Por Katerina Anfossi / Radio Internacional Feminista
La
mañana del 20 de junio, Santa Cruz de Guanacaste fue la sede de la
primera celebración como territorio Santuario de Semillas Criollas. En
un acto público realizado en el parque central de la ciudad se
reconoció el valor de las y los campesinos, agricultores y trabajadores
de la tierra que a lo largo de generaciones han cultivado, conservado e
intercambiado semillas criollas para ser utilizadas en sus sembradíos.
Estás semillas se mantienen puras, inalteradas, no poseen patentes
para su uso, son propiedad colectiva, lo que en la actualidad
constituye una forma de lucha y resistencia contra las transnacionales
de las semillas y agroquímicos que buscan patentar y adueñarse de la
mayor cantidad, las mismas que son alteradas genéticamente, en algunos
casos con "nobles intenciones", en la mayoría un negocio
multimillonario.
Por ello, la ciudad de Santa Cruz como Santuario de Semillas Criollas es en si misma una frontera ecológica para la introducción de los transgénicos, que entre sus objetivos busca:
- La defensa del patrimonio agrícola de la contaminación transgénica
- El maíz es uno de los tres cultivos fundamentales para la seguridad alimentaria mundial, junto al arroz y el trigo por lo que es necesario detener el monopolio mundial de sus semillas.
- Las semillas transgénicas tienen la capacidad de contaminar los cultivos nativos y originales y están modificadas de manera que cada siembra requiere nueva compra de semilla.
- Los cultivos transgénicos han alcanzado altos niveles de expansión, ocupando el segundo lugar en área cultivada en el mundo.
- Las empresas productoras de semillas, agrotóxicos y comercializadoras de alimentos transgénicos junto con las élites locales y en complicidad con los gobiernos del turno, han convertido a América Latina en maquila de los cultivos transgénicos del mundo.
- No existen cultivos transgénicos sin plaguicidas.
- hace varios años se debilita la participación y aporte del Estado para la agricultura familiar con la evidente disminución de áreas y productos para consumo y comercio en la zona.
- muchas variedades de semillas naturales, criollas, han sido sustituidas por híbridas que son inútiles para aprovechar en la siguiente siembra.
- la imposición solapada de semillas alteradas genéticamente o transgénicas que requieren más químicos artificiales en el proceso y que son patentadas por unas pocas empresas afectan también la salud de las personas y del ambiente y agravan la dependencia económica.
LAS MUJERES SEMBRADORAS DE VIDA
Durante
la celebración del Santuario de Semillas fue evidente la mayor
presencia de mujeres; ellas consideran que por haber tenido un rol
fundamental desde los inicios de la agricultura, tanto como creadoras y descubridoras
de la capacidad germinante de la tierra, como guardianas de las
semillas, como conocedora de las ciclos vitales de la tierra, hoy
siguen como mujeres campesinas siendo las cuidadoras de semillas y las
sembradoras del mayor número de productos agrícolas de subsistencia que
se consume en el mundo.
Las
mujeres rurales y campesinas tienen un rol poco reconocido en la
erradicación de la pobreza y el hambre, en el desarrollo sostenible y
en los desafíos actuales frente las semillas transgénicas y las crisis
ambientales como la sequía.
FEMINIZACIÓN DE LA AGRICULTURA
Según ONUMujeres,
a pesar de la gran participación de las mujeres en la producción
agrícola, no ha ocurrido lo mismo en los hogares, produciendose muy
pocos cambios en la división sexual del trabajo: aún cuando las mujeres
dedican más tiempo a actividades productivas agrícolas y no agrícolas,
los hombres no aumentan su participación en las tareas reproductivas.
Ellas
representan una gran parte de la mano de obra agrícola y campesina,
incorporándose en la producción agrícola industrial y manteniendo
también la agricultura familiar y comunitaria. Son quienes producen la
mayoría de los alimentos que se cosechan mundialmente, especialmente en
la agricultura de subsistencia, además de realizar la mayor parte de
los trabajos de cuidado no remunerados, como la búsqueda de leña, de agua, de llevar e intercambiar productos en los mercados locales.
La
agricultura es el medio de vida del 86% de mujeres y hombres rurales y
da trabajo, en su mayoría mal pagado, a unos 1.300 millones de pequeños
agricultores propietarios y a trabajadores que no poseen tierras, de
los cuales 43% son mujeres.
- Las mujeres en los países pobres producen entre 60 y 80% de alimentos y la mitad de la producción mundial de alimentos.
- En África las mujeres aportan (FAO, 2002):
33% de la fuerza de trabajo
70% de jornales agrícolas
60-80% de producción de subsistencia
100% de transformación en comida
80% de almacenamiento de alimentos
90% de hilar y tejer
60% de cosechas y actividades de mercado
Economía campesina y femenina
- Rescatan valores y tradiciones relacionados a la sobrevivencia cultural y alimentaria
- Representan un proyecto alternativo a la globalización excluyente
- Conservan de aire, agua, suelos, biomasa, biodiversidad, flora y fauna silvestre, paisaje
- Han reconocido el poder de las mujeres sembradoras y propiciado su empoderamiento, el de sus comunidades gracias al arraigo al terruño
- Sostienen una conexión personal con alimentos
- Crean empleos, estabilizan la migración y la estabilidad de pueblos y comunidades al generar alimentos y trabajo
La declaratoria municipal que convierte a esta ciudad en un Santuario de Semillas Criollas
permitirá que cada 20 de junio se realice un reconocimiento y homenaje
al sector campesino de la zona que mantiene la agricultura criolla y se
sigan guandando e intercambiando las semillas que han sido el alimento
y sustento principal de la comunidad a lo largo de muchas generaciones.
En
el evento participaron campesinas, agricultores, cooperativistas,
ambientalistas de la zona, universitarios y algunos foráneos. Hubo
intercambio de semillas de maíz, frijoles, árboles de la zona y venta
de productos como harina de yuca, harina de cuadrados, todo tipo de
roquillas típicas, así como una exposición de las cocinas solares del
grupo Sol, quienes desde hace 20 años desarrollan el proyecto en Santa
Bárbara de Santa Cruz.
Desde el año 2004 la organización Sol de Vida,
junto a familias agriCultoras y otras instituciones y organizaciones
han realizado actividades públicas como las ferias de semillas y
productos orgánicos, los Santuarios de semillas así como diferentes
celebraciones relacionadas especialmente con maíces criollos, ojoche,
frijoles y otros alimentos básicos en nuestras comunidades.
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