6/29/2013

México: Madres activistas de Xalapa no se rinden por recuperar a sus hijos


Escrito por Sara Lovera   
México, junio 24, 2013 (SEMlac).- "Me llevó a comer. A dar una vuelta. Me sorprendió cuando en el estacionamiento me dijo que no volvería a ver a Carlitos"…"Yo no vi a mis hijas siete años: cuando se las llevó, una tenía año y medio y la otra, tres"... "Mi caso fue, durante años, violencia y reconciliación. Era terrible. Me separé sin problemas, pero cuando tuve una nueva pareja me quitó a mi hijo"…. "A mí nunca me quisieron, por morena, y cuando se murió su padre y heredó, me despojó de todo y se quedó con mis dos hijos".

Esas son algunas frases de cinco madres indignadas, que hablan alrededor de una mesa entre lágrimas y risas, en entrevista colectiva con SEMlac. Sus historias son la evidencia de que en México no hay justicia para las mujeres, ni es importante su dolor. Menos importante la aplicación de la ley.

Han tenido un largo día: han estado en la televisión y en la Suprema Corte de Justicia, porque ellas, como parte de "Madres activistas de Xalapa", ganaron el premio de Género y Justicia 2012, tras haber grabado sus historias en un video de 11 minutos 19 segundos, financiado por la Unión Europea. Las premió la Suprema Corte de Justicia y es ahí donde ahora habrá de ventilarse el caso de la sustracción de menores en procesos de conflicto familiar.

Son Fabiola González, Brenda Rodríguez, Mónica Melisa Cisneros, Nancy Correa y Katy Martínez de la Maza. Promedio de edad: 35 años, profesionales, promotoras culturales, amas de casa con estudios, directoras de teatro; algunas apoyadas por familiares, otras completamente desamparadas.

De ahí que buscaran apoyo y solidaridad en la organización que produjo el video. Son todas madres que no ven a sus hijos porque les fueron sustraídos por sus exparejas; son madres que tuvieron miedo y culpa por mucho tiempo.
El premio al video, que produjo Mayela García Ramírez, directora del Colectivo de Investigación, Desarrollo y Educación entre Mujeres A. C. (Cidem), corrió la cortina e hizo visible una antigua y poco conocida forma de violencia: la revancha contra las mujeres que deciden separarse, que son más exitosas que sus parejas o que simplemente no se ajustan a la idea tradicional de la madre mexicana.

En México, dijo Mayela a SEMlac, "vivimos pura simulación" respecto a la protección a los derechos humanos y en cada proceso, expediente o juzgado familiar se ampara y protege a los hombres que, con dinero, corrupción y aceptación social, abusan.

Las Madres Activistas de Xalapa cuentan que cuando sus exparejas se llevan a sus hijos, ya previamente ellas fueron acusadas ante las instancias legales de infinidad de situaciones: abandono de menores, divorcio forzado, infidelidad, maltrato a los menores, incluso de felonía o drogadicción, "siempre inventado", sostienen.

Esta maquinación, refieren, tiene que ver con el poder de cada uno: profesores universitarios, empresarios, integrantes de una familia política, abogados, catedráticos que se llevan a los niños por venganza, porque los dejaron de querer o les exigieron sus derechos.

La premiación coincidió con el escándalo de un expresidente de la Suprema Corte de Justicia, Genaro Góngora Pimentel, quien envió a la cárcel a su expareja usando todo su poder porque ella le demandó alimentos para dos pequeños que nacieron fuera de matrimonio y padecen autismo.

El video de las Madres Activistas se difundió por todo México y los medios están tratando por primera vez este problema: el del poder masculino para castigar a las mujeres, sustrayendo de su custodia a sus hijos, despojándolas de sus bienes, incluso enviándolas a la cárcel utilizando sus relaciones de poder, evadiendo la ley civil y usando la penal contra ellas.

El caso de un intelectual

Apenas unas horas después de la entrevista colectiva, llamó a SEMlac Faviola Esquivel. El 17 de junio, su exmarido, César Cansino, doctorado en filosofía y ciencia política, secuestró a sus dos hijas. Faviola, estudiante, casada y quién tuvo el coraje de terminar esa relación se halla desesperada. Madres Activistas anunciaron que la ayudarán, le dirán todo lo que tiene que hacer.

Como Cansino, Jesús Yunes -sobrino de un político veracruzano de gran poder- impidió a otra Fabiola ver a sus hijas por siete años; o Manuel Jiménez, catedrático de la Escuela Normal de Xalapa, se llevó a Manuelito, de nueve, desde hace tres años, y obligó a Brenda a pagar alimentos porque él no tenía trabajo.

