3/22/2011

Admiten crisis del sol azteca para afiliar a nuevos simpatizantes

Sólo 1 de cada 3 perredistas ha refrendado su militancia
Alma E. Muñoz
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de enero de 2011, p. 17

Con base en datos de la campaña nacional de afiliación y refrendo, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se encuentra en una situación difícil porque –a decir de algunos dirigentes– hay desinterés de la militancia histórica para participar en este proceso. Aunado a ello, registra un considerable número de renuncias.

Enrique Romero Aquino, integrante de la comisión de afiliación del secretariado, aseguró que los cortes de la campaña reflejan que sólo una tercera parte de los militantes han refrendado su militancia, mientras Gilberto Ensástiga, de la Red por la Unidad de las Izquierdas, planteó que esos datos dan cuenta de la molestia de los perredistas por cómo se conduce al partido, además de que la incorporación de nuevos militantes obedece al esquema de acumulación de fuerzas que cada una de las corrientes diseña para los procesos internos.

Indicó que los números claramente reflejan que el avance se da sólo en determinadas entidades: estado de México, Distrito Federal y Michoacán –que registran al 10 de enero un acumulado de más de 200 mil militantes–, pero si te vas a otras entidades es inexistente.

Aguascalientes, por ejemplo, con 2 mil 952 militantes; Baja California, con 3 mil 375, y Baja California Sur, gobernado por el sol azteca, con 2 mil 676.

Para el presidente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez, en cambio, la campaña ha sido un éxito y está próxima a cumplir la meta de contar, en una primera etapa, con un millón 776 mil 668 militantes.

De acuerdo con los datos que entregó el lunes pasado al consejero presidente del Instituto Federal Electoral, el PRD tienen un acumulado a diciembre de un millón 300 mil militantes, pero no aclaró, aunque se le preguntó, cuántos son refrendos y cuántos nuevos afiliados.

Enrique Romero Aquino manifestó que el resultado de la campaña es negativo, porque hay pocos refrendos, y dio cuenta del corte al 3 de noviembre pasado, cuando se registraron un millón 47 mil 552 ciudadanos, pero únicamente 361 mil 579 personas confirmaron su adhesión al partido, lo que refleja sólo 5 por ciento del padrón histórico, calculado en 7 millones.

Es decir, agregó, hay una mega exclusión de perredistas. Y si le pones nombre a los que no se han reafiliado el asunto crece: Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, varios ex candidatos a gobernadores y la mayoría de los miembros del secretariado. Ni siquiera hay un módulo en el edificio central para poder hacerlo.

Así que el padrón, en términos prácticos, está siendo un instrumento técnicamente de desafiliación que nos cuesta por lo menos 60 millones de pesos a los perredistas (al incluirse gastos indirectos), señaló.

A la par de ese análisis, el PRD ha sufrido importantes mermas de militantes, en el contexto de distintos procesos electorales.

La división más grande se dio en Zacatecas, donde se acusó a la ex gobernadora Amalia García de imponerse sobre la base perredista y provocar la derrota del PRD en la entidad.

Miguel Alonso Reyes, su sucesor en el cargo tras ser postulado por el PRI, es justamente un dimitente perredista.

También lo es Ricardo Monreal, quien en una entrevista coincidió con el ex presidente nacional del partido, Leonel Cota Montaño, en que la derrota electoral de Zacatecas puede repetirse en Baja California Sur, por la renuncia de un grueso de militantes –entre ellos el propio Cota– ante las imposiciones de candidatos por parte del gobernador Narciso Agúndez Montaño, apoyado por la dirigencia nacional.

Cota Montaño auguró que muchos votarán por Marcos Covarrubias, quien se fue del PRD por la cancelación de consultas a la base para imponer a Luis Armando Díaz, ex secretario general de Gobierno, como abanderado. Al final, Covarrubias es candidato a gobernador, pero por el PAN.

Recuento de renuncias

Periódico La Jornada
Miércoles 19 de enero de 2011, p. 17

Durante sus 21 años de existencia, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha sufrido una importante merma de personajes.

En 1991, José Woldenberg renunció a su militancia porque el partido se negó a impulsar una transición democrática pactada con el gobierno priísta, en el contexto de las negociaciones que dieron origen al Instituto y al Tribunal Federal Electoral.

Años después, en 1997, el fallecido Gilberto Rincón Gallardo hizo lo propio. Y también el viejo militante comunista de la montaña de Guerrero, Othón Salazar. Finalmente salí del PRD porque en sus filas no tenían cabida los ideales por los que he luchado toda mi vida, le dijo a la socióloga Amparo Ruiz del Castillo, quien recogió sus memorias en el libro Othón Salazar y el movimiento revolucionario del magisterio.

Porfirio Muñoz Ledo abandonó el partido cuando Cuauhtémoc Cárdenas dejó, en 1999, el Gobierno del Distrito Federal para contender, por tercera ocasión, por la candidatura presidencial.

Un año más tarde, Gilberto López y Rivas se fue. En 2003, Ricardo Pascoe, tras ser excluido de la encuesta que seleccionó a los candidatos a jefes delegacionales en el Distrito Federal.

Rosario Robles, tras las acusaciones de desfalco y presunta vinculación con personajes corruptos, particularmente Carlos Ahumada, durante su gestión al frente del PRD.

En los años recientes se suman a la lista Rosalbina Garavito, Gerardo Fernández Noroña, Ricardo Monreal, Raymundo Cárdenas, María Fernanda Campa, Ruth Zavaleta, Víctor Hugo Círigo, René Arce, Leticia Robles Colín, Minerva Hernández, Ricardo Moreno Baptista, Leonel Cota Montaño, Emilio Ulloa y muchos personajes más .

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