Proceso reveló la carta de un “anónimo” sobre presuntas “cuentas oscuras” de Televisa, que son investigadas en Estados Unidos.
La información se publicó primero, la semana pasada, en The Wall Street Journal, en lo que la televisora calificó com “un intento orquestado para infligir un daño a la reputación de la compañía y sus empleados”.
En su edición de esta semana, Jenaro Villamil apuntó en su texto que se trata de un documento de 15 cuartillas, enviado a la Securities and Exchange Commission (SEC), máxima autoridad de regulación bursátil de Estados Unidos, y al Departamento de Justicia.
La empresa de Emilio Azcárraga Jean calificó de “ficticias y sin fundamento” las acusaciones.
Esto es parte de lo que afirma dicha carta “anónima”:
“Grupo Televisa recibe dinero en efectivo de partidos políticos y gobiernos estatales para cobertura noticiosa tanto a nivel local como nacional, con apariciones en noticiarios de la pantalla, revistas y promociones especiales. Esta es una operación continua y esta es la razón por la que es difícil rastrear las pistas y calcular el costo del product placements de las producciones especiales en cada segmento de tiempo aire”, señala.
“Si el total de la aparición en tiempo-aire de los gobiernos y partidos políticos se contabiliza, en Grupo Televisa no están reportando hasta 10% de los ingresos, tanto en los canales de televisión abierta como en publicaciones y ventas de televisión por cable y estaciones regionales”, indica.
“Esta operación ha tenido un elevado costo para la imagen de Grupo Televisa y de su presidente Emilio Azcárraga Jean. Partidos políticos y prominentes miembros de la sociedad mexicana han acusado a Grupo Televisa de tener una información tendenciosa y esto ha afectado la credibilidad de la compañía con sus anunciantes”, apunta.
Según el anónimo, la mayoría de los pagos provenientes de partidos y gobiernos se realiza en grandes cantidades en efectivo y son resguardados en una bóveda ubicada en oficinas en Santa Fe y transferidas al Estadio Azteca, para simular la venta de tickets de inexistentes eventos especiales.
El documento calcula que en un año el consorcio lavó unos 40 millones de dólares, en operaciones orquestadas por Alfonso de Angoitia, vicepresidente ejecutivo, y Salvi Foch, jefe de finanzas.
El documento incluye reportes de supuestos pagos realizados por seis gobierno estatales -Estado de México, Puebla, Nuevo León, Veracruz, Chiapas y Chihuahua-, el gobierno federal y dos partidos políticos -el PRI y PAN-, entre 2012 y 2015.
Algunas de las cifras retomadas por Proceso son las siguientes: en 2012, el gobierno del Edomex pagó 870 millones de pesos a Televisa; en tanto, el gobierno federal pagó, en 2012, 450 millones de pesos a la televisora y con el cambio de administración, los pagos ascendieron a 650 millones; 700 millones en 2014; y 800 millones en 2015.
El documento indica que los montos se realizaron en pagos “bulk cash”, por lo que no hay registro de facturas o comprobantes del dinero proveniente de recursos públicos.
En el apartado “creación de entidades para esconder ingresos de Televisa a accionistas”, el documento indica que por conducto de Rodrigo Rosenberg Marzano, estratega financiero de Televisa, Alfonso de Angoitia creó siete compañías en Guatemala para recibir pagos.
También se describen las propiedades inmobiliarias de Angoitia, que incluyen tres casas en Lomas de Chapultepec, un rancho en el Estado de México y un departamento en Nueva York.
Además se alude al yate de Azcárraga Jean, llamado TV, estacionado en Filipinas, adquirido en unos 120 millones de dólares.
La empresa ha asegurado que se trata de “información imprecisa, falsa y engañosa”, pero confirmó la existencia de dicha carta.
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