La presidencia de Estados Unidos encabezada por Donald Trump, que arrancará este 20 de enero, aviva la posibilidad de que el exsecretario de Hacienda, quien nunca se fue de Los Pinos, tome las riendas de la Secretaría de Relaciones Exteriores relevando a la sobrina de Carlos Salinas de Gortari.
Fuentes de Los Pinos y de la Cancillería confirmaron a esta columna que permea un gran nerviosismo en la oficina de la actual encargada de las relaciones exteriores de México.
“El lunes 9 de enero, el presidente (Enrique) Pena Nieto ofrecerá una comida a los integrantes de su gabinete, en Los Pinos. Si en esa reunión no da su respaldo a Ruiz Massieu, entonces sería inevitable su reemplazo”, aseguró la fuente de Los Pinos.
En la Cancillería, los aliados y detractores de Ruiz Massieu saben de la comida en Los Pinos. “Hay nerviosismo, claro que hay nerviosismo. No han habido mensajes de parte de la Presidencia de que los rumores del reemplazo son solo eso, rumores”, contó el funcionario de la Cancillería consultado por Main Street.
Para algunos diplomáticos de carrera en el Servicio Exterior Mexicano que tienen una amplia experiencia en la relación con Estados Unidos, el temor con la llegada de Videgaray Caso a la Secretaría de Relaciones Exteriores es que se dé por sentado que por el simple hecho de que, como el gran confidente político de Peña Nieto fue artífice de la visita de Trump a México, la próxima Casa Blanca dejará de amenazar a México en materia comercial, económica y migratoria.
Los diplomáticos mexicanos que conocen el teje y maneje de la relación bilateral, están conscientes de que Ruiz Massieu no ha sido una canciller efectiva, pero tampoco un desastre total y absoluto.
Ruiz Massieu “no es una estratega diplomática calificada, pero debemos reconocer que ha tenido la decencia de consultar a quienes conocen la relación con Estados Unidos y por eso no se han cometido errores más lamentables. La visita de Trump a México y a Los Pinos fue obra de Videgaray Caso, no de ella”, expone la fuente diplomática consultada.
Desde el inicio y ahora en el ocaso de su sexenio, Peña Nieto ha sido influenciado y manipulado políticamente por Videgaray Caso. La visita de Trump fue tan embarazosa para Los Pinos que el presidente no tuvo alternativa más que despedir a su gran amigo y confidente de la Secretaría de Hacienda. El pueblo indignado se lo demandó.
La victoria electoral de Trump sobre Hillary Clinton fue caótica para Peña Nieto, pero una reivindicación circunstancial para Videgaray Caso. Astuto, manipulador y vengativo, el extitular de la SHCP podría revivir en el puesto menos indicado para un personaje con estas características y más si el cambio de dirección se toma como medida precautoria ante la amenaza llamada Trump.
En la Cancillería, los que saben se ríen de la premisa de quienes piensan que con Videgaray Caso al frente de la SRE, Trump desistirá de su plan de renegociar y hasta sacar a su país del Tratado de Libre Comercio de America del Norte; que abandonara su plan de deportar a los inmigrantes indocumentados, aunque ya matizó que sólo a los que tengan antecedentes penales; y que dejará su idea de construir una gran muralla en la frontera con México financiada por el bolsillo del erario mexicano.
Con Videgaray Caso como canciller, Trump podría chamaquear con mayor énfasis a Peña Nieto. Es cierto, Ruiz Massieu es una pésima dirigente de las relaciones exteriores mexicanas. Pero, más vale malo por conocido que bueno por conocer.
Trump no modificará su posición respecto a nuestro país, esto es una promesa que hizo a quienes lo hicieron presidente de Estados Unidos y no ante quien hizo a Peña Nieto presidente de México.