“Las peleas entre ellos ya eran a gritos”, dice a Apro
un cercano a Martínez Cázares. El motivo fue la retención de recursos
por parte de Hacienda, en acatamiento de la decisión presidencial de
reducir gastos y concentrar todas las compras del sector público.
En su carta de renuncia, presentada la mañana de miércoles al Consejo
Técnico del IMSS, el órgano de gobierno del Instituto, aludió a Urzúa y
a Raquel Buenrostro, su todo poderosa Oficial Mayor que concentra las
compras del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
“Algunos funcionarios de la secretaría de Hacienda tienen una
injerencia perniciosa en el IMSS”, aplicando criterios “neoliberales” de
ahorro y más ahorro, dijo en su carta, cuando deberían más bien buscar
mayores recursos para el Instituto y terminar con la corrupción que
representa la simulación de la declaración de las cuotas subestimadas
que se pagan al Instituto.
“Ahorrar y controlar en exceso el gasto en salud es inhumano”, dijo
de “los funcionarios de Hacienda”, a los que acusó también de querer
nombrar en todo el país a una suerte de “delegados administrativos
estatales” y de esa manera anular a los delegados aprobados por el
Consejo Técnico.
Si bien se refirió a “algunos funcionarios de Hacienda”, en el fondo
se trata de un severo cuestionamiento al afán de recortar, centralizar y
controlar los recursos públicos por parte del gobierno de López
Obrador, quien terminó tomando partido por Urzúa.
La disputa con Hacienda, que se expresa en escasez de medicamentos
para los derechohabientes del IMSS en todo el país, con el riesgo para
la salud de miles de personas, representa la primera baja en el gabinete
de López Obrador, a medio año de su gobierno.
Una pregunta obligada es si en ese afán el gobierno de la 4T ha
considerado que pudiera provocar la muerte de personas, con la
eventualidad de que sea demandado.
La decisión de controlar los recursos desde Hacienda también se
aplicó para la impresión de los libros de texto gratuito del próximo
ciclo escolar, luego de que el nuevo compadre del presidente, Miguel
Rincón, se quedara con la subasta para vender el papel al gobierno. Se
revocó la compra a causa de ese nuevo compadrazgo y el riesgo es que el
próximo ciclo escolar inicie sin libros de texto.
La de Germán Martínez no es la única disputa conocida hasta
ahora. Apenas hace dos semanas se insistió en la supuesta renuncia del
jefe de Oficina de la Presidencia, el empresario Alfonso Romo Garza, por
conflictos también con la secretaría de Hacienda. Romo y el propio
presidente desmintieron la versión.
El gobierno de López Obrador tenía apenas unas cuantas semanas cuando
se insistió en la renuncia de la secretaria de Gobernación, la ministra
en retiro Olga Sánchez Cordero, por sus alegadas confrontaciones con el
secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.
Como los cargos de elección popular son irrenunciables, Germán
Martínez tendrá que regresar a su escaño en el Senado, que ahora ocupa
su suplente, Pedro Haces Barba, uno de los dirigentes sindicales de la
4T con su Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México
(CATEM).
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