Monedero
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*
Por
fin Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social), encargado de medir la pobreza en el país y su
impacto, incorpora en este importante informe las cifras desagregadas
por sexo sin que las mujeres sean invisibles.
Algo qe omitió en otros informes o que con frecuencia se omitía, a
pesar de contar con esa información pues sus documentos se basan en la
Encuesta Nacional de los Hogares, misma que se aplica en todo el país en
forma bianual, y por supuesto aporta información desagregada por
género.
Visibilizar a las mujeres que sufren o viven en condición de pobreza
es fundamental para la definición de políticas, particularmente en este
informe que cubre 10 años, pero que no aporta ninguna sorpresa. El
prinicpal factor de pobreza son los ingresos, esa franja verde que se
aprecia en la gráfica, implica o permite confirmar la desigualdad de
género en los ingresos.
Evidentemente esta situación se repite en “la población en situación de pobreza”, durante todo el periodo analizado por Coneval.
La pobreza por ingresos es producto de una política salarial de 40
años con salarios miserables en general, pero agravados con la
desigualdad de género salarial. Una característica fundamental del
mercado laboral mexicano.
Resulta que del total de ingresos que perciben los y las jefas de
hogar seis de cada 10 pesos de ellas provienen de remuneraciones,
ingresos por trabajo independiente o trabajo en general. En el caso de
los jefes de hogar la proporción es de 69.6 por ciento.
En síntesis, los ingresos de la población son de procedencia laboral,
según datos de la Encuesta de Ingreso-Gasto de los Hogares 2019 (ENIGH)
del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Ahí está la
fuente de la pobreza de la población del país, aunque no de la
desigualdad, otro grave problema.
Según el documento citado el nivel (décil) I de ingresos es de mil
851.36 pesos; en tanto que para el décil X la suma asciende a 49 mil
126.05 pesos. Una diferencia o desigualdad de ingresos de 26 veces.
Claro un efecto inmediato es la alimentación, en el décil I seis de cada
10 alimentos son básicos, en tanto que para los de más altos ingresos
(décil X) nueve de cada 10 alimentos que consumen corresponden al grupo
de alimentos básicos.
Desde luego se aprecia un importante incremento en el número de
personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por
ingresos: pasó de 18.7 a 21.0 millones de personas entre 2008 y 2018.
En porcentaje, la población con un ingreso inferior a la línea de
pobreza por ingresos pasó de 49 a 48.8 por ciento durante el lapso que
cubre este análisis. Por su parte el número de personas con un ingreso
inferior a la línea de pobreza por ingresos pasó de 54.7 a 61.1
millones de personas entre 2008 y 2018.
Los reportes por entidad consignan que las tres entidades con los
mayores incrementos en el porcentaje de la población en situación de
pobreza entre 2008 y 2018 fueron: Veracruz, Oaxaca y Colima. En esta
última entidad la economía productiva quedo sumergida en la ilegalidad
del narco.
Pero el informe de pobreza de Coneval ya fue descalificado por las
autoridades de la Ciudad de México, consideran que persiste el
subregistro sobre las verdaderas condiciones o número de personas que
viven en condiciones de pobreza multifactorial.
En realidad, basta considerar que hasta 2018 la canasta básica -como
parámetro de pobreza o línea de bienestar- se componía de tan sólo 17
productos, y aún así un número importante de la población no le
alcanzaba para comprarlos. Mejor imposible.
Para los próximos años el Coneval se plantea, además de medir la
pobreza, habrá de establecer mecanismos de valoración y seguimiento de
información relacionado con el acceso efectivo a los derechos
sociales, a través de ampliar su disponibilidad, calidad y
accesibilidad. Para ello, construirá el Sistema de Información en
Desarrollo Social con Enfoque de Derechos Humanos (SIDS-DH).
Sin embargo, este enunciado debe valorarse a la luz de los últimos
acontecimientos como la destitución de Gonzalo Hernández Licona de la
dirección del Coneval, y claro, los cambios que traerá la nueva política
gubernamental en materia de pobreza.
Hoy que se festeja o celebra el “Día de la Juventud”, en realidad es
muy poco lo que hay que celebrar porque las cifras de pobreza por edad
invitan o perfilan un panorama muy desalentador para la juventud y la
niñez. Ocho de cada 10 personas consideran que el problema de los
“ninis” es muy grave, y cinco de cada diez opinan que los jóvenes no
pueden acceder a un trabajo digno o que su futuro es muy díficl (datos
de la Encuesta de las Heras, 2019).
*Economista especializada en temas de género
Twitter @ramonaponce
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.
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