1. Porfirio Muñoz Ledo, el gran camaján de la política (viejo y astuto), acaba de declarar, a tambor batiente, que todo el legislativo mexicano funciona como borregos siguiendo a su pastores. Obvio que Muñoz Ledo se las sabe de todas, todas. Él fue borrego, a los dos años carnero, luego eficiente pastor y desde los 45 años jefe de pastores. ¿Tiene razón y no don Porfirio? Olvida que a todos los políticos profesionales –también a los no políticos- nos educan nuestros padres y la sociedad para ser sumisos, respetuosos, a cumplir normas de comportamiento dócil que la sociedad civil y religiosa ha impuesto como normas obligatorias para ser aceptados en la sociedad. Pero tiene razón Porfirio cuando opina que en los partidos –faltos de ideas e iniciativas- todos siguen sin crítica lo que les impone su líder.
2. La realidad es que Muñoz Ledo contradice a su tocayo el dictador Porfirio Díaz quien, como debe recordarse, en 1908 declaró que el pueblo mexicano “ya estaba preparado para gobernarse” y que él con gusto dejaría la Presidencia que ocupó 32 años antes. López Obrador repite en cada discurso que el pueblo mexicano es el más avanzado del mundo, que por ello lo eligió. No sé, ese mismo pueblo dejó gobernar durante más de 30 años a los cinco gobernantes (tres del PRI y dos del PAN) más ladrones y asesinos de la historia y no dijo nada. ¿Es acaso ese mismo pueblo el que ha vivido durante siglos la miseria, el hambre, el desempleo y no le interesa que sus ladrones y asesinos no se vayan a prisión? Por ello Muñoz Ledo tiene un poco de razón pero por el hecho de haber sido pieza muy grande del PRI, se puede morder la lengua.
3. Aplaudí con enorme alegría el levantamiento de los negros y antirracistas contra los represores y asesinos yanquis encabezados por Trump; la misma emoción positiva viví aplaudiendo la protesta de los jaliscienses contra su furioso gobernador neofacho Alfaro Ramírez. Ese comportamiento movilizador deberíamos tener en todo México para demostrar e imponer nuestra fuerza de masas movilizadas con el fin de que sea respetada en todo el país. En boca de un político sin mancha o sin cola, vale cualquier crítica; pero en personajes políticos del PRI, PAN, PRD, MC, que han gobernado se les revierte automáticamente causando mucha peste. ¿Se imaginan a los 100 señoritos empresarios y altos políticos ladrones y asesinos que organizan caravanas de autos, reprimen manifestaciones, asesinan y buscan integrar la llamada BOA?
4. ¿Seguirán frenando la organización del partido Morena o se habrá firmado un acuerdo para enterrarlo? En estos días es Morena quien debería estar en la calle en las ciudades de cada estado para demostrar que como movimiento está dispuesto a defender las demandas del lópezobradorismo. Es realmente vergonzoso lo sucedido con ese partido que es un cero a la izquierda o de plano sólo se espera enterrarlo para rezar por él. Hay que hacer a un lado la pinche burocracia que impulsaron las dos “seños o ñoras”: Bertha y Yeldkol, y ayudar a las movilizaciones en cada estado –encabezándola Ramírez Cuéllar y voluntariamente agregados, buscando una clara educación política de masas. Pero por ello, no hay que esperar ninguna línea de avanzar o desmovilizarse. De lo contrario el camaján Muñoz Ledo otra vez tendría razón.
5. La realidad es que yo no creo en el pueblo, porque no es un asunto de fé sino de realidad y de historia. Pienso que todo el pueblo es muy trabajador y es una de los pueblos del mundo más mal pagados, es decir, más terriblemente explotado. Cuando lo he visto en las fábricas, en los campos; como artesano, como albañil, herrero, carpintero; como empleado o como cargador, me hace pensar en los pinches señoritos, hijos de papi que todo lo han tenido. Pero cuando lo he visto actuar durante los últimos 60 años en política, permitir o no hacer nada contra los gobiernos y empresarios, ladrones, explotadores y asesinos, digo el pueblo sabe trabajar, es muy honrado pero lo han educado para la sumisión. Por ello necesitamos fuertes sacudidas para despertar. ¡Muera el conformismo! (13/VI/20)
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