UNAF: Conclusiones del proyecto Daphne Stop VI.E.W. ‘Stop Violence Against Elderly Women’
La investigación pone de manifiesto que “no hay datos” sobre el colectivo de mujeres de más de 65 años que sufre violencia
Madrid, 18 jun. 13. AmecoPress. La
confluencia de factores como el género y la edad hace que las mujeres
mayores se conviertan en un grupo con un alto riesgo de sufrir algún
tipo de maltrato. Pero además, no existen datos de esta realidad y las
víctimas de violencia de género de “más de 60 años” –así aparecen en
las estadísticas- son un colectivo especialmente vulnerable al estar
inmerso en el silencio. Son las principales conclusiones del proyecto
europeo Dafne Stop VI.E.W. ‘Stop Violence Against Elderly Women’,
presentadas el pasado 14 de junio por UNAF.
El proyecto
pretende visibilizar la violencia ejercida contra las mujeres mayores
de 65 años y crear una mayor sensibilidad social sobre el problema. Y
es que, tal y como señala Julia Pérez, presidenta de UNAF, “el
progresivo envejecimiento de la población española y su repercusión en
las situaciones de dependencia funcional y emocional favorece que las
personas mayores se hayan convertido en uno de los grupos sociales más
susceptibles de sufrir situaciones de abuso, malos tratos y/o
violencia”.
La
investigación revela que las mujeres ancianas son un colectivo
especialmente vulnerable porque tienen más dificultad para defenderse,
solicitar ayuda, desconocen sus derechos e incluso a menudo han sufrido
años de maltrato repetido, permaneciendo en silencio y ocultando la
violencia de la que eran objeto.
Según Pérez,
“las víctimas sienten miedo a denunciar y a tener que rehacer sus vidas
y romper con sus familias, en ocasiones responsables de los malos
tratos. En muchos casos no pueden reconocerse en las formas de
violencia, porque consideran el maltrato de familia como un modo de
relación o porque viven de manera demasiado dolorosa el tener que
admitir el abuso en el interior del propio hogar”.
Este
“silencio”, más el “afecto familiar” y el “estigma social” que supone
reconocer malos tratos en la propia familia, son hechos clave para
explicar la disparidad entre los estudios objetivos realizados en los
propios colectivos de personas mayores españolas que apuntan a tasas
bajas de violencia.
La
organización responsable del estudio explicó que existe sexismo y un
prejuicio contra la edad, que denomina ’edadismo’, que hace que las
mujeres mayores se encuentren en "mayor riesgo de sufrir abuso y
violencia". "La tercera edad incrementa el grado de dependencia de las
mujeres hacia otras personas, aumenta el riesgo de aislamiento y su
cultura generacional hace que silencien su drama. Por ese motivo, es
difícil dar datos de la situación real", aseguró Julia Pérez.
UNAF recordó
que, entre 2002 y 2007, las denuncias de víctimas de violencia de
género aumentaron en un 46 por ciento por "las campañas de
sensibilización" y la creación de "recursos asistenciales", mientras
que, en el caso de las mujeres mayores de 64 años, hay una "tendencia
de descenso".
Miedo a denunciar
En la
presentación de las conclusiones estuvieron presentes responsables de
algunas de las organizaciones participantes en el programa, quienes
insistieron que la ausencia de datos sobre la violencia de género
contra mujeres mayores es sin duda un indicador preocupante que nos
muestra que el problema está absolutamente invisibilizado.
Yolanda
Basteiro señaló que el 50 por ciento de las víctimas que han acudido al
servicio de asesoramiento y atención a mujeres mayores que la
Federación de Mujeres Progresistas desarrolla dentro del proyecto
Daphne, conviven con el maltratador , lo que es un “dato muy
preocupante”, que muestra la “fragilidad” de estas mujeres.
Y, como
sentenció Mariqueta Vázquez, presidenta de a Asociación Mujeres por un
Envejecimiento Saludable, “no hay derecho a vivir los últimos datos de
tu vida con miedo y al lado de tu maltratador”.
Sin embargo,
para muchas mujeres y en especial para el colectivo de mayores,
denunciar es muy difícil. Bien por desinformación, por las pocas
posibilidades de ser creída o por la desconfianza en el proceso
jurídico, “las mujeres no se sienten suficientemente protegidas para
denunciar y se callan”, dijo Ana María Pérez del Campo, presidenta de
la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas. “La crisis está
aumentando la desigualdad y por tanto la violencia contra las mujeres”,
reclamó Ana María, recordando que de las mujeres asesinadas por la
violencia machista ha aumentado el porcentaje que no había denunciado
(en mayores de 65 años, el 85 por ciento) y también de aquellas que
siguen conviviendo con el agresor (el 75 por ciento).
Prevención
La prevención
del maltrato de las personas mayores en un mundo que envejece nos
concierne a todos y todas. Para UNAF es necesario promover esfuerzos
multidisciplinares y coordinados, desde diversos ámbitos y sectores así
como actuar sobre los factores de riesgo y promover también la
protección, tanto en las potenciales víctimas y responsables de los
malos tratos como en la comunidad.
El primer paso
es visibilizar los problemas y las demandas de las mujeres mayores que
sufren violencia, ya que pueden tener implicaciones significativas en
su comportamiento y reacción ante el maltrato, así como para la
provisión de servicios y apoyo. Además, es necesario proporcionar
apoyo, formación y asistencia a las personas cuidadoras, para evitar
que la sobrecarga y el queme, puedan incidir en una inadecuada atención
o maltrato a las personas mayores asistidas.
Proyecto Daphne: trabajo en red
El programa
Daphne Stop VI.E.W. ‘Stop Violence against Elderly Women’, promovido
por UNAF, está desarrollado conjuntamente con otras cinco
organizaciones europeas: Auser Regionale Lombardia (Italia), ZDUS
(Eslovenia), ANJAF (Portugal), CNIDFF (Francia) y BGRF (Bulgaria), el
proyecto se ha desarrollado a través de diversos flujos de trabajo con
actividades y objetivos concretos.
En España ha
implicado aproximadamente a 50 instituciones públicas y privadas,
Universidades y organizaciones sociales, como IMSERSO, Cuerpo Nacional
de Policía, Servicio de Promoción de la Salud de la Comunidad de
Madrid, FEMP, Dirección General de Mayores y Dirección General de
Igualdad del Ayuntamiento de Madrid, Centros de Apoyo a la Familia,
Cruz Roja Española, Mensajeros de la Paz, Federación de Mujeres
Progresistas, o la Universidad Complutense de Madrid, entre otros.
Fotos: AmecoPress
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