12/12/2014

Los periodistas pal café . . .




Es institucionalmente inaceptable, políticamente invasivo, socialmente peligroso y claramente amenazador el mensaje de temporada navideña que el almirante Vidal Francisco Soberón Sanz emitió este miércoles en conferencia de prensa. El máximo jefe operativo del cuerpo armado federal que se especializa en acciones relevantes (algunas de ellas con apoyo o participación de agentes estadunidenses, según denuncia periodística hecha en el país vecino) se ha declarado bajo enojo y coraje a causa, en primera instancia, de ciudadanos que a su juicio son manipulados políticamente para realizar o convalidar protestas y manifestaciones que el mando marino considera injustas e irritantes y, en segundo plano, de esos entes manipuladores que a su personal criterio buscan fines distintos a los que la sociedad merece, auténticos peligros para México.
Las palabras del secretario de Marina, el almirante Soberón Sanz, han ido más allá de las que días atrás pronunció el secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos, reunido también con periodistas en razón del cierre de año. El titular de la Sedena insistió en la tesis de que la crisis nacional es un problema de Estado, no de gobierno, y advirtió que frente a los incomprensibles acontecimientos de Iguala, que han hecho reflexionar a la sociedad toda y han cimbrado al país, la mentira, el reproche, la crítica infundada, la violencia y la intolerancia, poco abonan. El pasado 20 de noviembre, al recibir una condecoración de manos de Enrique Peña Nieto, el propio general Cienfuegos había dado a conocer su tesis del Estado como responsable, pero no el gobierno, e incluso hizo ver que para el país hay dos caminos: el de la desunión reflejado y marcado por la violencia, y la crítica infundada que lleva a la inestabilidad, no soluciona problemas, sólo los agrava.
La irrupción abierta del secretario de la Defensa Nacional en terrenos de valoración política que no corresponden a la jurisdicción castrense (¿quién decide, y bajo cuáles criterios, cuándo la crítica es infundada y cuándo determinados actos públicos no abonan a la salud republicana?) fue superada por el almirante Soberón, quien abiertamente ha etiquetado de manera negativa, reconociendo que en sus juicios hay coraje y enojo, a quienes hoy realizan protestas públicas por la desaparición de normalistas rurales de Ayotzinapa. Recuérdese que Soberón fue secretario particular del anterior secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez Mendoza, durante la guerra contra el narcotráfico, y que su ascenso al almirantazgo, como escalón para llegar a la secretaría, le fue concedido el 20 de noviembre de 2012, apenas unos días antes de ser nombrado en la Semar.
El destape declarativo de los dos funcionarios de las fuerzas armadas mexicanas no ha producido ninguna corrección de parte del civil que oficialmente manda en esos cuerpos y designó a sus titulares. Ha de suponerse, por tanto, que las consideraciones y advertencias de Cienfuegos y Soberón corresponden a una postura compartida por Enrique Peña Nieto, a quien pareciera aceptable que en apoyo a su endeble situación en Los Pinos se produzcan esas piezas discursivas, politizadas y no institucionales sino grupales. La otra hipótesis es peor: que esos mandos estén actuando por su cuenta e incluso con ánimo derogatorio contra el civil que no mete orden.
Así pues, coraje y enojo son características virtuosas en los guerreros que defienden a su patria frente a embates extranjeros, pero de ninguna manera pueden ni deben ser los ánimos motores contra ciudadanos mexicanos que protestan de manera aún menor a la proporción de los agravios acumulados, el más notable y reciente el de Ayotzinapa (y el de Tlatlaya, por señalar otro).
Endurecer el discurso, como anticipación del endurecimiento del puño, no es ni será la vía adecuada para atender una justificada indignación nacional que hasta el presidente de la suprema corte de justicia, Juan Silva Meza, reconoció ayer al rendir un informe de labores frente a Peña Nieto (también dijo el ministro presidente, ante Osorio Chong y los titulares de Sedena y Semar, que en circunstancias como las actuales debemos preferir la fortaleza institucional al desorden, y las vías democráticas al uso de la fuerza legítima). En ese contexto, mejor sería que Sedena y Semar se abstuvieran de hacer consideraciones políticas, entendieran en términos democráticos el proceso actual de irritación social, eliminaran el coraje y el enojo en su toma de decisiones, e incluso que se colocaran en civilizada disposición de un mayor escrutinio público, en particular cuando crecen las exigencias de que instalaciones militares y actuar de mandos castrenses sean revisados en función de los acontecimientos de Iguala.
