Ciudad de México. Como lo alertó la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) durante los primeros tres meses de la
pandemia por COVID-19, en México 312 mil mujeres
–en cifras redondeadas– perdieron sus empleos formales, de acuerdo con
un análisis de los datos abiertos del Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS); esto significaría un retroceso de un año y cinco meses en
el avance de la incorporación de las mujeres al empleo formal.
Desde 2016, primer año del que se tiene registro, México había
conseguido durante los primeros cinco meses del año (de enero a mayo) un
aumento sostenido en la cifra de nuevos empleos formales registrados
ante el seguro social para mujeres. Así se consiguió hasta febrero de 2020, cuando el IMSS reportó 49 mil (en cifras redondeadas) nuevos empleos para mujeres. Es decir, un total 7 millones 871 mil 891 mujeres gozaban de un empleo con seguridad social en nuestro país.
No obstante, de acuerdo con el análisis de las cifras, de febrero a marzo, primer mes de la epidemia, 29 mil 296 mujeres perdieron sus empleos formales . De marzo a abril, la caída fue aún mayor con un total de 173 mil 844 mujeres sin sus empleos. De abril a mayo también hubo una disminución con 109 mil 324 menos mujeres registradas.
El empleo es un factor determinante para garantizar la autonomía de
las mujeres, por lo que la ausencia de él limita sus posibilidades para
acceder a la educación o gozar de una vida libre de violencia.
Asimismo, el desempleo en mujeres jefas de familia impacta directamente
en la economía de sus familias y las comunidades, de acuerdo con
publicaciones del Instituto Nacional de las Mujeres.
Desde el inicio de la pandemia, la Organización Internacional del
Trabajo alertó a los países que el empleo de las mujeres, especialmente
de quienes laboran en el sector informal, se vería afectado por las
consecuencias económicas del confinamiento, y llamó a los gobiernos a
instaurar políticas con perspectiva de género que hicieran frente a esta
situación que significaría mayor pobreza para las familias.
No obstante, hasta ahora la Secretaría de Trabajo y Previsión Social
(STPS) no ha generado ninguna política laboral o de bienestar que tenga
como objetivo central garantizar los derechos sociales y económicos de
las mujeres.
En esta gráfica puedes observar el comportamiento quinquemestral de
las cifras de mujeres con un empleo formal registrado ante el IMSS desde
enero de 2016.
En total, la suma de empleos perdidos durante marzo, abril y mayo es de 312 mil 464.
La cifra de mujeres en empleos formales que se expresó en abril de 2020
regresó a los valores alcanzados en enero de 2019, cuando hubo 7
millones 580 mil 118 empleos formales para mujeres. Esto equivale a
decir que hubo un retroceso de 17 meses, es decir, casi año y medio en el avance de las mujeres al trabajo.
En mayo, el mes más reciente, la pérdida de empleo fue, en términos
relativos, mayor para las trabajadoras que tienen empleos temporales
(asociados a un puesto de trabajo para obra determinada o por tiempo
determinado), con 2.5 por ciento de menos empleos temporales. En este
último tipo, la mayor proporción de empleos temporales perdidos fue en
el campo (12 por ciento con relación a su total), que se refiere en
muchas ocasiones a trabajadoras agrícolas o jornaleras.
Por tipo de actividad, los tres sectores en los que las trabajadoras
enfrentaron mayor afectación fue (en orden de acuerdo con cifras
relativas): Agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y caza (-5.4),
servicios para empresas, personas y el hogar (-2.1) e industrias de la
construcción (1.6).
Tipo de industria | % de decrecimiento |
Agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y caza | -5.4 |
Industrias extractivas | -1.2 |
Industrias de la transformación | -1.5 |
Industrias de la construcción | -1.6 |
Industria eléctrica y captación y suministro de agua potable | -0.3 |
Comercio | -1.1 |
Transportes y comunicaciones | -0.9 |
Servicio para empresas, personas y el hogar | -2.1 |
Servicios sociales y comunales | 0.06 |
Fuente: elaboración propia con datos del IMSS a mayo de 2020.
Incorporar a más mujeres en el empleo formal para disminuir la brecha
por sexo entre quienes reciben remuneración por su trabajo y quienes
no, es una obligación del Estado mexicano establecida en diferentes
tratados internacionales de obligatoriedad para México, como la
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con cifras de la STPS, para mayo de este año tres mujeres
por cada seis hombres participaban activamente en la economía del país.
Desde 2001, hace 19 años, México no logra que las mujeres integren 40
por ciento de la Población Económicamente Activa del país.
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