Como ella, decenas de mujeres afrontan violencia institucional
Los más de 400 casos de feminicidio y la búsqueda de más de cientos de
personas desaparecidas en el estado de Oaxaca, es para muchas mujeres el
“lado b” de la celebración por el Día de las Madres.
Nathalia Martínez es una de ellas. Lleva cinco años de luto y tres de
lucha por lograr la sentencia para los asesinos de su hija Deysi
Martínez, una adolescente desaparecida el 8 de mayo de 2011 y hallada
sin vida el 10 de mayo de ese mismo año.
Hasta este momento la mujer no ha logrado encontrar la justicia para su
hija, quien fue víctima de violación y asesinada por estrangulamiento.
Nathalia Martínez contiene el aliento. Respira. Un silencio invade la
bocina del teléfono. Con la fuerza del coraje afirma: “No me cansaré de
buscar justicia. Así sea lo último que haga en mi vida, no descansaré
hasta que los asesinos de mi hija cumplan la máxima pena en la cárcel”.
A la pesadilla le siguió la indiferencia, burocracia institucional y
difícil acceso a la justicia. Desde la detención de los asesinos de su
hija, ocurrido hace tres años, el juez continúa sin emitir la sentencia
condenatoria. Los inculpados recurrieron a todos los recursos para poder
mantener la defensa.
El 4 de noviembre de 2013, la entonces Procuraduría General de Justicia
de Oaxaca logró la detención de Julio César Heredia López, alias “El
Mimoso” o “El Monster”, integrante de la banda “Los 13”.
Heredia López delató a su cómplice, Roberto Ortega Reyes, alias “El
Fox”, y más tarde fue detenido Jesús Francisco Moncada Mateo, “El
Moncada”, quien también se encuentra tras las rejas. Los inculpados
siguen en la pelea para lograr su libertad.
Además de la obstaculización por las amenazas hacia los testigos, la
mujer se ha enfrentado al constante cambio de agente del Ministerio
Público (MP).
El pasado viernes, al acudir al Juzgado Séptimo de lo Penal, Nathalia
fue informada de que todos los asuntos que se llevaban en este lugar
fueron turnados al Juzgado Segundo. Al acudir para conocer los avances
del caso, la agente del MP le dijo que desconocía el asunto y que
incluso ignoraba cuál era el número de expediente. Con ésta, es la
tercera ocasión que el expediente es cambiado de MP.
Sin duda –señaló– la pérdida de una hija es algo irreparable, una herida
que nunca sana, pero que se hace más grande con el dolor de la
impotencia al no poder tener acceso a la justicia. “Así sea lo último
que haga yo voy a ver la sentencia”, remarcó.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Citlalli López Velázquez, corresponsal
Cimacnoticias | Oaxaca, Oax.-
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