El arribo del peso a la línea de los 15 por dólar redobla las preocupaciones de quienes han visto caer en picada el discurso y la política económica de la administración Peña-Videgaray. El prendido general de alerta (el precio del barril de petróleo, a la baja, y el billete estadunidense al alza respecto al nuestro, todo en medio de incumplimiento de metas, desaceleración, corrupción, ineficacia e inseguridad) hace a muchos mexicanos recordar conmociones anteriores.
Algunos de esos mexicanos ya están en absoluta crisis. Es el caso de los 6 mil ahorradores que confiaron cantidades promedio de un millón de pesos a una sociedad financiera popular denominada Ficrea, que el pasado 7 de noviembre fue intervenida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Los depósitos fueron congelados, a causa de irregularidades cometidas por los directivos del fideicomiso, y la autoridad no inicia procesos legales contra los responsables, pero tampoco nos da una fecha cierta para que nos sea devuelto nuestro dinero, ganado legítimamente y de forma honesta. Hay quejas contra el director de la CNBV, Jaime González Aguadé, por su soberbia e indiferencia (aquí puede leerse una relatoría hecha por uno de los ahorradores http://bit.ly/1smT0JA ) ¡Hasta el próximo lunes!
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Las comisiones de las Afores para 2015 bajarán a 1.11 por ciento en promedio, lo que significará un ahorro de 9 mil millones de pesos para los afiliados. Se trata de la mayor disminución desde 2009, año en que la Consar comenzó a intervenir en su fijación, de acuerdo con Carlos Ramírez Fuentes, presidente de la comisión. Uno de los objetivos para 2015 es que todas las Afore cobren comisiones lo más cercanas posible a uno por ciento, y por ello determinó no recibir propuestas que estuvieran por arriba del promedio de 1.20 por ciento, el cual ha estado vigente este año. Datos oficiales revelan que entre enero y octubre de este año las Afores cobraron 21 mil millones de pesos en comisiones. Todavía hay margen para que las bajen más. La gráfica muestra las comisiones que carga cada Afore a sus clientes. Los trabajadores son libres de cambiarse a la que más les convenga.
Presidentes devaluadores
En los dos años de gobierno de Peña Nieto el peso se ha devaluado 17 por ciento. O, dicho de otro modo: 2.20 pesos. Un dólar se compraba con 12.90 en diciembre de 2012; ayer se disparó a 15.10 (dólar libre en ventanilla bancaria). Cuando iba en picada, el Banco de México inyectó dólares al mercado mediante una subasta de 200 millones de dólares que fueron vendidos a 14.75 pesos. Fue la primera intervención de las que anunció esta semana. Nuestra moneda se acerca a los peores niveles de la crisis financiera de 2009, cuando alcanzó 15.69 pesos por dólar en marzo de ese año. Hoy en día una persona que gane el salario mínimo tendría que invertir 22 por ciento para comprar un dólar. Peña Nieto ya tiene un sitio entre los presidentes devaluadores de la historia del país: Calderón, Fox, Salinas-Zedillo, Miguel de la Madrid, López Portillo y Echeverría. Entre los años 70 y el actual, el peso se ha depreciado ante el dólar poco más de 100 mil por ciento. Un fenómeno así sólo se ve en países que han sufrido la devastación de una guerra. En México no hemos estado en guerra con ningún país, sólo hemos tenido malos gobiernos.
¿Y el petróleo?
Sigue en picada. La mezcla de exportación de Pemex cerró en 53.72 dólares por barril, 68 centavos menos que el día anterior, y se ubica en su nivel más bajo desde el 5 de mayo de 2009, de acuerdo con la estadística de la petrolera, pomposamente llamada empresa productiva. Hasta el momento se ha aceptado como firme la declaración de la Secretaría de Hacienda de que el seguro petrolero cubrirá los ingresos previstos para el próximo año. Ya hay una diferencia enorme: el presupuesto habla de 79 dólares por barril, cuando ya está en el nivel de 53 dólares. Sin embargo, convendría a los expertos analizar lo que dice el investigador Fernando Ramones Fernández, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, organización de la sociedad civil. En su opinión, el seguro quedará corto, ni aun sumando los ingresos del Fondo Petrolero. ¿Qué opciones quedarían? Subir impuestos o contraer nuevas deudas. Hay otra, pero se descarta desde ahora: que el gobierno recorte sus gastos. Eso no está en lo posible.
¿Cómo nos afecta una devaluación?
Nuestro país, lamentablemente, ha padecido una serie interminable de devaluaciones. Lo que se ha visto a lo largo de los años es que afecta de manera desigual a la gente. A estas alturas, las personas pudientes ya sacaron sus capitales del país y los invirtieron principalmente en Estados Unidos. Podría decirse que incluso están ganando dinero con la devaluación. Las más afectadas son las clases necesitadas, con una excepción: las familias que reciben dinero de nuestros paisanos que trabajan al otro lado. También el sector exportador sale beneficiado, no así los importadores.



