8 municipios mantienen las tasas más altas
Nadia
Guadalupe Morales Rosales tenía 17 años la última vez que su mamá,
Victoria Rosales, la vio. El 27 de octubre de 2017 Victoria la acompañó a
la parada del autobús para ir a la escuela, en la ciudad de Puebla.
Nadia no llegó a su casa y después sabrían que tampoco a la escuela: su
familia la sigue buscando, y forma parte del primer colectivo de
familiares de personas no localizadas del estado.
La desaparición de esta adolescente es una más entre las cientos de
desapariciones que se replican en la entidad, desde la capital hasta las
regiones de la Mixteca y Sierra Norte, marcando puntos en un mapa que
salpica ya casi toda la entidad.
De acuerdo con una solicitud de información hecha a la Fiscalía
General del Estado (FGE), Puebla capital fue uno de los diez municipios
que en 2017 tuvieron una de las tasas de desaparecidos más altas de todo
Puebla, con 21 personas no localizadas por cada 100 mil habitantes.
Ese año el municipio con la cifra más alarmante fue Zoquiapan,
seguido de Tepeaca, Lafragua, Puebla, Ciudad Serdán, Teziutlán,
Ahuazotepec, Huauchinango, Tecamachalco y Atlixco.
FOCOS ROJOS
Históricamente, o al menos de 2013 a octubre del 2018, los focos
rojos se concentran en ocho municipios que mantienen los índices más
altos de desaparición por cada 100 mil habitantes.
Uno de estos municipios es Francisco Z. Mena –conocido como
Metlaltoyuca–, que aparece en cuatro de los cinco años analizados, al
igual que Huauchinango, ambos en la Sierra Norte, Tehuacán y finalmente
Tepeaca, en el corazón del “Triángulo rojo” del robo de combustible.
También destacan la capital del estado, Atlixco, puerta de la
Mixteca, Ciudad Serdán –donde el gobierno estatal tuvo que hacerse del
control de la seguridad el año pasado– y Tecamachalco, otro municipio en
el trazo de los ductos de Pemex y en el centro del robo de combustible.
UN PROBLEMA QUE CRECE
En 2013 los puntos del mapa que muestra los municipios con tasas más
altas de desaparición de personas se concentraban en tres zonas: el
centro del estado, la franja del robo de hidrocarburo que lo atraviesa
por la mitad y la Sierra Norte. Pero desde 2017 el problema se amplió y
ya en 2018 abarcó zonas del estado donde antes no aparecían focos rojos.
El año antepasado el mapa dibujó una especie de letra C invertida,
empezando por Atlixco y pasando por Puebla, Tepeaca y Tecamachalco, el
camino usualmente resaltado por este fenómeno.
Pero desde 2017 llegó a Ciudad Serdán, subió a Lafragua, y siguió su
camino al norte, pasando por Teziutlán y Zoquiapan, todos cerca de la
orilla que divide a Puebla del vecino Veracruz.
Piaxtla y Chiautla de Tapia, en la parte más sur de la Mixteca
poblana y en el camino a la frontera con Guerrero abarcaron por primera
vez esta zona en 2018, estando entre los diez municipios con tasas más
altas de personas no localizadas. Los puntos se extendieron también a la
Sierra Negra, hasta San Antonio Cañada.
El análisis muestra que durante los últimos tres años las
desapariciones han sido más frecuentes también en las ciudades grandes y
centros turísticos. Huauchinango, en la Sierra Norte, municipio
incluido en el programa “Pueblos mágicos”, destacó en 2016 y 2017 (antes
había aparecido en 2013 y 2014), y aunque no tuvo una tasa de
desapariciones particularmente alta en 2018, sí obtuvo el segundo lugar
en homicidios dolosos de acuerdo con un análisis del Observatorio
Ciudadano IGAVIM.
Atlixco, uno de los municipios más importantes de la entidad, aparece
desde 2016 de manera consecutiva. El municipio ocupó el primer lugar en
tasa de homicidio doloso por 100 mil habitantes en el periodo de enero a
octubre de 2018, según el análisis del IGAVIM con datos del
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
(SENSP).
Puebla también resalta en el mapa por su alta tasa de desapariciones y
estuvo entre los diez municipios con índices más altos de homicidios
dolosos por cada 100 mil habitantes.
MUJERES, LAS MÁS VULNERABLES
Las mujeres que viven en Puebla desaparecen más que los hombres.
Desde 2014 organizaciones como el Instituto de Derechos Humanos Ignacio
Ellacuría e investigaciones realizadas por LADO B han denunciado esta
situación.
A nivel nacional, el estado es una de las principales fuentes de captación y tráfico de mujeres con fines de explotación sexual.
En otras entidades del norte del país, como Coahuila y Nuevo León,
estudios y colectivos apuntan que los hombres son más vulnerables a
desaparecer por la dinámica del crimen organizado, de reclutamiento
forzado y asesinatos. Sin embargo, aunque en Puebla desde 2016 las
autoridades reconocieron la entrada de grupos del crimen organizado y el
incremento en la violencia ligada al delito de robo de combustible,
siguen siendo las mujeres las que más desaparecen.
Apenas este 3 de enero la Red por los Derechos de la Infancia en
México (Redim) presentó su balance anual en el que alertó que durante el
sexenio presidencial pasado, 61 por ciento de las personas menores de
edad desaparecidas a nivel nacional fueron niñas, y relaciona este
fenómeno principalmente con la trata de personas y la explotación
sexual.
Puebla es, junto con el Estado de México, el estado con más
desapariciones de menores de edad pues ambos suman 40.5 por ciento del
total de casos en todo el país. Además, la Redim enlistó a Puebla
capital entre los municipios más preocupantes por los casos de menores
de edad desaparecidas: 389, superando incluso a focos rojos como
Ecatepec, en el Estado de México.
UN PROBLEMA QUE NO SE PUEDE SILENCIAR
La desaparición de personas no era un tema que se tocara en Puebla.
La gente desaparecía en silencio, sin pasar de una o dos notas
publicadas en medios, una o dos fotos en las calles y alguna tímida
publicación en redes sociales. Pero el fenómeno que ha azotado estados
enteros del país, como Guerrero, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, ha
crecido en la entidad al punto de impulsar a familiares a hacer su
propio colectivo de búsqueda.
La agrupación “Voz de los desaparecidos en Puebla”, nació hace año y
medio por la iniciativa de tres familias, que ahora son cerca de once
que se dan acompañamiento y apoyo legal para los trámites y el difícil
camino de búsqueda en vida de sus seres queridos.
De 2011 al 8 de octubre de 2018, de acuerdo con una solicitud de
información hecha a la FGE, desaparecieron 4 mil 702 personas, de las
cuales 2 mil 209 seguían como no localizadas a la fecha de la respuesta
(noviembre 2018), equivalente al 47 por ciento del total.
* Este artículo fue retomado del portal ladobe.com.mx
Foto: Aranzazú Ayala Martínez
Por: Aranzazú Ayala Martínez*
Cimacnoticias | Puebla, Pue
No hay comentarios.:
Publicar un comentario