“Son cosas que nos dicen que no podemos hacer las mujeres”
Karina Sánchez Fuentes realiza jornadas laborales de 12 por 24
El sol desaparecía mientras un hombre conducía su coche, una abuela le
contaba un cuento a su nieta, los pájaros entonaban la melodía de la
lluvia y Karina Sánchez Fuentes, de 33 años, iniciaba su jornada laboral
en una de las gasolinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex), ubicada en
el Libramiento Sur Oriente y Andrés Serra Rojas, en esta capital del
estado de Chiapas.
La mamá de dos hijos de 14 y 16 años cuenta en entrevista que lleva seis
años trabajando como despachadora de gasolina, donde además limpia
parabrisas y revisa el aceite de los automóviles, y cumple jornadas de
12 por 24 horas ganando el salario mínimo.
Inició en esta actividad –anteriormente no realizada por mujeres, aunque
actualmente Pemex en Tuxtla cuenta con 15 despachadoras– por invitación
de una amiga suya que le comentó que en Tuxtepec, Oaxaca, contrataban a
mujeres. Posteriormente, se trasladó a esta ciudad donde se encuentra
su familia.
Fue así como ella se adentró a esta actividad, la cual considera como
una gran oportunidad, ya que siempre había tenido la noción de hacer un
trabajo diferente a lo estipulado por su género, hasta tener la
oportunidad de manejar un tráiler: “Porque son cosas que nos dicen que
no podemos hacer nosotras las mujeres y a mí me gustan los retos”.
Gana salario mínimo más propinas, lo que le permite sacar adelante a sus
dos hijos. Karina no tiene esposo. Ella forma parte de los millones de
mujeres jefas de familia en México, que con un sueldo de mil 800
quincenales más un extra al calibrar llantas, limpiar parabrisas y
checar el aceite del vehículo, hace milagros para mantener a su familia y
convertirse en una mamá heroína.
“Este trabajo lo hago porque me gusta, porque mientras hagas las cosas
bien el patrón no te dice nada; lo que sí te exige la gasolinería es que
si no hay personal te tienes que quedar 24 horas. Por ejemplo, hoy
entré a las 19:00 horas y saldré a las 8:00 horas de mañana. Intenté
ingresar a Oxxo (tienda de conveniencia), pero nunca me resolvieron, en
cambio acá no te piden una edad específica y con la secundaria te pueden
contratar”.
Comparte que algunas de las impresiones que le hacen saber las y los
automovilistas, es que se sorprenden de ver a una mujer despachándoles
la gasolina Magna o Premium: “Dicen que es raro ver a un mujer en una
gasolinería, además señalan que el trato que nosotras damos comparado a
la de los hombres es de amabilidad y atención, ya que a veces los
hombres se ponen al tú por tú con el o la cliente”.
Karina también tiene sueños, está por terminar la preparatoria y un
curso de computación, y más adelante estudiará la licenciatura en
Derecho, porque en esta realidad que vivimos hay muchas injusticias: “A
mí me gustaría ayudar a quien lo necesite”.
| Foto: Karina Álvarez/Revista Enheduanna
Por: Karla Gómez
Cimacnoticias/Enheduanna | Tuxtla Gutiérrez, Chis.-
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