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Evo Morales, presidente de Bolivia, señaló en la primera sesión de alto nivel de la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP20), que tiene lugar en Lima, que la verdadera forma de resolver el cambio climático será “venciendo al capitalismo y salvando a los pueblos que están en manos de quienes lucran con la destrucción de la naturaleza”. Dijo que reuniones como la COP20 son una carga de hipocresía, racismo y neocolonialismo” (La Jornada, 10/12/14, p.47). Llamó a incorporar la sabiduría de los pueblos indígenas en el acuerdo para enfrentar el cambio climático; que escuchen a los pueblos y aprendan de ellos. Manifestó que “no puede haber acuerdo climático que condene a la humanidad a la muerte para favorecer al capital, al enriquecimiento de unos pocos. Necesitamos hacer un acuerdo climático por la vida y para la vida”. (La República, Lima, 9/12/14). Ideas similares expresa Enrique Leff en su libro Apuesta por la vida (Siglo XXI, 2014):
“Las experiencias recientes de los movimientos socio-ambientales en América Latina, Asia y África muestran no sólo la capacidad de la población local para resistir a la razón económica, instrumental y utilitarista hegemónica a través de la cual el capitalismo penetra en sus territorios geográfico-socio-culturales de vida, sino también para crear visiones alternativas y nuevos caminos hacia la sustentabilidad desde sus racionalidades culturales, reinventando sus identidades, sus prácticas productivas y sus medios de vida... legitimando nuevos derechos humanos al territorio…” (p.491). “En su irrefrenable expansión de la voluntad de dominio de la naturaleza, en su manía de crecimiento insustentable, el capitalismo llegará a extirparle el corazón a la tierra, cavando la tumba de la vida del planeta verdeazul del universo” (p. 445).
Hoy inicio una serie sobre las tendencias que anuncian que el capitalismo está llegando a su fin. Con ser el calentamiento del planeta la más grave y destructiva, no es la única. En la entrega del 5/12/14 comenté dos tendencias adicionales: la creciente desigualdad que el capitalismo genera y el fin de la sociedad centrada en el trabajo pagado, consecuencia de la automatización. Más adelante formulo una lista preliminar de las tendencias que he identificado. John Bellamy Foster (JBF) en The Ecological Revolution



