Mujeres líderesas del mundo ante la ONU
En el marco de la 66 sesión de la Asamblea de la ONU, el 19 de septiembre pasado más de 20 mujeres lideresas del mundo reclamaron una mayor participación política de la mujer, como un paso decisivo para la democracia, la paz y el desarrollo social y económico sostenible. Firmaron una declaración conjunta donde se reafirma “el derecho humano de la mujer a participar en el gobierno de sus país, en forma directa o a través de representantes elegida libremente, en igualdad de condiciones con el hombre”.
Por: Teresa Sosa
En esta sesión paralela, se encontraban presentes jefas de estado, ministras de relaciones exteriores y directoras ejecutivas de los distintos organismos de las Naciones Unidas, entre ellas: Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil; Hilary Clinton, Secretaria de Estado de EE.UU., Michelle Bachelet, Directora ejecutiva de ONU Mujeres y Helen Clark, Administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Si las mujeres no participan en forma igualitaria en los parlamentos y en la vida política en general, la sociedad está mal representada”, afirmó Helen Clark. “En mi país, Nueva Zelanda, hemos conseguido un 30 % de participación femenina en el parlamento, pero si no se promueve la representación igualitaria en otros países, entonces estoy a favor del sistema de cuotas”.
El documento también señala que a pesar de que las mujeres de distintas partes del mundo continúan superando grandes desafíos y son una pieza fundamental en cuestiones de paz y de seguridad; las líderes muestran preocupación por la marginalización de la mujer en los procesos de toma de decisiones, que surge como resultado de leyes, prácticas o actitudes discriminatorias y de un número desproporcionado de mujeres que viven en situación de pobreza.
En todo el mundo, menos del 20 % de los parlamentarios son mujeres y sólo 19 – menos del 10 % – son jefes de estado y de gobierno. A pesar del progreso alcanzado durante las últimas décadas, la mujer representa el 60 % de la población más pobre del mundo y dos tercios de la población analfabeta; asimismo, tanto en épocas de conflictos armados como en épocas de paz, continúan siendo víctimas de violencia.
El documento declaración firmado insta a los países a dar pasos concretos para aumentar la representación igualitaria de la mujer en “todos los niveles de la vida política”.
Michelle Bachelet: ¡Avanzar!
Discurso pronunciado en la reunión de lideresas en su carácter de Directora Ejecutiva de ONU Mujeres:
Hace sólo un año participé en la Asamblea General en calidad de la recientemente nombrada Directora Ejecutiva de ONU Mujeres y Secretaria General Adjunta. Fue un momento de muchísimo entusiasmo y esperanza, para mí personalmente y para millones de mujeres en todo el mundo en su esfuerzo por hacer avanzar el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género.
Tras esta visión está mi promesa y mi responsabilidad en nombre de todas las mujeres, en nombre de nuestras madres y abuelas, de nuestras hijas y nietas, y para dejar el legado a las generaciones futuras.
Los últimos nueve meses, desde que ONU Mujeres comenzó a funcionar, he visitado más de 20 países en todas las regiones del mundo. Me he encontrado con mujeres de todas las culturas y realidades sociales y económicas, quienes me comunicaron su convencimiento de que la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres es una lucha que vale la pena llevar a cabo, aunque se dan cuenta de que hay todavía mucho camino por recorrer.
Sin embargo, están convencidas de que están por el camino correcto y de que la igualdad de género será posible sólo con la solidaridad de tanto las mujeres como los hombres. Esta solidaridad no se da súbitamente sino que debe ser aprendida y conseguida compartiendo las tareas y responsabilidades diarias en nuestras familias, nuestras comunidades, en la vida pública y cívica, y en los recintos del poder.
Es una solidaridad que es indispensable para consolidar la igualdad, el bienestar y la paz en todas las sociedades y para gozar de democracia. Además, es una solidaridad y un compromiso dentro del sistema de las Naciones Unidas, de los que somos responsables.
Es una solidaridad que vemos hoy representada aquí en este importante grupo de mujeres que me rodean: nos une un objetivo común, el de abrir el camino para que las mujeres participen en todas las decisiones que afectan no sólo sus propias vidas, sino también el desarrollo del mundo a nivel mundial, regional, nacional y local. Si utilizamos plenamente la mitad de la inteligencia que existe en el mundo — la inteligencia de las mujeres — mejoraremos nuestras probabilidades de alcanzar soluciones reales y duraderas a los desafíos de nuestro tiempo.
A lo largo de la historia de la humanidad, hay momentos clave que permiten increíbles avances inimaginables hasta poco tiempo antes. Hoy nos encontramos en uno de esos momentos en lo relativo a la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Así como los pájaros necesitan dos alas para volar, la sociedad necesita a las mujeres y a los hombres juntos para desarrollarse hasta un nivel superior.
Hoy disponemos de informaciones que muestran que los países que poseen un mayor nivel de igualdad entre los géneros disponen de un mayor producto nacional bruto per cápita, y que el liderazgo de las mujeres en el sector corporativo tiene como resultado un mejor desempeño empresarial.
En junio estuve en Egipto y en Túnez y me reuní con grupos de mujeres, entre otros, para apoyar la transición a la democracia. La Primavera Árabe ha mostrado al mundo que las mujeres de todos los países donde hubo protestas están preparadas y determinadas a luchar por la democracia de y para el pueblo. Salieron a protestar con los hombres a favor de mejores condiciones de vida, de igualdad y de sistemas políticos que representen realmente a todos.
Ahora desean permanecer en primera línea de estos procesos políticos que determinarán su futuro y el futuro de sus países. El mensaje es alto y claro: no hay posibilidad de retroceder. En todos los países y en todas las regiones, en tiempos de paz, de conflicto o de transición, las mujeres quieren que sus voces sean oídas. Quieren ejercitar sus derechos y quieren ocupar un lugar en la mesa de toma de decisiones; nosotros les apoyaremos en estos esfuerzos.
En calidad de Directora Ejecutiva de ONU Mujeres y de ex Jefa de Estado, mi visión está con el futuro y mi corazón con las mujeres del mundo. Somos ONU Mujeres y, conjuntamente con el resto del sistema de la ONU y con nuestros socios en todo el mundo, seguiremos empoderando a las mujeres y a las niñas y luchando hasta que la violencia y la discriminación contra las niñas y las mujeres ya no sea ni corriente ni aceptada, y hasta que todas las mujeres y las niñas gocen de las mismas oportunidades y derechos, y tengan participación y liderazgo equitativo. Muchas gracias.
Texto: Traducción inglés al español, ONU Mujeres.
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