Durante los últimos
meses varios países, especialmente dentro de la región Asia-Pacífico,
se habían alejado, o fueron alejados, de Estados Unidos, y se habían
acercado a China. Ésta es considerada por la mayoría de las fuentes como
el segundo lugar mundial, en cuanto a la economía, después de Estados
Unidos.
Los estudios que yo he podido conocer y publicar, hechos en
diferentes países, coincidieron en que en 10 años o menos, conforme al
hecho de que China crece mucho más rápido que Estados Unidos pasaría al
primer lugar. Algunas de estas investigaciones llegaron más lejos y
fueron al cálculo de que dentro de periodos más largos, China sería el
primer lugar, India el segundo y Estados Unidos el tercero, para 2050.
Este último estudio fue dado a conocer en Londres a principios de mayo
pasado por la PricewaterhouseCoopers (PwC). Lo comentamos el 7 de ese
mismo mes en el artículo
Estados Unidos, la fuerza anunciada y el dólar rechazado.
Pues bien, el 24 de julio la directora gerente del Fondo Monetario
Internacional (FMI) habló en un evento de un grupo de expertos del
Centro para el Desarrollo Global, en su sede en Washington. Dijo que en
unos 10 años si China mantiene su ritmo de crecimiento económico y tiene
una buena representación en el FMI, éste se trasladaría de Washington a
Pekín, capital china.
Los estatutos del Fondo Monetario Internacional establecen que la
sede central de la institución debe estar en el país con la mayor
economía del fondo.
En ese momento, el FMI había revisado su previsión del ritmo de
crecimiento económico de China, considerando los hechos económicos
respectivos, a 6.7 por ciento en 2017 y 6.4 por ciento para 2018
(coincidiendo con los montos calculados por el gobierno chino). El ritmo
para 2017 sería igual al del año pasado. El ritmo del segundo trimestre
de crecimiento de China fue igual al del primero, también de 6.7 por
ciento.
Frente a estos porcentajes, el aumento económico que calcula,
prevé y ha anunciado en escritos, para Estados Unidos el Banco Mundial,
es de 1.3 por ciento.
Alemania y otros países europeos han aumentado su comercio con China,
y sus inversiones en ella, y no se ve que se opongan a la aplicación de
los estatutos mencionados del FMI.
Ya en artículos anteriores hemos mencionado otros cambios en lo que
va del año, como la formación de una institución comercial de 16 países
de Asia y el Pacífico, con una población conjunta cercana a la mitad de
la población mundial. Se han seguido dando pasos, incluso reuniones, en
ese sentido, y se mantiene el acuerdo de formalizar esa institución para
fines de este año. Incluye a China, India, Japón, Indonesia, Pakistán,
Filipinas y otros 10 países. Sólo los seis mencionados tienen en su
conjunto más de tres mil 200 millones de habitantes. Más de 10 veces la
población de Estados Unidos.
El actual presidente estadunidense se siente como el amo del mundo,
quiere imponer su voluntad a todos, y no es consciente de que el mundo
está cambiando. Tampoco los que todavía gobiernan a México y se someten
al norte.
Hay quienes, ante los problemas en el norte, plantean mayores
relaciones en el sur, claro, con los gobiernos más derechistas. Pero no
de puede ignorar que el mayor crecimiento
económico del mundo está en el oriente. Si incluso el Fondo Monetario
Internacional, antes controlado por Estados Umidos, voltea hacia China
como su futura capital, no se puede ignorarla y voltear hacia otro lado,
y también a India, ambos países con alrededor de 7 por ciento de
aumento económico anual, frente a 1.3 por ciento de EU, y con un
gobernante muy especial.
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