9/27/2014

Emma Watson ¿un único feminismo?



Los embajadores de Buena Voluntad en organismos de Naciones Unidas suelen ser personalidades populares de los mundos de las artes, el entretenimiento, el deporte u otros campos de la vida pública que funcionan como suerte de voceros de la institución que representan. En el caso de ONU Mujeres, la actriz británica Emma Watson cumple desde hace seis meses con la función de su embajadora y con ello una amplia participación en diversos eventos a favor de los derechos de las mujeres así como una serie de discursos calificados por gran parte de la prensa internacional como emotivos y empoderados como fue el del pasado 21 de septiembre. 
 
Con motivo del lanzamiento de la campaña HeForShe de la ONU, Watson dio un discurso en el que se asumió como feminista, e invitó a los hombres a sumarse a las luchas del feminismo, en un discurso me atrevo a decir algo desinflado, individualista y neoliberal, pese a los muchas loas que ha recibido.
“El feminismo por definición es la creencia de que los hombres y los mujeres deberían tener igualdad de derechos y oportunidades. Esta es la teoría política, económica y social de la igualdad de sexos”, señaló Watson tras exhortar a los hombres a unirse a favor de los derechos de las mujeres. Pero ¿de qué feminismo habló?, ¿quiénes son sus interlocutores? De un momento a otro me pareció que se olvidó que desde hace muchos años y desde muchas latitudes y posicionamientos políticos han existido y existen muchos y muy variados movimientos feministas. No existe un solo feminismo, existen los feminismos. Del feminismo del que Watson habla es de uno institucionalizado, blanco, capitalista, individualista y eurocentrista, uno que no hace temblar las estructuras pues forma parte de ellas. 

Dejó de lado las estructuras patriarcales capitalistas que sostienen la invisibilización y avasallamiento de los grupos más marginales, entre ellos las mujeres, las lesbianas, las personas inter y transexuales, los grupos nativos que son feminizados en el sentido de considerárseles como ciudadanos de segunda categoría y por tanto deshumanizados. 

Su discurso en tono binario estuvo dirigido al hombre blanco, heterosexual, clase media, de herencia europea, citadino a quien le pidió se uniera por el mejoramiento de los derechos de las mujeres ofreciendo en un deslavado tono que él recibirá beneficios pues dejará de sufrir. “No hablamos muy a menudo de los hombres siendo presos de estereotipos de géneros, pero puedo ver que existen. Cuando sean libres, las cosas cambiarán para las mujeres como consecuencia natural. Si los hombres no necesitan ser agresivos para ser aceptados, las mujeres no se verán obligadas a ser sumisas. Si los hombres no necesitan controlar, las mujeres no tendrán que ser controladas”, señaló la actriz. 

Así que ¿la recompensa para dejar a un lado todos sus privilegios patriarcales de hombre blanco, heterosexual, clase media será el de que podrá llorar y no sentirse obligado a ser agresivo como símbolo de autoridad? 

Me parece es algo simplista y vuelve a ubicar a las mujeres como intrínsecamente débiles y sumisas, sumado a que ahora habría que esperar a que aquél que goza de todos los privilegios los deje a un lado para que los posibles suicidios entre hombres jóvenes por depresión disminuyan, claro esto situándolo en el Reino Unido de Emma Watson. 

Es así que al leer la columna de Carlos Mota en El Financiero HeforShe se topará 
con muro en México sobre el discurso de Emma Watson en la ONU, me queda claro que el encabezado tiene toda la razón pero no por las razones que el columnista señala, donde refiere que a las clases sociales acomodadas en México sólo les parecerá una “curiosidad” el proyecto que lleva 498 afiliados nacionales, evidenciando en palabras de Mota que las mismas “clases sociales mejor acomodadas reproducen el esquema machista y sexista” en el país, sino por que no se están tomando en cuenta las realidades y contextos específicos de las luchas de las mujeres y de los distintos feminismos de naciones oprimidas por el capitalismo y las prácticas coloniales en el mundo en este caso en México. 

En el discurso que la joven actriz dio en la ONU y por el que ha deleznablemente ha recibido amenazas de difundir imágenes se pasan por alto otros elementos que confluyen en la opresión de las mujeres en el mundo como son la clase social, la raza, la preferencia sexual, la explotación económica. 

A veces no es suficiente tener tan sólo Buena Voluntad sino que se debe salir de las estructuras eurocéntricas de pensamiento para pensar en otras realidades y posturas políticas en que se ponga bajo un cuestionamiento profundo el propio privilegio de clase y de raza, al final de todo la ONU sólo ha utilizado a la carismática actriz como imagen para mandar su mensaje institucionalizado. 


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