Familias separadas, la constante: estudio
Fernando Camacho Servín
Periódico La Jornada
Jueves 27 de junio de 2013, p. 5
Los
inmigrantes indocumentados que expulsa el gobierno de Washington –como
parte de su política de deportaciones masivas– son sometidos en su
mayoría a tratos crueles, inhumanos o degradantes, entre ellos
permanecer recluidos en condiciones indignas, ser separados de sus
familias y firmar con engaños algunos documentos que les impiden
regresar legalmente a Estados Unidos.
Tal fue una de las principales conclusiones del estudio Violaciones
a derechos humanos de personas migrantes mexicanas detenidas en Estados
Unidos, realizado por diversas organizaciones sociales que brindan
ayuda a los migrantes que regresan a México en condiciones de gran
precariedad, entre ellas la Coalición Pro Defensa del Migrante,
Derechos Humanos Integrales en Acción y el Centro de Recursos para
Migrantes.
En conferencia de prensa, las autoras del estudio explicaron que el
documento está basado en una serie de entrevistas realizadas en 2011 y
2012 en Mexicali, Tijuana, Agua Prieta y Ciudad Juárez, en las cuales
los migrantes de retorno denunciaron posibles violaciones de sus
derechos en los centros de detención, así como faltas al debido proceso
y ataques a la unidad familiar.
Sobre
el primer punto, muchos indocumentados refirieron que la temperatura de
las celdas donde permanecen detenidos es extremadamente baja –con el
pretexto de que ya está predeterminada de esa forma o que es necesario
mantenerla así para
matar bichos– y no les dan cobertores, por lo que muchos se ven obligados a saltar o ejercitarse para mitigar el frío.
Además, en dichos centros los migrantes no tienen privacidad en los
sanitarios, nunca les son devueltas sus pertenencias (incluidos
teléfonos celulares), los alimentos son de mala calidad y se usan
esposas durante los traslados.
“Creemos que todas estas son lecciones que quiere dar el gobierno de
Estados Unidos para decirle a la gente ‘no regreses, porque si lo haces
te va a volver a pasar esto’’’, señaló Blanca Navarrete, coordinadora
ejecutiva de la Iniciativa Frontera Norte de México.
Condenan académicos la propuesta de sellar la línea divisoria
Reforzar la valla fronteriza anula avances de la reforma migratoria
Es una decisión ‘‘terrible y poco amistosa’’ de Washington, coinciden
Carolina Gómez Mena
Periódico La Jornada
Jueves 27 de junio de 2013, p. 5
Expertos
en temas migratorios calificaron de una ‘‘contradicción’’ la enmienda
que propone sellar la frontera con México, de cara a la discusión que
se realiza en el Congreso estadunidense en torno a la iniciativa de
reforma migratoria, la cual podría ser aprobada esta semana.
Durante la presentación del libro México ante los recientes desafíos de la migración internacional,
en El Colegio de México (Colmex), Elaine Levine Leiter, del Centro de
Investigaciones sobre América del Norte (Cisan), perteneciente a la
UNAM, señaló que esta decisión es ‘‘terrible’’ y añadió que contradice
la postura que ha manifestado dicho país en cuanto a la existencia de
‘‘muros en otras latitudes y en otros momentos’’.
La investigadora añadió que la enmienda, que además del
reforzamiento del muro fronterizo propone incrementar la cantidad de
elementos policiacos a 38 mil agentes e instalar sensores nocturnos,
‘‘no es signo de amistad ni de buena vecindad’’, y lamentó que la
reforma esté ‘‘tomando un camino desafortunado’’, pues aspectos como la
citada enmienda ‘‘alteran el sentido original de la propuesta
migratoria’’.
A su vez, Mercedes Guillén Vicente, subsecretaria de Población,
Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (SG),
comentó a La Jornada –en entrevista posterior a la
presentación del libro– que ‘‘las fronteras no deben separarnos; no
debemos hablar de un sellamiento como una separación, las bardas
separan’’. Añadió que la postura de Gobernación es la misma que la
expresada el martes por el canciller José Antonio Meade, quien aseguró
que las bardas no unen ni son solución al aspecto migratorio.
Acotó
que ‘‘los temas son los que nos deben unir y estamos trabajando en
asuntos conjuntos todo el tiempo; esperamos que la agenda que nos une
sea la que nos permita andar’’. Agregó que en medio de esta situación
el gobierno mexicano confía en que el Congreso estadunidense apruebe
una reforma migratoria ‘‘beneficiosa’’ para los connacionales que han
determinado dejar su lugar de residencia para buscar mejores
condiciones económicas en Estados Unidos. Indicó que ‘‘estaremos
pendientes y veremos en qué momento habrá que acompañar a los
connacionales’’.
Carlos Heredia, del Centro de Investigación y Docencia Económicas
(Cide), dijo que reforzar la barda fronteriza es una actitud
‘‘totalmente contradictoria con el espíritu que debería prevalecer
entre dos países que son socios económicos’’, y que acordaron durante
la visita del presidente Barack Obama al país, en mayo pasado, impulsar
un bloque regional.
Indicó que ‘‘evidentemente está resultando muy alto el precio de la
reforma migratoria’’, y lamentó que el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) ‘‘no haya incluido en su momento la movilidad
laboral y humana’’, lo cual es una ‘‘limitación estructural’’ del
acuerdo comercial.
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