CIUDAD
DE MÉXICO (apro).- Defensores de los derechos de la infancia
advirtieron que 22 millones de niños en condiciones de precariedad
económica, de los que 4.7 millones se debaten en la pobreza extrema,
sufrirán los efectos del gasolinazo anunciados por el gobierno de
Enrique Peña Nieto.
En rueda de prensa para presentar el Balance
Anual de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan
Martín Pérez García y Alicia Vargas condenaron la invisibilización de
los niños, niñas y adolescentes en la toma de decisiones y en las
políticas públicas, por lo que solicitaron un encuentro con Peña Nieto.
Pérez
García, secretario ejecutivo de la Redim, sostuvo además que por el
discurso emitido el miércoles 4, en el que habló del incremento a los
precios de los combustibles, es evidente que para Peña Nieto “los niños
son invisibles, no hubo mensaje dirigido a la infancia”.
Luego
agregó que todo indica que no se tomó en cuenta que “53% de los niños
son pobres, esto es, cerca de 22 millones, de los que 4.7 millones son
pobres extremos”, por lo que el impacto de los incrementos a los
combustibles, que se verán generalizados en otros productos, a quienes
más afectarán será a los menores.
El defensor resaltó que por el
artículo cuarto constitucional, que obliga a que toda política pública y
decisión de Estado debe tomar en cuenta el interés superior de la
niñez, así como por la Ley General para Niños, Niñas y Adolescentes, y
por ser Peña Nieto presidente del Sistema Integral de Protección a la
infancia, “tiene que demostrarnos con evidencia de cómo esto (el aumento
al precio de los combustibles) va a significar una mejora o un mal
necesario para niños y niñas”.
Para hablar sobre ese asunto, así
como la “crisis de derechos humanos que hay en el país, particularmente
cómo está afectando a niñas y niños, y para dialogar sobre cómo el
recorte presupuestal está impactando en sus vidas”, es que urgió a una
reunión con Peña Nieto.
Tras recordar que, de acuerdo con un
estudio de hace tres años realizado por el CIDE y la Copred, sobre la
aplicación de los recursos destinados a la infancia donde se encontró
que “sólo es posible identificar a 5% de los beneficiarios”, Pérez
García puntualizó que es indispensable un encuentro en el primer
trimestre del año, con el fin de “hacer los ajustes presupuestales que,
de no ocurrir, no vamos a tener mucha perspectiva de que opere el
Sistema Nacional de Protección y el cumplimiento de la ley pueda ser
efectiva”.
Alicia Vargas, del Centro Interdisciplinario para el
Desarrollo Social y miembro de la Redim, apuntó que la medida
gubernamental de incrementar los costos de los energéticos, “tendrá un
impacto en el empobrecimiento de la población, y se recurrirán a la
estrategia del trabajo infantil como un mecanismo de sobrevivencia”.
La
defensora destacó que uno de los efectos de los gasolinazos “se verá
reflejado en el incremento en el trabajo infantil, que se va a
multiplicar, si ya de por sí para 2015 estábamos hablando de que de los
33 millones de niñas y niños de este país, cerca de 4.7 millones no
estaban en la escuela, eso va a representar un incremento, una
multiplicación de niños que estarán trabajando en las calles”.
También
dijo que, de acuerdo con las cifras del Inegi, en 2015 había 2.5
millones de niños que trabajan, por lo que la cifra no sólo aumentará,
sino que “se incrementarán sus horas de trabajo, con ello el cansancio y
la disminución en el rendimiento escolar, pues sigue siendo la
sobrevivencia cotidiana más importante que la proyección de la
educación”.
De acuerdo con el balance de la Redim, son los menores
de edad quienes sufren con mayor intensidad las tomas de decisiones
equivocadas, como ocurrió con la declaratoria de lucha contra el
narcotráfico, que sólo en 2015 arrojó mil homicidios de menores de 17
años, además de que 30% de los 28 mil registros de desaparecidos de este
país corresponden a niñas, niños y adolescentes.
Gabriela
Escobar, de la Fundación Juconi, denunció que 71% de los menores sufren
maltrato en sus hogares, “pero el problema se ha normalizado de tal
forma que en la legislación de 15 estados se considera a la violencia
contra menores como un método disciplinario”.
La defensora destacó
que estudios del UNICEF y del Sistema DIF han encontrado que 51% de los
niños sufre violencia física, y 25.9% violencia física grave, “y lo
lamentable es que no hay políticas públicas dirigidas a disminuir la
violencia hacia la población infantil ni mucho menos que el sistema de
salud aborde el problema, que ya es un tema de salud pública”.
Laura
Martínez, de la Asociación para el Desarrollo de Personas Violadas,
agregó que no hay atención a la violencia sexual, que es invisibilizada
pese al incremento de casos.
Al señalar que su organización ha
detectado casos de menores de entre 4 y 5 años víctimas de violencia
sexual, pero que no son denunciados, además de que no hay “peritos
especializados para atender a los menores agredidos”.
Otro de los
temas durante la conferencia de prensa tiene que ver con la población
callejera, abordado por Nisaly Brito, de Diálogo de Saberes, quien
resaltó que en ese sector se encuentran los “pobres de entre los
pobres”, que no son contemplados por ninguna legislación.
Los
defensores insistieron en la urgencia de que Peña Nieto sostenga una
reunión con las agrupaciones que integran la Redim para dar una atención
efectiva a 30% de la población en México, que corresponde precisamente a
los menores de 17 años.
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