9/01/2014

Peña Nieto llega al segundo informe con una caída en su aprobación

Un estudio de Parametría afirma que Enrique Peña Nieto llega a su segundo informe ante una caída en la aprobación presidencial y un escepticismo ante algunas de las reformas aprobadas y sus beneficios para la población. 

Este 1° de septiembre, el presidente Enrique Peña Nieto presentará su segundo informe de gobierno en un contexto de una baja en su aprobación, de acuerdo con la encuesta más reciente realizada por Parametría. Además, el mandatario enfrenta el escepticismo de la sociedad mexicana ante los resultados de las reformas aprobadas en los últimos 20 meses. 

El estudio da a conocer los datos sobre el descenso en la aprobación presidencial, la evaluación social del gobierno por rubros específicos y la opinión de los mexicanos sobre las reformas estructurales, un sello distintivo de la administración en curso.

 Aprobación presidencial:

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Aprobación presidencial.
De acuerdo con la recopilación de encuestas que miden la aprobación del gobierno de Peña Nieto, se puede observar que la tendencia que registraron todos los ejercicios hasta noviembre de 2013, fue que más de la mitad de la población aprobaba la actual gestión. Los niveles de aceptación oscilaron entre 45% y 62%, mientras que los de rechazo fueron de 21% a 47%.
Sin embargo, es a partir de diciembre de 2013, cuando existe un descenso en la aprobación. De esa fecha a febrero de 2014, los niveles de aceptación se invirtieron, siendo mayor el porcentaje de mexicanos que dijeron desaprobar al gobierno en turno. La promulgación de diferentes reformas, entre ellas algunas poco populares, como la hacendaria, puede ser una de las explicaciones a este hecho, así como los niveles de información de los ciudadanos sobre los cambios emprendidos.
A partir de marzo de este año, los porcentajes de aprobación empezaron a incrementarse. Los ciudadanos que dijeron aprobar la administración de Peña oscilaron entre 47 % y 52 %, lo que denotaba una recuperación en la evaluación del mandatario. Sin embargo, en las últimas mediciones vuelve a existir un descenso.
La más reciente encuesta nacional en vivienda realizada por Parametría, señala que el 46 % de los ciudadanos dijo aprobar mucho o algo la forma en la que el presidente realiza su trabajo, en tanto que 49 % opinó lo contrario.

Un punto interesante sobre estos porcentajes, es que a pesar de que la prensa y gobiernos extranjeros han tenido comentarios positivos sobre el gobierno en turno, parece ser que en la opinión pública mexicana persiste el escepticismo, sobre todo en lo referente a los posibles beneficios que traerán las reformas estructurales aprobadas bajo esta administración.

Dos elementos son importantes para explicar este fenómeno, el primero es el nivel de información con el que cuentan los ciudadanos y la calidad de la misma y el otro, es la comunicación política que ha tenido el gobierno federal tratando de explicar los cambios en diferentes ámbitos.

A lo largo de 20 meses, el congreso mexicano aprobó once reformas: energética, 
telecomunicaciones, competencia económica, financiera, hacendaria, laboral, educativa, reforma al código Nacional de Procedimientos Penales, Ley de amparo, político electoral y modificaciones en materia de transparencia. Uno de los cambios más profundos en el país, sobre todo si lo comparamos con las dos administraciones anteriores. Algunas de estas reformas han sido más conocidas por la ciudadanía y han tenido mejor impacto, mientras que otras son prácticamente desconocidas.
Analizando la calificación que los ciudadanos le otorgan al gobierno de Peña Nieto en  distintas áreas, se observa que en el tema de carreteras es donde sale mejor evaluado, el 41 % de los entrevistados considera que la actual administración ha realizado un buen trabajo en ese ámbito. Otro tópico donde el mandatario tiene buena evaluación es en salud, 36 % dijo que lo calificaba como bien o muy bien.