O como Carlos Eduardo Gutiérrez, abogado, que torturó años a Mónica Melisa celándola hasta el cansancio porque en su templo trinitario (correspondiente a un secta religiosa) le dijeron que ella lo engañaba; o Andrés Barahona Londoño, musicólogo, periodista y compositor, que no pudo soportar a Nancy Correa, exitosa promotora cultural, y la despojó de sus dos hijos y sus pertenencias más elementales como ropa, casa y muebles, desde hace nueve meses.
También Sergio Muñoz Colina, que tras un buen divorcio, no aceptó que Katy tuviera una nueva pareja y aprovechó un viaje de esta para quitarle el hijo de ambos, hace cuatro años.

Por eso se unieron
Las madres se conocieron en los juzgados. Algunas refirieron a SEMlac su peregrinar por juzgados familiares, civiles, ministerios públicos, comisiones varias de derechos humanos, y diversas instancias supuestamente para la protección de la familia, así como agencias especializadas en violencia contra las mujeres, el Congreso del Estado, abogados de oficio y particulares, y un largo etcétera: "Nadie escucha", "Nadie nos ve", aseguran.

Obtener algunos adelantos en los juicios de custodia -a veces la convivencia compartida, unas pocas horas o días con sus hijos- las obliga a gestiones en más de 16 instancias que, teóricamente, administran la justicia civil y familiar; en las instituciones creadas a partir de la lucha de las mujeres; a los términos de las leyes de igualdad y de acceso a una vida sin violencia, instituciones y leyes, afirma Mayela García, quien también es integrante de la Red de Investigadoras especializadas en violencia contra las mujeres.

Todo ello forma parte de un entramado de simulación y mentira, omisión e impunidad. Una de nuestras entrevistadas fue a dar a la cárcel algunos días. Los argumentos: el desacato por haberse acercado a su hijito en una plaza pública e intentar hablar con él, porque tenía órdenes de restricción, mandadas por un juez.

Ahora "estamos unidas", dicen, para defendernos y abrir la discusión sobre esta injusticia, mucho tiempo invisible y dolorosa. Están por crear una organización civil que les dé un camino a muchas otras mujeres.

Faviola Esquivel, originaria de Ciudad Juárez, explicó a SEMlac que está sola en la ciudad de Puebla, porque aceptó acompañar al intelectual César Cansino, director de una revista prestigiada llamada Metapolítica, reconocido con tres doctorados.

"Hoy acudo a la opinión pública a través de los medios de comunicación como una madre desesperada, por la falta de contacto y comunicación con el señor César Cansino, que tiene a mis hijas, privándolas de la educación académica, cometiendo una violación a los derechos humanos infantiles, al no permitirles acceso a la escuela para que yo no las localice", explica.

Pero además -añade- este señor suma a la violación de los derechos de mis hijas, privándolas de contacto social y del contacto con la madre y sus familiares, aspectos fundamentales para el desarrollo sano, tanto emocional como físico, de mis hijas de tres y cinco años.

Faviola y las Madres Activistas esperan apoyo y solidaridad de la comunidad en general, así como de los intelectuales, docentes y alumnos de la Universidad Autónoma de Puebla y de todas las madres que se encuentran viviendo una situación similar.
Lo más grave es que actualmente no hay forma de localizar al doctor Cansino. Se ha escapado, igual que hicieron tantos otros hombres con poder, apoyados por la complicidad de jueces, instituciones y de la comunidad.

Una situación que se repite

Aunque en México no hay estadísticas sobre estos casos, informes de los Estados Unidos indican que los padres que solicitan la custodia exclusiva en un juicio ganan al menos 50 por ciento de las veces, según Suzanne Riss, editora jefa de Working Mother.

Precisa que "el panorama de las custodias es alarmante para las madres que trabajan, quienes en su mayoría lo hacen para proveer una mejor vida a sus hijos", y agrega que "las mujeres se sorprenden al comprender que el tiempo que pasan en la oficina, cada vez más, es considerado por las cortes como una evidencia de que están poco involucradas en el cuidado diario de sus hijos".

Estos nuevos lineamientos favorecen muchas veces a los padres, bajo la creencia de que las mujeres que trabajan son menos devotas de sus hijos. Pero la realidad indica que ello no es así, porque las madres de hoy pasan el mismo tiempo en casa con sus hijos que el que pasaban las mamás de los años cincuenta del pasado siglo.

Lo que sucede es que el tiempo que las madres dedican a sus hijos, tal vez sea menos notorio (por ejemplo, quizás no tengan tiempo de recoger a los niños en la escuela, pero sí les cocinan la cena), mientras otras organizan su casa. Lo que no es posible es que los jueces piensen como si estuviéramos en el siglo XIX, al decir de la editora de Working Mother.

Un fenómeno asociado a la tragedia que viven las madres separadas en condiciones de fuerza y conflicto, es el del divorcio. En México, hasta 60 por ciento de los juicios de divorcio lo inician las mujeres, según datos del Instituto Nacional de Geografía e Información, divulgados el pasado 14 de marzo. Ello explica la revancha de los exmaridos, dice Mayela García.

La mayoría de las Madres Activistas refieren un punto ligado a su tragedia: sus exparejas cuentan con el apoyo de sus madres; la guarda custodia se las dan a las abuelas paternas y ellas aceptan.

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