La
atención médica de mujeres con cáncer debe ir más allá de un
tratamiento médico, quirúrgico o farmacológico, y debe incluir apoyo
emocional para ellas y sus familias.
Mujeres sobrevivientes de diversos tipos de cáncer, familiares de
pacientes con cáncer, especialistas y grupos civiles así lo
manifestaron hoy durante el Congreso “Hay una nueva vida después del
cáncer”, realizado en el Hospital General de México.
Aury Caltagirone, integrante de la organización Una Nueva Imagen Contra
el Cáncer (Unica), aseguró que por muchos años las investigaciones y
tratamientos se preocuparon por el cáncer, es decir por entenderlo e
investigarlo y no por las y los pacientes.
Ello derivó en que los tratamientos fueron pensados sin tomar en cuenta
las necesidades o requerimientos de las personas, y que pocas veces se
les preguntara o explicara de manera clara cuáles eran los
procedimientos que se seguirían para atender su padecimiento.
Verónica, sobreviviente de cáncer de colon, señaló durante su
participación que para asegurar la supervivencia es indispensable que
los médicos establezcan una relación directa y de confianza con sus
pacientes.
La mujer relató que desde su experiencia y los testimonios que ha
escuchado durante su lucha puede asegurar que la participación activa
de las y los pacientes contribuye a que los tratamientos médicos tengan
una respuesta favorable.
“Si estamos informados y conocemos los riesgos, podemos tomar
decisiones y sentirnos más positivas acerca de nuestra recuperación; el
ánimo que manifestemos durante el proceso también contribuye a que
nuestro cuerpo reaccione de manera positiva ante cualquier
tratamiento”, sostuvo.
Por su parte Silvia, otra sobreviviente pero de cáncer de mama (CaMa),
aseguró que uno de los puntos fundamentales para la recuperación y la
supervivencia es el apoyo emocional y asesoría psicológica que reciban
las y los pacientes durante el proceso.
“Desde el diagnóstico se enfrentan múltiples miedos, indecisiones y un
sinfín de procesos que repercuten en nuestra salud emocional y que
pocas veces sabemos cómo manejar”, sostuvo.
Por ello invitó a sus compañeras y compañeros de lucha a buscar
asesoría psicológica y a acercarse a los círculos de autoayuda que se
brindan en muchas organizaciones, o que incluso se forman en hospitales
especializados.
Otro de los factores fundamentales que influyen en que el tratamiento
sea exitoso, según dijeron las mujeres, es la participación activa de
las familias que fungen como cuidadoras primarias de quienes padecen
cáncer, y también se ven afectadas por el padecimiento, pero muy pocas
veces son considerados para recibir atención psicológica.
Azucena, hija de una mujer que falleció por cáncer de ovario, relató
que si la familia y acompañantes de las personas enfermas se mantienen
informadas y atentas al proceso será más fácil que acompañen a sus
seres queridos en la toma de decisiones y para afrontar su enfermedad.
“El cáncer cambia vidas, te enseña a vivir y no a sobrevivir, te enseña
a ti como hija o hermana a enfrentar las situaciones difíciles con
valentía, a valorar a tu familia”, por ello, al recordar que en muchos
lugares de atención a esta enfermedad se ignora la importancia de
atender también a la familia, invitó a todas las personas que deban
enfrentar este mal a acercarse a recibir apoyo emocional entre
compañeros o personas en la misma situación.
A nivel nacional, el cáncer es la tercera causa de muerte en las
personas. Según cifras oficiales, el CaMa mantiene una tendencia
ascendente. Se estiman 17.5 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25
años o más en 2013, lo que se traduce en un aumento respecto a la tasa
de 17.1 decesos observada en 2012.
El CaMa cobró la vida de 6 mil 154 mujeres hasta agosto de 2014, lo que
es una cifra mayor de las 5 mil 823 defunciones estimadas hasta
diciembre de 2013. Mientras que el cáncer cérvico uterino (CaCu) cobró
la vida de 3 mil 719 mujeres en ocho meses de 2014 y 3 mil 784 en 2013.
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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