Protegido por funcionario, dice madre de víctima
El expediente de abuso sexual cometido por Félix Miguel Rojas Romero,
entrenador cubano de la sección juvenil de Tabasco, contra la hija menor
de Odina de Jesús Tum, acumula 7 mil fojas y señala 25 amparos, sin
que a la fecha se haya hecho justicia.
El delito fue cometido hace tres años, cuando la niña tenía 14 años y tres meses de edad y estaba bajo la dirección deportiva de Rojas Romero, designado entrenador por el director general del Instituto del Deporte de Tabasco, Carlos de Jesús Dadgdug Nazar, a pesar que en febrero del 2013, el Instituto Nacional de Migración, Delegación Tabasco, le negó la estancia regular en el país.
Félix Miguel Rojas Romero, utilizando técnicas de masaje deportivo, adormiló a la víctima, seleccionada juvenil, la hizo tocamientos contra su voluntad e intentó desvestirla, ante lo cual ella se puso a salvo del sujeto y fue a contárselo a su madre y a su padre.
Sin embargo, al realizar la denuncia ante las autoridades judiciales, la fiscal del Ministerio Público de Tabasco, Michel López Morales, minimizó los hechos porque, dijo, no se trató de una “violación sexual” sino de un simple “abuso sexual”.
La Fiscal solo tomó la declaración de la menor y se negó a recibir testimoniales del padre y hermana de la víctima, no aseguró el lugar de los hechos ni los archivos del Instituto de Deporte de Tabasco.
Dichos errores en la integración de la denuncia han sido aprovechados por el procesado Rojas Romero, quien en el tiempo e que sucedió el abuso vivía a unos cuantos metros del domicilio de la víctima.
El Poder Judicial del Estado de Tabasco, señala la madre de la víctima, reprodujo los mismos vicios que en la Fiscalía y la jueza, Thelma Elena Lastra Osorio, cometió errores en el procedimiento, en temas como asistencia consular al procesado y valoración de pruebas ofrecidas por la víctima dentro del término constitucional.
La jueza decretó formal prisión por el delito de abuso sexual simple, lo que permitió al acusado alcanzar libertad provisional bajo fianza, con veinte mil pesos, aunque el Código Penal del Estado de Tabasco, en su Artículo 156, establece pena de dos a seis de prisión al que sin consentimiento de una persona ejecute en ella o la haga ejecutar un acto erótico sexual.
AGRAVANTES
La madre de la niña señaló a Cimacnoticias que hay, además, agravantes en la comisión del delito, ya que el Artículo 158 del Código Penal local señala que “Las penas previstas en los artículos anteriores se incrementarán en una mitad cuando se empleare violencia, se cometa el delito por varias personas, sea el medio para generar pornografía infantil, exista relación de autoridad, de hecho o de derecho, entre el inculpado o imputado y la víctima, o aquél aprovecha, para cometerlo, los medios o circunstancias del empleo, oficio o profesión que ejerce”.
En este caso, el entrenador tenía un cargo de autoridad sobre la niña y aprovechó sus conocimientos en masajes deportivos para adormecerla.
DESPROTECCIÓN, REVICTIMIZACIÓN
Señala también la señora Ondina Tum que el Poder Judicial de Tabasco negó medidas de protección a su hija, pese que la casa del agresor estaba a solo 50 metros de distancia. También ordenó careos entre la víctima y su agresor, revictimizándola, atendió las peticiones hasta con 50 días de retardo, notificó resoluciones relevantes un año después y, en suma, sus actuaciones evidencian el desconocimiento de las normas nacionales e internacionales que protegen a la infancia.
Durante el proceso, dijo la madre, han pasado más de seis fiscales del Ministerio Público, se han promovido más de 25 demandas de amparo, entrequejas, revisiones, inconformidades, apelaciones y revisión de más de 50 recursos.
Además, ella ha notificado el caso a Enrique Peña Nieto, al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y al Congreso de la Unión.
INFLUENCIAS Y REPRESALIAS
El caso se torna complicado, explicó Ondina Tum, ya que el entrenador es protegido del titular del Instituto del Deporte de Tabasco, quien a su vez es ahijado del Gobernador. Esta relación habría hecho que el director de Instituto mantuviera en el cargo al entrenador después de que fue enterado de la denuncia, lo cual, señaló la madre de la víctima, lo convierte en cómplice del abusador.
Además, señala Ondina Tum, tras la denuncia, debido a que ella es trabajadora del Poder Judicial desde hace 30 años -actualmente es coordinadora del área civil del Comité de Compilación de Tesis- el magistrado presidente, Jorge Javier Priego Solís, la ha acosado, aislado y discriminado. Y, recientemente, lanzaron una iniciativa para desparecer su área de trabajo.
