la 26 Cumbre Iberoamericana celebrada en noviembre de 2018 en Antigua Guatemala.
Explicó que dicha ruta tiene cuatro objetivos: ajustar las normas de los países de la región a los marcos internacionales de derechos humanos; hacer relevantes los objetivos de desarrollo sostenible para las comunidades indígenas de la región; establecer organismos de participación efectiva para enfrentar distintos problemas que enfrenta esta población, y abordar los distintos tipos de violencia que sufren las mujeres y las niñas indígenas en la región.
El Filac es un organismo internacional creado en 1992 por la segunda Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de gobierno con el fin de apoyar los procesos de autodesarrollo y promoción de los derechos de los pueblos.

Ana Langner

 Periódico La Jornada