Echen paja!, grita el erario, porque la caída del precio petrolero mexicano es incontenible: ayer cerró en 53.73 dólares por barril, con lo que sólo en el transcurso del presente mes la baja acumulada es de 23 por ciento, equivalente a una caída de 16.05 dólares, de tal suerte que tiemblan las empresas que asumieron las coberturas anunciadas por la Secretaría de Hacienda, a menos de que –como todo hace suponer– para ellas exista un piso de protección.
A la par, la volatilidad pasajera no deja de apretar las tuercas y la inyección diaria de 200 millones de dólares al mercado cambiario, por parte del Banco de México y la Secretaría de Hacienda, ni cosquillas provoca entre los especuladores. Ayer el tipo de cambio peso-dólar en ventanilla se disparó a 15.10 bilimbiques por billete verde, con lo que peligrosamente se registran cotizaciones similares a las observadas en plena crisis de 2009, aunque ahora, oficialmente, el país va de maravilla.
Y como parte de lo bien que va todo, ayer los senadores de la República (siempre prestos a cuidar el interés nacional) le volvieron a sacar las castañas del fuego a uno de los más despreciables y tóxicos barones mexicanos, que no es otro que Germán Larrea (el de Pasta de Conchos, los ríos Sonora y Bacanuchi, y el vocero del Gobierno del Distrito Federal).
Resulta que el Senado de la República cedió a las presiones de las grandes empresas ferroviarias que operan en el país y aprobó la ley reglamentaria en la materia que mantiene intocadas las concesiones ya otorgadas a dichos consorcios. Tal regulación que la Cámara de Diputados envió al Senado en febrero pasado fue fuertemente cabildeada por los grupos que operan en el país (La Jornada, Andrea Becerril y Víctor Ballinas).
¿Y quién fue el principal operador de la maniobra? Pues el presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, que no es otro que el inenarrable senador panista Javier Lozano, a quien el propio Germán Larrea, desde el sexenio calderonista cuando este personaje despachaba en la Secretaría del Trabajo, lo llama cariñosamente mi gato. Y como tal cumplió, pues aseguró que es necesario mantener el respeto a los títulos de concesión, porque de lo contrario se hubiera mandado una mala señal para los inversionistas (ídem).
Gracias a la reforma modernizadora de Ernesto Zedillo, el monopolio ferrocarrilero del Estado se convirtió en un monopolio privado, en el que la rebanada más gruesa quedó en manos del tóxico Germán Larrea y su Grupo Ferroviario Mexicano, en el que la trasnacional Union Pacific mantiene un paquete minoritario (26 por ciento de las acciones). Este consorcio se quedó con las rutas más extensas y lucrativas de la red ferroviaria otrora de la nación, y poco después adquirió Ferrosur del Grupo Carso, de Carlos Slim, con lo que prácticamente se quedó con el pastel completo. Su competencia es la trasnacional Kansas City Southern de México, la cual es dueña de la ruta Nuevo Laredo-ciudad de México).
Los senadores de la República de nueva cuenta dejaron intocado al tóxico empresario, porque la idea original de la citada legislación era abrir el sector ferrocarrilero que opera en México por medio de la figura de permisionarios, pero a la hora de la hora lo impidió la mayoría de los señores de los escaños y echaron para atrás tal figura, porque decidieron dar certeza jurídica a los concesionarios conforme a lo establecido en sus títulos de concesión, y al cumplimiento de las condiciones y a los plazos plasmados en ellas. Con ello se preserva la integración vertical, contemplada en las concesiones otorgadas hasta el momento, que no son otras que las otorgadas mayoritariamente –como en el caso de la minería– a Germán Larrea.
En su momento, Zedillo justificó la privatización con lo siguiente: “la escasez de recursos públicos imposibilita al Estado a realizar las inversiones inaplazables que requiere la modernización de los ferrocarriles mexicanos, a fin de hacer de esta actividad un instrumento de promoción del desarrollo… La necesidad de ampliar el acceso a la creatividad y energía de los particulares en el desarrollo económico nacional para que permitan al Estado concentrar mayores acciones y recursos en el cumplimiento de sus objetivos básicos… La convicción de que no necesariamente un Estado propietario ejerce una más eficaz rectoría sobre la actividad ferroviaria”.
Pues bien, desde que el gobierno zedillista entregó los ferrocarriles a manos privadas (1996) la longitud de vía (hasta 2011) a duras penas se incrementó a razón promedio de 6.2 kilómetros por año (105 kilómetros en el periodo); el número de locomotoras activas decreció 6.2 por ciento; la plantilla laboral se desplomó 67.5 por ciento, y 97 por ciento el número de pasajeros transportados (las cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes).



