8/13/2017

Salud: gasolinazo, matracas y Facebook Live



Gustavo Leal F.*
El 7 de enero de 2017, día de le enfermera, el secretario de Salud, José Narro, aprovechó para defender el gasolinazo: es una decisión compleja, pero ineludible. Una determinación dolorosa, pero responsable. Una medida impopular, pero oportuna, indicó, mientras Peña Nieto lo miraba con seriedad. Narro argumentó que los 200 mil millones de pesos del subsidio a los combustibles equivalen al presupuesto de la Ssa, incluidas las transferencias a los estados. La resolución, puntualizó, permitirá contar con recursos para asegurar programas de lucha contra la pobreza y de atención a la salud. Además, las finanzas públicas ya no aguantaban la carga del subsidio a la gasolina y se optó por proteger a los menos favorecidos y por el mal menor. Porque en estos cuatro años, el sistema público de salud se ha fortalecido.
¿Fortalecido? No precisamente en el estado de México. Sólo un mes después de que el doctor Narro defendiera el gasolinazo, Pedro Sabino y su hijo, Juan Carlos, optaron por elevar –hasta la Presidencia de la República– las carencias que padecieron cuando acudieron al Centro de Salud Hank González, en Ecatepec. Pedro solicitó consulta por gripe y su hijo requería atención por pérdida de peso, sed y micción frecuente. En el centro les comunicaron que no disponían de laboratorio para hacer análisis al hijo. Tampoco contaban con medicamento para tratar la gripe del padre. Entonces compraron antibióticos para la tos de Pedro, mientras Juan Carlos recolectaba PET y cartón para sumar 350 pesos y pagar así los estudios de laboratorio en un gabinete particular. Juan Carlos regresó al Centro de Salud donde, ahora, le indicaron que se requerían nuevos análisis de laboratorio.
Además, en el escrito que presentaron en la Oficina de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República, documentaron la inseguridad que se vive en el municipio: no hay medicamentos suficientes para atender a todos los pacientes. Hay que llegar a las cuatro de la mañana, parados a la intemperie y arriesgándonos con la delincuencia.
Apenas unos días antes, –en Cuautitlán, estado de México y ante cientos de personas trasladadas en autobuses desde Texcoco, Teoloyucan y Tultepec– al iniciar el Programa Nacional de Reafiliación 2017 al Seguro Popular, el doctor Narro había rechazado que la visita de secretarios de Estado federales al estado de México tuviera tintes electorales: hay gente que sólo piensa de forma retorcida, expresó. Y agregó: El estado de México tiene un padrón de ocho millones de afiliados y –al menos 2.1– millones deberán ser reafiliadas. Quiero decirlo de frente, con toda claridad: éste es un estado-país; es el más grande, aquí hay 16 millones de habitantes. Hay gente que sólo piensa de forma retorcida; hay gente que pensamos con toda claridad en los intereses de la población; a mí, mi preocupación es la gente y aquí hay 16 millones de personas.
Y aclaró: el proceso electoral del Estado aún no arranca. Esta visita es una de varias. En febrero 2017 fue la primera a Toluca. No creo que tengamos que sentirnos mal, cuando lo que hacemos es pensar en la salud. La salud no admite distingos de ninguna naturaleza. El Seguro Popular es absolutamente para quien lo necesita, independientemente de su condición de género, convicciones religiosas, intereses y militantes en partidos de los colores que sean. La salud es una responsabilidad del Estado. Iniciamos una reafiliación a la que estamos absolutamente obligados y queremos hacerla. La hemos hecho porque tenemos la obligación y porque conviene para todos. El Seguro Popular, remató, es un programa virtuoso: garantiza que las personas como ciudadanos y no como trabajadores puedan acceder a servicios médicos. No estamos haciendo proselitismo. Estamos arrancando la campaña nacional de reafiliación.
El 10 de abril –frente a más de cuatro mil integrantes de la sección 5 del SNTSS– el candidato Alfredo del Mazo Maza (PRI-Verde-Panal-Encuentro Social) ofreció hacer del sector salud mexiquense el mejor del país en atención, infraestructura, con medicinas y personal suficientes en clínicas y hospitales, modernizar instalaciones, impulsar bonos de productividad para el personal y formalizar plazas de trabajadores por contrato. Ustedes, afirmó, hacen un gran esfuerzo diariamente por dar el mejor servicio, pero no tenemos insumos o medicinas suficientes. Quiero reconocer el esfuerzo de los trabajadores de la salud.
Dos días después, el secretario Narro realizó –junto con el gobernador Eruviel Ávila– un recorrido de supervisión al abastecimiento de medicamentos en el Hospital General de Chalco. La visita y la entrega de las medicinas –en la que también estuvo presente el secretario de Salud estatal, César Gómez Monge– fue transmitida por Facebook Live en la cuenta del mandatario. “Si alguna medicina, lo instruyó así el secretario de Salud, que si alguna medicina no está aquí por el motivo que sea, el hospital te da un cupón y se puede canjear en diferentes farmacias cercanas al hospital. Ha habido observaciones en el tema de medicamentos, en términos generales vamos muy bien, el señor secretario solicitó e instruyó hacer una supervisión personalmente, explica Ávila en el video. En el resto de la transmisión, el gobernador consulta a los usuarios sobre servicios y atención del hospital.
Al mes de agosto 2017, el estado de México había incumplido el plazo para
comprobar el uso de 921 millones se pesos aportados por el Seguro Popular correspondientes al año 2016.
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

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