El pasado 11 de mayo, el Gobierno de México solicitó a la Embajada de Estados Unidos en México, la información relacionada con el operativo “Rápido y Furioso”, a fin de conocer si las autoridades mexicanas estaban informadas sobre la intromisión de más de 2 mil 500 armas de fuego a territorio nacional, entre los años 2006 al 2011.
Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo).– Documentos del Gobierno de México a los que tuvo acceso la revista Proceso revelan que el expresidente Felipe Calderón Hinojosa “no sólo sabía de las operaciones de tráfico de armas de Estados Unidos a México, sino que instaló, con ayuda de la DEA, un sistema para espiar ciudadanos mexicanos”.
J. Jesús Esquivel, del semanario mexicano, cita una circular, elaborada en vísperas de una reunión que tuvieron en 2011 Marisela Morales, entonces titular de la Procuraduría General de la República (PGR), y Eric Holder, su homólogo estadounidense, en la cual se detallan los temas que se abordarían en el encuentro:
“Se destaca que existen dos temas que, en este momento, repercuten en
los congresos de ambos países, los cuales se abordarán en la reunión”:
“a) Rápido y Furioso: Incluir Wide Receiver, así como cualquier otra
operación en la que se pudiesen haber utilizado mecanismos de
investigación como los usados en estos dos casos. Se debe insistir en la
necesidad de contar con información y resultados precisos sobre las
investigaciones”.
“b) Supuesta inmunidad de Vicente Zambada Niebla. Observación: la
información difundida en medios de comunicación refleja la estrategia de
la defensa de Zambada”.
Antes del encuentro, detalla Esquivel, “se había dado a conocer en
Estados Unidos que la oficina regional de Phoenix, Arizona, del Buró de
Alcohol, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), llevó a cabo en secreto tres
operaciones controladas de tráfico de armas a México, entre las que
estaba Rápido y Furioso”.
“De entre los asuntos sobre seguridad que Morales y Holder tenían
agendas destaca sobre el espionaje en México, en el cual era notoria la
exigencia de la colaboración y asesoría por parte de la DEA”, señala el
corresponsal de Proceso.
“El punto que abordaron los dos procuradores en la capital mexicana se denominó Intervención de comunicaciones con orden judicial y, según el documento oficial del Gobierno de Calderón, ‘la Procuraduría General de la República aplicará las medidas necesarias para desarrollar el uso de la intervención de comunicaciones con orden judicial a través de la creación de una unidad especializada en el tema’”, agrega.
Morales y Holder discutieron sobre la forma en la que se adiestraría a
elementos mexicanos en el uso del Sistema de Rastreo de Armas de Fuego
(e-Trace), de acuerdo on Esquivel. El texto, en el cual se detallan los
puntos que trataron sobre el sistema de espionaje, puede consultarse
completo en la edición de Proceso del domingo 14 de junio.
El pasado 11 de mayo, el Gobierno de México solicitó a la Embajada de
Estados Unidos en México, la información relacionada con el operativo
“Rápido y Furioso”, a fin de conocer si las autoridades mexicanas
estaban informadas sobre la intromisión de más de 2 mil 500 armas de
fuego a territorio nacional, entre los años 2006 al 2011.
La operación denominada “Rápido y Furioso” fue iniciada por la
Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus
siglas en inglés) de los Estados Unidos, en la cual vendió diversas
armas a presuntos criminales y las dejó pasar hacia México con el
objetivo de poder rastrearlas, y darles seguimiento a través de un chip.
Sin embargo, la acción encubierta no fue reportada al Congreso.
Con dicha operación, el Gobierno de los Estados Unidos esperaba
identificar a los responsables del tráfico de armas desde ese país a su
vecino del sur, y que posteriormente quedan en poder de carteles
mexicanos.
De 2006 a 2011, la ATF permitió que 2 mil 500 armas fueran compradas ilegalmente y transportadas a México.
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