En los temas de promoción al turismo, educación y apoyo al deporte, existen opiniones divididas sobre el actuar del presidente, porcentajes similares lo califican como bien o muy bien así como mal o muy mal.
Por otra parte, generación de empleos, combate al narcotráfico, combate a la delincuencia y combate a la corrupción son los rubros donde Peña Nieto obtiene porcentajes más bajos de calificación de la gestión.
Además, se preguntó a los ciudadanos mayores de 18 años, si consideraban que Enrique Peña Nieto necesitaba o no más tiempo para ser evaluado como gobernante, sobre ello, el 46 % dijo que el mandatario necesitaba más tiempo, mientras que 49 % dijo que no era necesario. Este último porcentaje llama la atención, sobre todo si tomamos en cuenta que apenas ha pasado menos de una tercera parte de la gestión, a la que le restan cuatro años más.

En noviembre del año pasado, a un año de haber iniciado su gobierno, el 62 % de los mexicanos dijo que Peña Nieto necesitaba más tiempo para ser evaluado, nueve meses después, ese porcentaje disminuyó 16 puntos.
Economía
La economía representa uno de los principales retos para la administración del presidente. La forma en que los ciudadanos evalúen este tema puede tener consecuencias para alcanzar los objetivos de gobierno en la segunda mitad de esta administración e, incluso, para la gobernabilidad del país.
Cuando las condiciones económicas son malas, los electores suelen calificar de forma negativa la gestión gubernamental y podrían castigar electoralmente al partido en el gobierno, otorgando su sufragio a un partido de oposición, por el contrario, si dicha variable tiene una buena aceptación, es más probable que los ciudadanos sigan concediendo un voto de confianza.
Los datos de la más reciente encuesta en vivienda de Parametría, indican que más de la mitad de los mexicanos (56 %), consideran que la económica del país ha empeorado en el último año, mientras que únicamente 18 % opina que ha mejorado. Estos porcentajes son similares a las opiniones sobre lo que ha pasado con la situación económica personal en los últimos doce meses.
El 28 % de los entrevistados dijeron que esperaban una mejoría en la económica del país para el próximo año, sin embargo, 41 % tiene una opinión menos optimista en el tema. Sobre la situación prospectiva de la economía personal, hay opiniones dividas, 30 % considera que su economía mejorará en los próximos 12 meses, mientras que 38 % dice que empeorará.

Cabe destacar que al año pasado el crecimiento de México fue apenas superior al 1 % cuando se calculaba en un 3.5 %. Este año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mantuvo su pronóstico del PIB en 2.7 %.

Seguridad
El tema de la seguridad sigue siendo uno de los más apremiantes para los mexicanos, la encuesta de julio y agosto permite ver que más de la mitad de la población sigue considerando que en todos los niveles (local, estatal y federal) persiste la inseguridad.
El 63 % de los entrevistados dijo que su colonia era poco o nada segura, 76 % afirmó lo mismo sobre su delegación y nueve de cada diez consideran que su estado y el país son inseguros. Este es sin duda otro de los grandes retos de la presente administración, cambiar la percepción de la ciudadanía sobre los niveles de inseguridad, tanto locales como a nivel país.

Las reformas estructurales


Las reformas que se promulgaron durante esta administración, permiten hacer interesantes análisis sobre cómo son vistos algunos temas en la opinión pública. La reforma que consideran los mexicanos traerá más beneficios para ellos y sus familias es la educativa, seguido de la nueva legislación en telecomunicaciones. Empero, el resto de los ordenamientos se consideran negativos o que no los beneficiarán ni perjudicarán.
Es también en el tema educativo, donde los ciudadanos empiezan a ver avances, por ejemplo en: la preparación de maestros (24 %), calidad de la educación (26 %), escuelas de tiempo completo (27 %), la limitación de alimentos chatarra en las escuelas (33 %), la evaluación a profesores (29) y la prohibición al cobro de cuotas (20 %).

