En el proceso de designación del nuevo titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) hay malestar y enojo por parte de diversos colectivos, debido a la versión de que el actual gobierno pretende imponer a dos funcionarios, sin tomar en cuenta las observaciones de organismos civiles.
Así lo afirmó la coordinadora de la Red Eslabones por los Derechos Humanos, Valentina Peralta, quien señaló que en caso de concretarse el nombramiento de los personajes señalados se estaría llevando a cabo un ejercicio de simulación en donde las propuestas e ideas de las familias no habrían sido escuchadas, pese a que fueron convocadas para ello.
De acuerdo con la activista, hay 26 aspirantes a dirigir la CEAV, de los cuales 22 ya han presentado su documentación y han sido entrevistados, pero hasta el momento no se ha hecho público el número de apoyos de organizaciones de familiares que tiene cada candidato, lo que resulta anómalo.
Ni Santana ni Haces
Ante esta situación, comenzó a circular el rumor de que el gobierno pretende imponer en la dirección de la CEAV a Félix Santana Ángeles, director general de estrategias para la atención a los derechos humanos, de la Secretaría de Gobernación (SG), o a María de los Ángeles Haces Velasco, subordinada de Santana en la mencionada unidad.
Según Peralta, la versión de que alguno de los dos sería impuesto se debe a que ambos funcionarios son cercanos al subsecretario de Derechos Humanos de la SG, Alejandro Encinas, quien además designó a Santana como secretario técnico de la CEAV, y a Haces como enlace de la SG con el organismo.
La inconformidad de diversos colectivos respecto de Santana, de acuerdo con la activista, es por considerar que no conoce la problemática de los familiares de víctimas de desaparición y tiene un trato seco con ellos, al tiempo que consideran que Haces no tiene la experiencia laboral para encargarse del puesto.
No es nada contra los candidatos; lo que nos molesta y nos indigna es que piensen que no nos íbamos a dar cuenta de esto. ¿Para qué nos hacen perder tiempo y esfuerzo a los grupos y familiares, si ya tenían desde antes maquinada la jugada? La molestia es por el montaje, no por las personas ni por su capacidad, sino porque piensen que somos tontos, enfatizó.
Peralta alertó que la principal consecuencia de una eventual imposición sería la pérdida de confianza de las organizaciones civiles en un gobierno que se ostentó como diferente a los anteriores.
Fernando Camacho Servín
Periódico La Jornada
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