José Antonio Rojas Nieto
Concluyamos esta serie de comentarios sobre la marcha de la economía con la presentación de los datos reales de los llamados
retiros de electricidad de las zonas de carga del país. Son los datos más recientes del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
Se trata de 108 registros diarios del consumo o
retiro horario realde electricidad. Se publican un par de semanas después. ¿Por qué si la medición del fluido eléctrico es instantánea? Por las normas derivadas de las bases del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), en las que no sólo se hace el balance físico de energía eléctrica entregada y retirada de las redes nacionales de transmisión y de las redes generales de distribución, sino también de otros servicios conexos que se prestan cotidianamente en el complicado MEM.
Asimismo, se dan a conocer las famosas pérdidas eléctricas que se
desprenden de ese balance, aunque en ese dato de pérdidas aún no se
logra diferenciar si son de carácter técnico o no, es decir, –y en este
último caso– derivadas de usos ilícitos. Éstos se descubren una vez que
las empresas de suministro –básico o calificado– facturan los consumos
medidos de todos y cada uno de sus usuarios. Pues bien, recordemos que
hay no menos de 132 folios de registros en las liquidaciones que por
norma realiza el Cenace y que son liquidaciones que involucran facturas
–abonos y cargos– que llegan a revisarse varias veces.
Se trata de unos de los datos más relevantes del funcionamiento
eléctrico en el país. Sin duda. Pues bien, al 31 de mayo, y luego de 63
días de registros (última semana de marzo a última semana de mayo), se
confirma que el descenso en el consumo nacional de la electricidad que
se inyecta y se retira de las redes prácticamente descendió 10 por
ciento. Ahora bien, un dato fundamental a observar –como ya indican
también los informes oficiales de facturación y cobranza a mayo– es el
del incremento en más de 10 por ciento en promedio del servicio
doméstico en los meses de abril y mayo, efecto inmediato del
confinamiento.
Hay zonas cálidas del país en las que el consumo de las viviendas se
incrementó hasta 15 por ciento. Y en algunas muy cálidas el aumento en
el consumo de electricidad en las viviendas alcanzó hasta 66 por ciento.
Es interesante notar que el consumo de electricidad en riego agrícola
también se elevó. Pero el industrial sí cayó en abril y se desplomó en
mayo. En la mediana empresa menos 5 y menos 27 por ciento. Y en las muy
grandes industrias menos siete y menos 29 por ciento, también
respectivamente. Los pequeños comercios, servicios y talleres
disminuyeron su consumo en menos 5 por ciento en abril y menos 16 por
ciento en mayo.
El efecto conjunto de facturación muestra caída de menos 5 por ciento
en abril y menos 25 en mayo. Con las alzas en el consumo residencial y
agrícola, el descenso de los dos meses de pandemia es el señalado,
alrededor de 10 por ciento. Ahora bien, al analizar los sectores que
suben y los que bajan podríamos concluir que la caída económica que se
muestra en dicho consumo en el primer semestre de 2020 sería próxima a 6
por ciento. Pero… ya veremos los datos oficiales del producto interno
bruto a junio.
Sin duda.
NB. En memoria de René Fierro Hicks, gran ingeniero, gran maestro,
gran amigo. Uno de los creadores del prestigiado Programa de Inversiones
del Sector Eléctrico (Poise).
Abrazo fraterno a su familia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario