Entre banderas blancas y negras, negras y rojas y también turquesas, cientos de mujeres de las diferentes organizaciones, Movimiento Evita, Movimiento Popular La Dignidad, Seamos Libres, Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT), entre otros, que conforman la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), se reunieron en Asamblea al costado del Obelisco para organizar su participación en el Paro Nacional de Mujeres del 8 de marzo.
María José y Mónica tienen remeras rojas que fabricaron y estamparon ellas mismas. Las dos llegaron desde Quilmes. “Venimos para que de una vez se respete a las mujeres. Para que no haya más femicidio y también por los derechos de las trabajadoras” dijeron a Cosecha Roja. María José es madre de tres niños y enseña costura en una textil. Mónica, entrerriana y arquitecta y madre de dos jóvenes, es responsable técnica del Movimiento Evita Quilmes y dentro del Plan de actividades, que es una nueva herramienta de trabajo que consiguió la CTEP, hacemos actividades adentro de los barrios con las compañeras de las cooperativas de Argentina Trabaja.
“Hay más mujeres que se animan a salir de sus casas y entienden que ellas pueden progresar y hacer sus propias producciones y que atender a su marido no sea su única responsabilidad”, contó María José. “Cada mujer se lleva lo que hace a las ferias y vende todo lo que hace”.
Patricia es técnica en jardinería y da capacitaciones en huerta. La acompañan a la Asamblea su compañero y su hija de cinco años. “Ella está muy acostumbrada a las marchas. Estaba en la panza cuando se murió Néstor (Kirchner) así que te imaginás”, contó a Cosecha Roja. Patricia viene de Tigre. “En la CTEP somos mayoría de mujeres.
Vamos a marchar el 7 con el paro de la CGT y también el 8 de cara al Paro Nacional de Mujeres”, dijo. Ella da clases a dos cooperativas y a algunos alumnos “sueltos”. “Desde octubre, que llegaron los recursos, nos pusimos a trabajar en parcelas de dos por dos. Hasta hace poco nos comimos lo que hicimos pero ahora ya estamos pudiendo preparar bolsones para vender”. La tierra que usa Patricia es una parcela lindera a una capilla. A cambio, los miembros de la cooperativa le construyeron dos bañitos.
Milca fue al Obelisco para visibilizar una problemática que atraviesa a todas las mujeres del sector de la economía popular. “En nuestro caso es la cuestión gremial la que nos unifica y nuestro reclamo no tiene que ver directamente con una política de género sino que planteamos que el ajuste de este gobierno genera violencia, exclusión y hambre. Todas esas situaciones profundizan la violencia patriarcal hacia adentro del hogar”, explicó a Cosecha Roja.
Milca es responsable del Movimiento Evita en Tigre y trabaja con las cooperativas. “Vivo con mi hijo de 19 años. Somos nosotros dos y aun así nos cuesta llegar a fin de mes. Él está terminando el secundario y está a mi cargo. Veníamos de años de construir nuestra casa pero ahora se paró. Siempre digo que antes entrabas a un barrio un fin de semana y sentías el olor a asado. Eso no existe más. Ni el asado ni las changas (trabajo eventual)” contó. “En las cooperativas de trabajo la mayoría son mujeres. Hacen su trabajo y van a la casa y siguen trabajando pero casi todas han perdido su changa. Las costureras y ni te digo las que lavaban para la gente de los barrios privados. Eso mermó. La crisis afecta a todas las clases sociales”.
“Soy de la CTEP San Martín y estoy acá para hablar sobre el 8 de Marzo y para decir que el ajuste es violencia hacia las mujeres. Nosotras salimos a bancar la olla”, dijo a Cosecha Roja Zulma Duette, concejal por el Movimiento Evita. “Yo era una trabajadora de la economía popular y presidenta de una Cooperativa de Argentina Trabaja. Hacía trabajo social con módulos de trabajo. Es muy desesperante ver que todos los días se cierra una fábrica. Esa es nuestra lucha”.
Zulma vive en un asentamiento, en el barrio 9 de Julio. Su familia está formada por sus tres hijos, la hija y la nieta de su marido. “Mi situación económica cambió porque pude acceder a ser concejal pero no me olvido de dónde vengo y mi lucha está acá, con estas mujeres. Mi asentamiento mejoró un montón. El intendente le puso asfalto pero las casas son precarias y las familias viven amontonadas. Igual yo, aunque sea presidenta me pienso morir en mi asentamiento. Nunca me voy a ir de ahí”.
*Este artículo fue retomado del portal Cosecha Roja.
Imagen retomada del portal Cosecha Roja. Fotografía: Josefina González
Por: la Redacción* Cimacnoticias | Buenos Aires, Arg .-
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