MUJERES Y SALUD MENTAL
Irvin D. Yalom | Imagen retmada del sitio listal.com
Por: Alejandra Buggs Lomelí*
Cimacnoticias | México, DF.-“Toda decisión lleva implícita una pérdida”, dice el psicoanalista existencial Irvin D. Yalom y dice muy bien, ya que toda elección conlleva una pérdida porque cuando elegimos el objetivo “A” necesariamente tenemos que perder o dejar el objetivo “B”, y así sucesivamente.
El proceso de toma de decisiones es de los más difíciles a los que nos enfrentamos los seres humanos día a día, por el riesgo a equivocarnos, a fracasar y a no lograr el objetivo que nos propongamos.
Es un proceso en el que mujeres y hombres elegimos entre dos o más opciones, para definir una situación o solucionar algún problema en un contexto profesional, familiar y/o sentimental.
Elegir entre varias alternativas implica desde qué queremos comer hasta qué tratamiento seguir para atender una enfermedad y salvar nuestras vidas.
La toma de decisiones es algo inherente a cualquier ser humano por lo que siempre estamos tomando decisiones donde confluyen tanto factores racionales como emocionales.
Sin embargo, cada persona enfrenta la toma de decisiones de manera diferente, por lo que no podemos obligar a nadie a responder de la misma forma en que lo haríamos nosotras o nosotros.
Lo que sí podemos hacer es ofrecerle alternativas y sugerencias de las cuales elegirá aquellas que considere útiles.
El hecho mismo de iniciar el proceso de toma de decisiones se convierte en algo que nos tranquiliza, porque es el inicio del afrontamiento de una situación que puede o no, ser problemática.
El grado de dificultad del proceso de elección dependerá de varios factores que se entrecruzan, como por ejemplo: el contexto en el que nos encontramos, nuestra personalidad, nuestra historia de vida, y la forma en la que hemos aprendido a relacionarnos con nuestras diferentes emociones.
Cuando tenemos que tomar una decisión la mayoría de las veces experimentamos consciente o inconscientemente emociones como las que a menciono a continuación:
La incertidumbre presente en todo momento cuando de tomar decisiones se trata es un elemento que juega un papel importante, ya que existen personas que soportan menos que otras la sensación de ansiedad que la incertidumbre genera, presentando en ocasiones un trastorno de ansiedad generalizada.
Otro sentimiento que podemos experimentar es el sufrimiento ante el abandono de uno de nuestros objetivos y la forma en la que elaboramos el duelo, lo que nos lleva a sentir en ocasiones angustia.
El miedo a equivocarnos también puede actuar como elemento paralizador e impedirnos la toma de una decisión, aplazando indefinidamente nuestro accionar.
Si estamos vivas y vivos, todas y todos cuando tenemos que tomar una decisión sentimos en mayor o menor grado: ansiedad, sufrimiento, angustia y/o miedo, sin embargo, la estructura de personalidad de cada quien será la que determine el grado de contacto que cada persona tiene con estas emociones.
Aunque mujeres y hombres experimentamos sentimientos similares al momento de tomar una decisión, varias investigaciones como las del doctor Zachary Estes, de la Universidad de Warwick, aseguran que existen diferencias de género en la forma en la que tomamos decisiones mujeres y hombres.
Los resultados arrojaron que las mujeres observamos más variables y matices, mientras los varones tienden a precipitarse ante una sola opción.
Por lo general, los hombres tienden a llegar a conclusiones más rápidamente y a ser más categóricos que las mujeres, porque las mujeres tendemos en un 23 por ciento más a ver todos los matices y los tonos de la situación y a dar respuestas parciales.
La capacidad de ver todos los detalles de una situación está relacionada con el razonamiento inductivo y el pensamiento divergente que utilizamos más las mujeres, y los hombres son más deductivos al tomar una decisión.
Las diferencias de género que existen entre mujeres y hombres al momento de tomar decisiones deben ser tomadas en cuenta no para definir quién se desempeña mejor al llevar a cabo este proceso.
La intención es detectar las diferencias para respetarlas tomando en cuenta que lo que nos hace iguales es que todas y todos sentimos miedo, sufrimiento, angustia y ansiedad, sentimientos que el proceso de decidir nos genera.
www.saludmentalygenero.com.mx
*Psicóloga clínica, psicoterapeuta humanista existencial, especialista en Estudios de Género, y directora del Centro de Salud Mental y Género.
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