Judy Huth acaba de echarle la última paletada de lodo al historial de quien ha estado en lo más alto del mundo del espectáculo estadunidense. Judy presentó denuncia formal contra el actor Bill Cosby (77 años) por abusar de ella cuando tenía 15 años. Y en un sitio nada recomendable: la Mansión Playboy. En la demanda, relata cómo en 1974 conoció a Cosby en Los Ángeles durante el rodaje de una película y cómo éste le pidió que mintiera acerca de su edad para poder acceder a un sitio donde no admiten menores. Aunque no la violó, sí fue agredida sexualmente, lo que le ha ocasionado, dice en su demanda, el desgaste sicológico y la angustia que la acompañan desde entonces.
Cosby alcanzó la fama los pasados 40 años especialmente como protagonista del programa La hora de Bill Cosby, en el que interpreta al patriarca de una familia afroamericana de clase media. Gozó de una gran audiencia en Estados Unidos y también en otros países, como México. Ahora son 17 las mujeres que lo acusan públicamente de agresiones sexuales. Ya en 2005 había tenido problemas con la ley por igual motivo, pero el caso se cerró al llegarse a un acuerdo monetario con la persona agredida, Andrea Constand.
El abogado del actor, John Schmitt, sostiene que su cliente no tiene nada de qué avergonzarse, que esas revelaciones carecen de fundamento y no son nuevas, pues desde 2005 varias mujeres lo han acusado por hechos similares.
Pero alguna base sólida deben tener cuando Cosby dimitió al Consejo de Administración de la Universidad de Temple, al que pertenecía desde hace tres décadas y donde realizó sus estudios. Si la cadena de televisión NBC pospuso su retorno a la pantalla chica. Si además se canceló la gira que el comediante tenía programada por varias ciudades del vecino país, y con las entradas vendidas con anticipación. Y el que también le diera voz a las víctimas el prestigioso Washington Post, que suele ser muy cuidadoso con lo que publica.



El frío que nos provocan tanto el clima como los fuertes acontecimientos en México quizá no sea resuelto, pero sí paliado, cual apapacho al alma, por la calidez ciudadana que no deja de manifestarse a través de la protesta, y de expresarse mediante la música y demás artes. Parte de este arcoíris invernal es el festival Luces de Invierno, en segunda edición, auspiciado por Conaculta, que continúa encabezando entre otros esfuerzos capitalinos, desde el primero de diciembre (termina el día 21), la misión multidisciplinaria de subir la temperatura, con un 90 por ciento de talento mexicano, todo de entrada libre.
Sábado 13. 1. La maravillosa electrónica experimental acompañada por guitarra eléctrica del austriaco Christian Fennesz hará juego con el videoarte del irlandés Lillevan. Fonoteca Nacional, 19 horas. 2. Monairem: de Barcelona, espectáculo de beats y sintetizadores con proyecciones 3D sobre una nave espacial simulada. Alucinante. Centro de Cultura Digital (Estela de Luz), 19 horas. 3. El contrario Luzbel. Pastorela-homenaje a Alejandro Aura (sábado y domingo). Museo de San Ildefonso. 19 horas. 4. Schola Cantorum: gala coral navideña. Auditorio Blas Galindo, CNA. 17 horas. 5. Pop-folk-flamenco con Jenny and the Mexicats y huapango-rumba-blues con Los Rumberos de Massachussets. Áreas verdes, CNA. 18 horas.



