Rebanadas de Realidad - Síntesis de Coyuntura, Distrito Federal, 16/11/10.- Como en vísperas del estallido de la Revolución hace cien años, hoy el pueblo mexicano sufre de explotación e injusticia lacerante y padece un gobierno que sirve exclusivamente a los señores del dinero. Es tanto el temor del dictadorzuelo en turno al descontento popular y las bandas criminales que hasta se mandó construir una fortaleza subterránea.
Como hace un siglo, obreros y campesinos sufren de la violencia de bandas de pistoleros, paramilitares y ejército. Hay violaciones, tortura y despojo en el campo. Existen haciendas esclavistas, como la “descubierto” hace unos días en Chiapas, donde 108 personas eran obligadas a trabajar sin salario alguno.
Pero no sólo en las montañas y selvas hay esclavitud. También existe en las grandes ciudades. Y hasta en la capital del país donde hace casi un año se detectó el caso de decenas de vagabundos esclavizados en un centro de rehabilitación para alcohólicos Los elegidos de dios que conmovió al país. Y los miles de prostitutas de la Merced, muchas de ellas menores de edad, explotadas en el comercio sexual, son botón de muestra.
De cómo se trata a los trabajadores en México habla el caso de los 65 mineros de Pasta de Conchos, Coahuila que siguen sepultados en los socavones de la mina concesionada al Grupo México, de Germán Larrea.
O el caso de los niños de la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora, de los cuales 49 murieron y 79 sobrevivieron con graves secuelas a consecuencia de un incendio sin que a la fecha se haya castigado a ninguno de los responsables.
Los 44 mil electricistas de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, lanzados a la calle por orden de Calderón, pueden contarnos muchas historias de cómo trata el gobierno a los trabajadores a cien años de la Revolución burguesa mexicana.
O los mineros de Cananea, Sonora, cuyas instalaciones siguen tomadas por la Policía Federal que los desalojó de la mina de cobre también concesionada al Grupo México.
La muerte de seis trabajadoras de la cadena de tiendas COPPEL que perecieron en un incendio porque trabajaban bajo candado haciendo el inventario, es otro ejemplo de la esclavitud asalariada del capitalismo mexicano.
Hoy es tan grande el temor de Felipe Calderón, el presidente de facto, al odio que su política económica y social ha generado en todo el país contra su mal gobierno, que en secreto se mandó construir un búnker como en su tiempo hizo Adolfo Hitler en Berlín y donde por cierto se suicidó.
Calderón se inspiró en una serie de televisión, donde vio que los agentes antiterroristas “tienen los mejores juguetes” para aplastar a los malosos que pretenden acabar con el american way life, la democracia occidental, etc., y pensó que necesitaba un bunker para combatir al narco y seguramente a los movimientos sociales que en las teorías del Pentágono son fácilmente “confundidos” con narcoterroristas.
En un noticiario de la tv, CBS Evening News with Katie Couric, Calderón se confesó admirador de Jack Bauer un detective de la serie 24 que forma parte de la Unidad Antiterrorista de Los Ángeles y combate denodadamente a los malosos que intentan destruir la democracia del Tío Sam.
El Comando Central de Inteligencia situado en algún subterráneo de la enorme y monstruosa capital mexicana será el centro de operaciones desde el que se dirigirá la batalla antinarco y como nadie sabe donde se encuentra, servirá también de escondite, por si acaso.
Ante las cámaras de televisión Calderón se ufanó de “su” estrategia y como siempre sostuvo que costará más muertes y dinero. Aseguró que va ganando y la violencia de los carteles que todos los días bloquean carreteras y avenidas de grandes y pequeñas ciudades, que están provocando ya un éxodo nunca visto desde la revolución de 1910- 17, es la demostración de que los carteles están desesperados porque van perdiendo.
No dijo nada de los 13 mil 300 mil homicidios que se registraron de enero a agosto de este año. Un incremento de 28 por ciento respecto a igual periodo del año pasado. Ni de las más de 30 mil muertes que han ocurrido desde que hace 4 años inició su aventura bélica y sacó al ejército de los cuarteles para que violando la Constitución hicieran el papel de policía.
Tampoco mencionó que en CD. Juárez se han realizado varias manifestaciones repudiando a la Policía Federal y al ejército.
Ya antes Calderón había inaugurado un Centro de Inteligencia de la Policía Federal con equipo de punta para su guerra, en instalaciones subterráneas y con autonomía en materia de energía (por aquello de los apagones de la CFE). Y se localiza en avenida Constituyentes 947, Delegación Álvaro Obregón (El Universal, 25.XI.2009).
Tampoco dijo nada de la mal llamada Oficina Binacional de Inteligencia (OBI) donde el Pentágono ha concentrado a toda clase de espías que desde hace años estaban operando en México y que ahora lo harán abiertamente, gracias a Calderón.
La revista Proceso informa en sus páginas que el centro de espionaje fue autorizado a pesar de la oposición de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Marina. Y que los agentes de nueve agencias del espionaje norteamericano: la CIA, FBI, DEA, Agencia de Inteligencia Militar, la Agencia Nacional de Seguridad, etc. Tienen la misión de investigar la delincuencia organizada, las dependencias gubernamentales, la Sedena y la Marina y de seguro a los movimientos populares, laborales, estudiantiles e indígenas. El nido de espionaje se localiza en Pase de la Reforma, cerca de la embajada de Estados Unidos.
Como hace un siglo, el pueblo mexicano vive bajo una verdadera dictadura, ahora apoyada por Estados Unidos.
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