La SCT pagó por
servicios en obras que se encontraban suspendidas o servicios no
ejecutados, según la revisión a la Cuenta Pública 2015 realizada por la
Auditoría Superior de la Federación.
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) -
Los
trabajos para construir el Tren Interurbano México-Toluca, una megaobra
que promete mejorar la movilidad entre la Ciudad de México y el Estado
de México, tuvieron fallas e irregularidades que en 2015 derivaron en
pagos indebidos por 137 millones de pesos, concluyó la Auditoría
Superior de la Federación (ASF) en su revisión a la Cuenta Pública
correspondiente a ese año.
De ese total, 99 millones de pesos
fueron de pagos que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)
hizo a las empresas que contrató para supervisar las labores de ciertas
etapas del proyecto, a pesar de que en el momento de la erogación dichas
etapas estaban en suspenso.
“(Se
detectó) el pago de servicios realizados en obras que se encontraban
suspendidas o que aún no se habían iniciado”, señala el informe de la
Auditoría, el cual detalla que se trató de la supervisión de la
construcción de un túnel, de un viaducto elevado en la Ciudad de México,
de talleres y de cocheras para los convoyes. Por esa razón, el órgano
fiscalizador exige a la dependencia federal aclarar qué ocurrió y
restituir el monto en cuestión.
Otro caso es el de 30 millones de
pesos pagados indebidamente porque las autoridades de la SCT no
verificaron que el contratista realizara todos los trabajos estipulados
en el contrato, ni cumpliera con los precios unitarios acordados.
A
esto se suman 3.5 millones de pesos derivados de que la ASF encontró
“diferencia de volúmenes entre la obra pagada y la obra ejecutada”, así
como 4.4 millones de pesos por el incumplimiento de supervisiones
externas.
La Auditoría advierte, además, que ni la SCT ni el
gobierno de la Ciudad de México —también responsable de parte de los
trabajos— evaluaron correctamente a todas las compañías que participaron
en las licitaciones, lo que causó que no se obtuvieran “las mejores
condiciones técnicas y económicas para el Estado”.
El tren
México-Toluca es una de las grandes obras de infraestructura de la
administración del presidente Enrique Peña Nieto, que promete beneficiar
a miles de ciudadanos que necesitan moverse entre el Estado de México y
la capital del país.
Sin
embargo, el proyecto ha enfrentado tanto cuestionamientos de
especialistas en movilidad —quienes ponen en duda el impacto que tendrá—
como la oposición de quienes habitan algunas de las zonas por donde
pasará la obra.
Las autoridades federales aseguran que, cuando
empiece a operar en 2018, el tren podrá recorrer en 39 minutos un tramo
de 57.7 kilómetros. El tramo constará de dos estaciones terminales y
cuatro intermedias.
En su revisión a la Cuenta Pública de 2015, la
ASF también detectó irregularidades en grandes obras como construcción
del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) y la ampliación de
la Línea 12 del Metro capitalino.
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