La mayoría parlamentaria integrada por el gobernante Partido Popular (PP) en el Congreso español aprobó ayer una Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana –popularmente conocida como ley mordaza–, que entre otras cosas restringe las manifestaciones ante las sedes legislativas y los edificios públicos e impone multas a los participantes en movilizaciones que sean consideradas discrecionalmente como ilícitas.

Marina, con la inaceptable cortina de humo
El titular de la Secretaría de Marina, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, lamentó que grupos y personas manipulen a los padres de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y lucren con su dolor para alcanzar objetivos individuales o de grupo (La Jornada, 11/12/14). Se trata de un comentario insensible y profundamente racista que intenta, ya sea como estrategia gubernamental o por posición personal, desviar la atención del verdadero culpable de la tragedia de Ayotzinapa, es decir, el Estado mexicano.

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Aspecto de la marcha efectuada ayer en Tecoanapa, Guerrero, en demanda de la presentación con vida de los normalistas desaparecidos Foto Javier Verdín
La conocí en un albergue. Era pequeña, frágil, parecía de 10, pero tenía alrededor de 16 años. No hablaba, tenía la mirada perdida, lejana, huidiza a otros mundos que no fueran el propio. Concentraba la atención en su muñeca; nunca había tenido una y después de su rescate no sólo fue su mejor regalo, sino el punto de unión con su destino. Probablemente sea la razón por la que una y otra vez se esmeraba en peinarla y abrazarla.

Las revoluciones y los revolucionarios siempre caminaron contra la corriente. Se abrieron paso, en particular, contra las ideas hegemónicas en el campo de quienes luchaban por construir un mundo nuevo. Si las fuerzas revolucionarias se hubieran limitado a seguir el sentido común dominante en cada época, no hubieran sido revolucionarias. Uno de los desafíos más trascendentes que debieron enfrentar fue no someterse a la lógica de las relaciones interestatales. Lo que no quiere decir que les haya sido indiferente.

Ya perdimos las cuentas, son tantas las muertes tortuosas en este país que ya no quisiéramos enterarnos. Y sin embargo, nuevamente aparece: un nuevo cuerpo que ya no respira ni siente, que acaso dejó de estar preso dentro de su piel, como estamos los vivos.

Los acontecimientos de Guerrero, en par­ticular la desaparición de los normalistas de Ayotzinpa, así como los de Tlatlaya, son un episodio más de la larga serie de atropellos a los derechos humanos en México. En realidad no hay nada nuevo, porque el ciudadano mexicano desgraciadamente está resignado a este cortejo sin fin de horrores cada vez más increíbles. Sorprende la incapacidad de las autoridades de dar números de muertos y desparecidos: las variaciones según las fuentes no son dignas de un país medianamente desarrollado. Los políticos, cuando no propician esta violencia, viven muy bien con ella, como con la impunidad y la corrupción.
El pánico por el ébola en los países desarrollados ha disminuido pero ha dejado enseñanzas importantes. Actualizó la advertencia de Naomi Klein en La doctrina de shock de que las epidemias pueden ser utilizadas para generar el miedo colectivo que luego sirve para suprimir derechos. Comparen las acciones de Cuba y Estados Unidos. Mientras Cuba mandó rápidamente personal médico, Estados Unidos mandó 3 mil soldados para detener la epidemia. Unos se solidarizaron con los pueblos afectados y otros se fueron por el camino militar. La intervención de Médicos Sin Fronteras es otro ejemplo de solidaridad desinteresada y humanista.

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