6/03/2010

La columna de Aguayo: " Sin contrapesos"


Sergio Aguayo Quezada
saguayo@colmex.mx

Felipe Calderón presume que tenemos un sistema político con pesos y contrapesos. En otro foro, Elba Esther Gordillo lo refuta e imparte una cátedra de impunidad.

El domingo dedicado a la exhumación patria, el Presidente lanzó una oratoria plagada de generalizaciones, algunas sin asidero en la realidad. Es fantasioso asegurar que tenemos un "sistema político de pesos y contrapesos, que equilibr[a] el ejercicio del poder, y que es el antídoto más eficaz de las decisiones arbitrarias". ¡Ojalá y fuera cierto! Buena parte de nuestras tribulaciones vienen de que los poderosos carecen de contrapesos. De una larga lista tomo a Elba Esther Gordillo, quien fue entrevistada en vivo por Leo Zuckermann y Javier Tello en el canal de noticias de Televisa, Foro TV (jueves 20 de mayo).

La maestra apabulla con un verbo caudaloso y contradictorio. Usualmente reconoce su participación en algún problema para luego responsabilizar a otros. Acepta que la educación está en crisis pero culpa a las autoridades educativas al tacharlos de aficionados: "Han llegado personajes muy valiosos políticamente pero no hemos tenido un Vasconcelos o un Justo Sierra. Alguien que vaya a
hacer su trabajo de educación".

Estaría luego el embarazoso detalle de que nadie sabe cuántos maestros tiene la SEP y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Cuestionada sobre la membresía sindical responde: "sabemos más o menos por información boca-oído" que son 700 mil miembros. Se libra de la impertinente pregunta diciendo a los entrevistadores que "el que tendría que tener la información es la SEP; pregúntele al secretario". Después divaga un poco, quizá "no se ha hecho [el padrón] porque hay muchas cosas que hacer", para luego exhibir su poder de veto: "no se va a lograr para junio"; la fecha, aclaró, fue
establecida por el Congreso.

El Ejecutivo y el Legislativo no son contrapeso por el enorme poder político acumulado por el grupo de Elba Esther, que protagoniza una de las experiencias más fascinantes y perversas de la transición. Se han beneficiado de las debilidades de nuestra democracia y han contribuido a su degradación. El método de la maestra y su grupo es brillantemente simple. Reúnen información política de calidad para negociar con candidatos. Con su estructura territorial respaldan de diferentes maneras, incluyendo la movilización de votantes. A cambio piden una cuota de cargos públicos en donde manejan puestos y presupuestos que son el combustible que alimenta una máquina política que crece en cada elección. A quien le interesen cifras y detalles consulte en mi página un reportaje de investigación que preparé con Alberto Serdán.

Con ese método ataron a Felipe Calderón, quien todavía paga los favores recibidos de la maestra y su grupo durante la elección del 2006. Los partidos representados en el Legislativo tampoco harán nada porque están en tratos constantes con el Partido Nueva Alianza, factura de Elba Esther. En las elecciones para gobernador de este año va en alianza con el PRI y el Verde en ocho estados; con el PAN en dos; con el PAN y el PRD en otro y sólo en Oaxaca tienen candidato propio. Es al mismo tiempo juez y parte. Como todos los poderes fácticos.

Quienes cuestionan a la maestra son algunos organismos civiles y medios de comunicación. Frente a ellos sale la tradición autoritaria según la cual el papel de la sociedad es votar, pagar y callar. En la entrevista antes citada asegura que "transparentar es bueno", pero muestra su irritación ante la campaña encabezada por organismos civiles para saber cuántos maestros hay. Para ella "el gobierno es el responsable". Sobre la propuesta de transparentar las cuentas de los sindicatos responde con un tajante "no", porque "nosotros les rendimos cuentas a los trabajadores". En otras palabras uno de los grupos políticos más ricos y poderosos carece de contrapesos.

En el discurso de Felipe Calderón del pasado domingo dijo que en México hay plena "libertad para opinar, criticar y disentir". Tiene razón, pero eso conlleva a la obligación de fundamentar con hechos y anclar en la realidad las afirmaciones hechas en tribunas públicas. Lo otro es demagogia.

La Miscelánea

El gremio periodístico vive el agobio de la violencia del crimen organizado. Algunos también padecen la hostilidad oficial. El Dictamen de Veracruz publicó en Excélsior (30 de mayo) un desplegado en el que acusa a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de estar ejerciendo "terrorismo fiscal" contra el periódico por la forma en que cubre la campaña para gobernador del estado. Por conocer la trayectoria de independencia y profesionalismo me sumo a la solidaridad con este medio fundado hace 112 años.

Para comentarios y para leer el siguiente material: Sergio Aguayo Quezada y Alberto Serdán Rosales, "La maestra y el presupuesto", Enfoque de Reforma, 13 de diciembre de 2009; y tres columnas de Leo Zuckermann en Excélsior sobre la entrevista a Elba Esther Gordillo, visite:

www.sergioaguayo.org

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