Jenaro Villamil
MÉXICO,
D.F., (proceso.com.mx).- Un día después del fracaso en la meta fijada
para la recaudación y las “donaciones” voluntarias al Teletón, el
presidente Enrique Peña Nieto lanzó en Boca del Río, Veracruz, una
declaración de orgullo a la empresa que lo catapultó en el rating de la
política nacional.
“Para algunos, déjenme decir, pudiera –Emilio (Azcárraga) lo
entenderá y quienes están aquí como miembros de Televisa- pensar que es
equivocado hacer un reconocimiento a esta gran empresa mexicana. Pero
para el presidente de la República es motivo de orgullo tener una
empresa mexicana productora del mayor número de contenidos de habla
hispana, que proyecta a nuestro país no sólo en las naciones de habla
hispana, sino en el mundo entero.
“Es –añadió Peña Nieto- un medio que proyecta a México en el mundo y
esto a los mexicanos nos enorgullece, por eso mi gratitud y
reconocimiento por la organización de este tercer encuentro”.
La zalamería de Peña Nieto con Televisa no es nueva. En diciembre de
2012, recién jurado su nombramiento como primer mandatario, acudió a
los foros de Televisa, acompañado de Angélica Rivera, producto directo
de las entrañas de esta empresa, a promover el Teletón.
Ningún presidente lo había hecho. Acompañado de sus hijos, el presidente se prestó para promover una iniciativa filantrópica.
Dos años después, el silencio de Peña Nieto hacia el Teletón ha sido
absoluto. Ni una sola referencia desde el ámbito del gobierno federal.
Lo novedoso es el momento y el contexto en el que Peña Nieto reitera
su dependencia y “orgullo” hacia Televisa, tantas veces negada de
manera oficial y tantas veces reiterada en una pantalla que sólo halaga
cuando obtiene jugosas ventajas económicas, políticas y de negocios a
cambio.
Peña Nieto alaba a la empresa en el peor momento de su aceptación
popular y, también, en el momento de mayor vulnerabilidad para
Televisa. El Comité de los Derechos para las Personas con Discapacidad
de la ONU lanzó en octubre pasado un duro juicio contra el Teletón, una
de las franquicias de Televisa para encubrir las donaciones “en
especie” del erario a nombre de una opaca filantropía.
Según este comité de la ONU, es preocupante que una instancia
privada como Teletón administre los recursos para la rehabilitación de
personas con discapacidad. El documento de nueve cuartillas que circuló
ampliamente criticó la falta de rendición de cuentas de esta iniciativa
dirigida por la fundación creada en 1997.
Las críticas al Teletón, la salida de su conductora estelar, Lucero,
y la oleada de desprestigio que ha acompañado a Televisa en los dos
primeros años de la administración peñista tuvo un claro impacto en la
edición de 2014 del maratón televisivo. No alcanzaron la meta de
donativos. Además, tuvieron que recurrir al expediente de la “vacuna de
escándalos” a través de un discurso de dudosa improvisación del cómico
Eugenio Derbez.
En la transmisión del sábado 6 de diciembre, Derbez abrió la
conducción del Teletón 2014 con una clara referencia al escándalo de la
Casa Blanca. Televisa pretendió lavarse las manos de la versión oficial
y del vínculo inevitable con el conflicto de interés que relaciona a la
empresa con la primera dama y el primer mandatario.
“No tendría que comentar esto, pero hace un año dejé de ser empleado
de Televisa y, sin embargo, hoy regresé porque me enteré de lo que
pagaban”, afirmó Derbez en su mejor chiste de la noche. Y quizá de su
vida.
Sin embargo, la “vacuna” de Derbez tenía otro objetivo: salir en
defensa del Teletón, dado que el gobierno de Peña Nieto no hizo nada
para salvar del naufragio a la empresa de la filantropía que construye
CRIT en todos los estados, a costa del erario.
“Muchos dudan de la transparencia de la fundación o de si esto es
una estrategia de Televisa para pagar menos impuestos; hasta se ha
comentado si la lana se usó para construir una mansión en Las Lomas”,
continuó Derbez, al aire.
“Sólo creo que no debemos mezclar cosas negativas que están
ocurriendo en el país con algo positivo como el Teletón”, remató el
comediante.
A buen entendedor pocas palabras: la “Casa Blanca”, el escándalo de
Angélica Rivera es algo “negativo” y Televisa se desmarcó en una
emisión a nivel nacional.
Un día después del Teletón y del discurso de Derbez, Peña Nieto
lanza su declaración de orgullo para Televisa. ¿Bofetada con guante
blanco? ¿Advertencia? ¿Reclamo de hacer las paces?
La ecuación del telepresidente y del telesistema político que
representan Televisa y Peña Nieto es una y clara: Si se hunde uno, se
hunden los dos. Ese parece ser el recordatorio de las palabras en Boca
del Río, Veracruz.
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