A todo esto se suma, concluye la señora Tum, el estrés que ha generado esta situación en la familia, la vulnerabilidad económica y daños a la salud, problemas derivados de un clima de injusticia.
El delito fue cometido hace tres años, cuando la niña tenía 14 años y tres meses de edad y estaba bajo la dirección deportiva de Rojas Romero, designado entrenador por el director general del Instituto del Deporte de Tabasco, Carlos de Jesús Dadgdug Nazar, a pesar que en febrero del 2013, el Instituto Nacional de Migración, Delegación Tabasco, le negó la estancia regular en el país.
Félix Miguel Rojas Romero, utilizando técnicas de masaje deportivo, adormiló a la víctima, seleccionada juvenil, la hizo tocamientos contra su voluntad e intentó desvestirla, ante lo cual ella se puso a salvo del sujeto y fue a contárselo a su madre y a su padre.
Sin embargo, al realizar la denuncia ante las autoridades judiciales, la fiscal del Ministerio Público de Tabasco, Michel López Morales, minimizó los hechos porque, dijo, no se trató de una “violación sexual” sino de un simple “abuso sexual”.
La Fiscal solo tomó la declaración de la menor y se negó a recibir testimoniales del padre y hermana de la víctima, no aseguró el lugar de los hechos ni los archivos del Instituto de Deporte de Tabasco.
Dichos errores en la integración de la denuncia han sido aprovechados por el procesado Rojas Romero, quien en el tiempo e que sucedió el abuso vivía a unos cuantos metros del domicilio de la víctima.
El Poder Judicial del Estado de Tabasco, señala la madre de la víctima, reprodujo los mismos vicios que en la Fiscalía y la jueza, Thelma Elena Lastra Osorio, cometió errores en el procedimiento, en temas como asistencia consular al procesado y valoración de pruebas ofrecidas por la víctima dentro del término constitucional.
La jueza decretó formal prisión por el delito de abuso sexual simple, lo que permitió al acusado alcanzar libertad provisional bajo fianza, con veinte mil pesos, aunque el Código Penal del Estado de Tabasco, en su Artículo 156, establece pena de dos a seis de prisión al que sin consentimiento de una persona ejecute en ella o la haga ejecutar un acto erótico sexual.
AGRAVANTES
La madre de la niña señaló a Cimacnoticias que hay, además, agravantes en la comisión del delito, ya que el Artículo 158 del Código Penal local señala que “Las penas previstas en los artículos anteriores se incrementarán en una mitad cuando se empleare violencia, se cometa el delito por varias personas, sea el medio para generar pornografía infantil, exista relación de autoridad, de hecho o de derecho, entre el inculpado o imputado y la víctima, o aquél aprovecha, para cometerlo, los medios o circunstancias del empleo, oficio o profesión que ejerce”.
En este caso, el entrenador tenía un cargo de autoridad sobre la niña y aprovechó sus conocimientos en masajes deportivos para adormecerla.
DESPROTECCIÓN, REVICTIMIZACIÓN
Señala también la señora Ondina Tum que el Poder Judicial de Tabasco negó medidas de protección a su hija, pese que la casa del agresor estaba a solo 50 metros de distancia. También ordenó careos entre la víctima y su agresor, revictimizándola, atendió las peticiones hasta con 50 días de retardo, notificó resoluciones relevantes un año después y, en suma, sus actuaciones evidencian el desconocimiento de las normas nacionales e internacionales que protegen a la infancia.
Durante el proceso, dijo la madre, han pasado más de seis fiscales del Ministerio Público, se han promovido más de 25 demandas de amparo, entrequejas, revisiones, inconformidades, apelaciones y revisión de más de 50 recursos.
Además, ella ha notificado el caso a Enrique Peña Nieto, al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y al Congreso de la Unión.
INFLUENCIAS Y REPRESALIAS
El caso se torna complicado, explicó Ondina Tum, ya que el entrenador es protegido del titular del Instituto del Deporte de Tabasco, quien a su vez es ahijado del Gobernador. Esta relación habría hecho que el director de Instituto mantuviera en el cargo al entrenador después de que fue enterado de la denuncia, lo cual, señaló la madre de la víctima, lo convierte en cómplice del abusador.
Además, señala Ondina Tum, tras la denuncia, debido a que ella es trabajadora del Poder Judicial desde hace 30 años -actualmente es coordinadora del área civil del Comité de Compilación de Tesis- el magistrado presidente, Jorge Javier Priego Solís, la ha acosado, aislado y discriminado. Y, recientemente, lanzaron una iniciativa para desparecer su área de trabajo.
A todo esto se suma, concluye la señora Tum, el estrés que ha generado esta situación en la familia, la vulnerabilidad económica y daños a la salud, problemas derivados de un clima de injusticia.
Especial Cimacnoticias | Tuxtla Gutiérrez, Chis.-
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