Sin embargo, existen porcentajes considerables de entrevistados que piensan que no ha pasado nada en el rubro educativo, desde diciembre de 2012, cuando se aprobó la reforma educativa. Estos datos sorprenden porque la reforma educativa es una de las más fáciles de entender y promocionar, sin embargo en la percepción ciudadana en el tema de educación persiste el status quo.
En lo que respecta a la reforma en Telecomunicaciones, existen hallazgos interesantes. Comparándola con la reforma educativa, la percepción es menor sobre sus beneficios. Existen más mexicanos que consideran que de marzo de 2013 cuando se aprobó el nuevo ordenamiento, a la fecha, ha aumentado lo que paga por el servicio de celular (33 %), la telefonía fija (29 %), el gasto en servicio de internet (29 %), la televisión de paga (28 %) y la larga distancia (27 %).
Un 32 % dijo que de la aprobación de esta reforma a la fecha ha aumentado el acceso a internet y 24 % consideró que la libertad de expresión también presentaba un incremento. En este caso también hay porcentajes arriba de 40% que consideran que de la aprobación de esta reforma hasta ahora, no ha habido cambios que beneficien o perjudiquen a los mexicanos en el tema de las telecomunicaciones.
En cuanto a la reforma financiera, 35 % de los entrevistados dijo que a partir de enero de 2013, cuando se aprobaron los cambios en este tema, había aumentado lo que hay que pagar por un crédito bancario o tarjeta de crédito, 41 % dijo que este rubro seguía igual y 9 % nota una reducción en estos pagos.
Tres de cada diez entrevistados dijo que había aumentado el volumen o cantidad de crédito que ofrecen los bancos, y 37 % también señaló más competencia entre los bancos para ofrecer créditos más baratos.

Sobre la reforma política, el 46 % dijo que beneficiaría a la democracia en México, el que sea obligatorio que el 50 % de las candidaturas de la cámara de diputados y del senado sea para mujeres, también existe un porcentaje considerable  de ciudadanos (41 %) que dicen que beneficiará a nuestra democracia el que se anule una elección cuando se rebase el tope de gastos de campaña.
Sin embargo, en otros rubros las opiniones no fueron tan optimistas, seis de cada diez ciudadanos consideran que la reelección de presidentes municipales, diputados y senadores perjudicará al actual sistema de gobierno. Otro 42 % también cree nocivo la desaparición del Instituto Federal Electoral y la creación del Instituto Nacional Electoral.

En México, existe un claro rechazo a la figura de la reelección, tal vez porque se le asocia con adjetivos negativos como la perpetuación en el poder y no con la posibilidad de los ciudadanos de poder evaluar el desempeño de sus representantes o con la profesionalización de servidores públicos.
Preferencia electoral 2015
El próximo año se elegirán en el país 2,051 cargos de elección popular, entre los que destacan nueve gubernaturas y la totalidad de la cámara de diputados. El proceso electoral estará marcado por la aparición de tres nuevos partidos políticos (Morena, PES, Partido Humanista) y por el agotamiento de la agenda establecida en el Pacto por México.
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Elecciones 2015.
Una de las grandes dudas que surgen, es el impacto que las reformas estructurales emprendidas por Enrique Peña Nieto, puedan tener en estas elecciones intermedias, en las cuales variables como: el nivel de participación, los candidatos, las campañas y el contexto local serán fundamentales para poder explicarlas.
Datos de la más reciente encuesta de Parametría reportan que de ser hoy las elecciones para elegir a diputados federales, el Partido Revolucionario Institucional es quien obtendría la mayor intención de voto con el 35 % de la preferencia efectiva (no contabiliza las categorías de ninguno, no sabe y no contesta), seguido de Acción Nacional con el 23 %.  En tercer sitio aparece el Partido de la Revolución Democrática con 19 % y como cuartas fuerzas se posiciona el Partido Verde Ecologista de México con 7 % y el Movimiento de Regeneración Nacional con 6 % de la preferencia.
Preferencia efectiva.
Preferencia efectiva.
Un dato que llama la atención es que si bien la aprobación de Enrique Peña Nieto está por debajo de lo que registró en el primer año de gobierno, la preferencia por el Partido Revolucionario Institucional es elevada (25 % de preferencia bruta y 35 % de efectiva). La literatura en el tema señala que estas variables en la mayoría de los casos están fuertemente relacionadas, por lo que una posible hipótesis es que una de las dos se ajuste a la otra a lo largo de estos meses.

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