Ciudad de México. De los empleos formales
registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que se
perdieron en marzo, 70 por ciento fueron de personas jóvenes, pero el
panorama más sombrío es para las mujeres quienes tienen mayor brecha de
desempleo y menor tasa de participación laboral debido a su ocupación en
tareas no remuneradas de cuidado y del hogar.
Ante este
escenario, representantes de organizaciones que integran la “Alianza
Jóvenes con Trabajo Digno”, llamaron en conferencia de prensa virtual, a
las autoridades de gobierno a proponer respuestas e incluir a la
juventud en la economía para detonar crecimiento sostenible, superar la
pobreza y romper la espiral de criminalidad y violencia.
La
directora de Fundación Forge, Andrea Méndez, expuso que durante la
pandemia de COVID -19, los empleadores decidieron correr a las y los
jóvenes. El resultado es que de los empleos formales registrados ante el
IMSS que se perdieron en marzo, 70 por ciento fueron de jóvenes de
hasta 29 años de edad.
De acuerdo con datos del IMSS, la pandemia
elevó la tasa de desempleo a nivel nacional a 34 por ciento, sólo
durante el mes de abril, incluyendo a quienes están en la desocupación y
quienes están disponibles. En el caso de la población joven, el
desempleo fue de 41 por ciento; mientras para personas adultas (de 30 a
64 años de edad) fue de 28 por ciento.
La directora de Servicios a
la Juventud (Seraj), Daniela Dorantes, expuso que para lograr una
recuperación económica más rápida y con mayor cohesión social, se
requiere multiplicar las oportunidades para la juventud, quienes antes
de la contingencia ya tenían una tasa alta de desempleo y trabajos más
precarios.
Antes del COVID-19 y de esta crisis económica,
explicó, la mayoría de las y los jóvenes que trabajaban carecían de
salario suficiente, de contrato estable y de afiliación sindical. Además
muchos están en el subempleo y otros tienen jornadas laborales
excesivas.
Los datos del Observatorio de Trabajo Digno de Acción
Ciudadana Frente a la Pobreza muestran que 61 por ciento de jóvenes
ocupados carece de seguridad social (9 millones de jóvenes); 7 por
ciento son subempleados (1.1 millones de jóvenes) y 25 por ciento tiene
jornadas laborales excesivas (3.9 millones de jóvenes), por encima de 48
horas a la semana.
Daniela Dorantes expuso que antes de la
pandemia, la brecha de desempleo entre mujeres jóvenes fue de 23 por
ciento y en hombres no jóvenes de 4 ciento, casi seis veces más para
ellas. Además, la tasa de participación laboral de las mujeres es de las
más bajas de América Latina.
La Alianza destacó que en México
hay 3.8 millones de mujeres jóvenes no disponibles para trabajar por
estar realizando trabajos no remunerados, en servicios de cuidado y
labores domésticas.
La integrante de Acción Ciudadana Frente a la
Pobreza, María Ayala, señaló que las respuestas de los gobiernos a esta
situación han sido insuficientes. Aunque el gobierno federal asegura
que el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” atiende el desempleo,
explicó que ofrecer una beca durante un máximo de 12 meses, no es
suficiente ante el reto de crear al menos 1 millón 200 mil empleos cada
año.
La directora de “Youth Build México”, Tere Lanzagorta,
agregó que una forma de evitar los riesgos derivados de esta etapa de
desempleo es otorgar un apoyo económico temporal a las personas jóvenes,
pero también se podría otorgar un subsidio parcial a los salarios para
evitar despidos y promover la inclusión laboral de las mujeres.
20/AGM/LGL
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