6/29/2013

“Es mejor hablar que vivir toda la adolescencia con vergüenza”



A pocos días de haberse reincorporado a la Escuela de Bellas Artes de San Luis, en la que había sido suspendida por proponer a su alumnado debatir el libro Hay una chica en mi sopa, en el que se abordan la diversidad sexual y la violencia de género, Romina García Hermelo cuenta sus impresiones del proceso que está viviendo y las dificultades en su provincia tanto para implementar la educación sexual integral como incluso para manifestar disidencias políticas.

Por Sandra Chaher

COMUNICAR IGUALDAD- Romina García Hermelo tiene 30 años, es comunicadora social y profesora de la universidad y del Colegio Nicolás Antonio dedest1hermelo San Luis, conocido como Bellas Artes. En esta escuela secundaria pública de la provincia fue suspendida semanas atrás por haberle propuesto a su alumnado debatir el libro Hay una chica en mi sopa –de la escritora peruana Silvia Núñez del Arco Vidal-, sobre una historia de amor entre una alumna y su profesora de alemán.

Parte del alumnado se quejó, luego lo hicieron un grupo de padres y la escuela respondió suspendiéndola por 90 días. Luego del escándalo que la medida desencadenó en una provincia en la que la educación sexual integral (ESI) no llega a las escuelas, pero donde también se obstaculiza la militancia política, y que desencadenó en movilizaciones de apoyo y repercutió en medios de comunicación nacionales, la escuela dio marcha atrás y reincorporó a la docente pero abriendo un curso paralelo para que el alumnado elija con quién cursar.

Aun reincorporada, García Hermelo cuenta con una denuncia penal que le inicio una de las madres, la misma que movilizó la queja dentro de la escuela y que es profesora de la institución.

-¿En qué estado está tu reincorporación a la escuela?

- El viernes tuve una reunión con el equipo directivo de la escuela y el facilitador que puso el Ministerio de Educación de San Luis, y otra con los chicos y el facilitador. Y ayer empecé las clases. Debido a lo que sucedió ahora se desdobla cuarto año en dos comisiones y los chicos pueden elegir a cuál ir, esto nunca había pasado antes. Lo habitual es que si hay problemas te manden a otro colegio. En el 2004 hubo una movida muy importante en la provincia pidiendo que hubiera paritarias y mucha gente se plegó y la respuesta del Ministerio fue trasladar a esas personas a otras escuelas. Por eso ahora hay muy poca gente que se suma a paros y marchas, por miedo. En ese sentido mi reincorporación es un logro, pero yo reclamo que debían haberme convocado a una reunión antes de suspenderme.


- ¿Cuál fue el clima de las reuniones?

- Bueno. El tema es que como me desfavorecieron tanto, es difícil para la Dirección explicar por qué actuó de esa manera. Ellos dicen que no me convocaron a una reunión con los padres porque había una madre que era muy violenta. Y yo digo por qué no hicieron entonces una reunión paralela conmigo. Lo que quieren ocultar es la inoperancia que tuvieron en el tema.

- ¿Con qué creés que tiene que ver esta inoperancia?

- No sé. Yo hablo de una persecución política, he tenido otros inconvenientes en esta escuela. Se pusieron por ejemplo muchas excusas para armar un centro de estudiantes y yo apoyé ese pedido. O hubo muchos reclamos porque también apoyé a un grupo de alumnos que reclamaron que mejoraran las condiciones edilicias de la escuela. Esto hizo que. Antes de esta situación particular, el vicedirector me dijera un par de veces que me tenían que haber sancionado.

- ¿Parece que están siendo difíciles de tolerar hacia dentro de la escuela los reclamos y la disidencia?

- Cualquier posibilidad de disidencia es muy cuestionada. Al interior del colegio tratan de sofocar todo. Es un cuerpo directivo con el que no hay posibilidad de diálogo. Los chicos quieren armar un centro de estudiantes desde el 2011 y les ponen mil trabas. En general hay muy pocos centros de estudiantes en las escuelas de San Luis y hay un proyecto de investigación que está estudiando esto.
dest2hermelo- ¿Cómo fue tu reencuentro con el alumnado?
- Me hicieron preguntas. Una chica me preguntó por qué quería que leyeran ese libro, cuál era el objetivo pedagógico. Muchas se sintieron culpables, me decían “¿Usted cree que nosotros somos responsables de lo que le pasó?” Y también plantearon que a ellos no se los escuchó en todo este proceso.

-¿Qué creés que desencadenó todo lo que sucedió?

- A los chicos yo estaba recién conociéndolos, así que no creo que el tema haya venido por ahí. Pero hay una mama, la que hace la denuncia penal, que es docente también de la escuela y que se ve que tiene algo personal conmigo. Ella nunca me vino a decir nada, pero por otros lados me llegó, en años anteriores, que no le gusta mi modo de enseñar, que cuestiona mi vestimenta. Y ella tuvo un rol protagónico en el reclamo de la escuela y es quien pidió la entrevista con el Ministro de Educación.

- ¿Cómo se está dando en San Luis en general el proceso de inclusión de la educación sexual (ESI) en las escuelas?

- Creo que hay resistencia a que se hable del tema, algo que está sucediendo también en otras provincias. Yo empecé a trabajar el tema en esta escuela a partir de situaciones concretas que atravesé: una alumna embarazada, muy chica, que me pidió que la ayudara porque si lo contaba en sus casa la iban a echar; y otra de 15 años que me dijo que era lesbiana y no sabía cómo plantearlo en su casa. Frente a esto entendí que había un desamparo y me puse a pensar cómo abordar el tema desde mis clases en la institución.
- ¿La escuela no le propuso al cuerpo docente que abordara la ESI?

- No, nunca bajó nada desde la escuela. Esto pasa en todas las escuelas de San Luis. Y elegí Hay una chica en mi sopa porque me permitía trabajar, dest3hermeloademás de la diversidad de género, la violencia de género, porque la protagonista tienen un novio con el que tiene relaciones sexuales sin estar muy convencida, en un rol pasivo, más bien por compromiso. Tuve también una alumna a la que el  novio, que también venía a la escuela, le pegaba. Entonces también quería que abordáramos la problemática de la violencia.

- ¿Qué temas percibís que inquietan a chicas y chicos adolescentes?

- Muchos temas. Apenas empezamos este año salió la cuestión del papa, si papa si o papa no. Como yo soy comunicadora los hago trabajar mucho con lo que dicen los medios, y debatieron un montón este tema. Hay una chica… empecé a darlo el año pasado. Ahí tuve chicas lesbianas entre las alumnas, que manifestaban abiertamente su elección sexual y entonces esta lectura, como otras, se dieron en un marco de libertad. Pero este año con estos chicos no pasó eso. Pude percibir que ellos sentían vergüenza al leerlo, no llegamos a pasar la página 2. Y no está mal que sientan vergüenza, hay un pudor propio del adolescente. Pero ellos sintieron que yo no estaría ahí para sostenerlos frente a esas dudas y pudores, que los dejaría solos. Sin embargo yo estaba ahí, y creo que es mejor hablar estas cosas que vivir toda la adolescencia con esta vergüenza.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario