1/28/2015

El casino secreto de las coberturas del Banco de México y la Secretaría de Hacienda


Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

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Plataforma de exploración Bicentenario en el pozo Talipao 1 en el Golfo de México, el 5 de agosto de 2011Foto José Carlo González

Un grave problema del pésimo manejo del petróleo por los ineptos gobiernos del “México neoliberal itamita” es su flagrante desinformación y, peor aún, su opacidad deliberada y antidemocrática, que se magnifica con las coberturas lúdicas: vulgares derivados financieristas del casino de Wall Street.
Dejo de lado los malabarismos pueriles de la grotesca CNH –(http://goo.gl/NXQKTw) feudo de la tiránica partidocracia con excesivos salarios que no corresponden con su conocimiento y, menos, con su estéril desempeño–, que con la mano en la cintura redujo hasta la cuarta parte (¡supersic!) las reservas de petróleo/gas shale (esquisto/lutita: http://goo.gl/MzU0hO), lo cual coloca en la picota la seriedad de sus datos.
Cuatro reporteros del Financial Times (FT) –Gregory Meyer, Jude Webber, Anjli Raval y Neil Hume– abordan la altamente secreta (¡supersic!) tratativa, que es la mayor y única operación comercial en los mercados del crudo, que parece desplegarse a los ojos públicos por primera vez (http://goo.gl/jioQQk).
Suena extraño que FT, aliado de la enajenación de Pemex, haya expuesto desde hace más de cuatro meses los juegos del lúdico casino neoliberal del Banco de México y la Secretaría de Hacienda, a espaldas del disfuncional cuan cómplice Congreso –que parece eludir su co-responsabilidad–, como de la transparencia que exige una ciudadanía en un ambiente democrático.
Existe exagerada desinformación sobre las coberturas tanto de la Secretaría de Hacienda del atribulado gobierno de Peña –vapuleado sin misericordia a escala local, regional y global por la carnicería bárbara de Ayotzinapa (http://goo.gl/NVTvb3)– como del supuestamente autónomo Banco de México.
Resulta que el almacén de información Swap Data Repository (http://goo.gl/0MQ7N9) publicó una de las transacciones secretas del gobierno mexicano bajo el prefijo Maya a 80 dólares el barril.
Para los ejecutivos de la industria petrolera anglosajona, la nueva exigencia de transparencia por los reguladores de Estados Unidos significa una pesadilla cuando no existe más la confidencialidad. Pues tal pesadilla agobiará a los afectados en Estados Unidos, cuando en el “México neoliberal itamita” la opacidad en materia de coberturas es la regla.
El cuarteto investigador del FT, después de exponer lo consabido sobre la producción de Pemex, exhibe que el gobierno compra anualmente (¡supersic!) contratos de opciones (nota: género de los derivados financieristas del casino global) de los bancos de Wall Street como una garantía contra las declinaciones del precio del crudo.
¿Alguien sabe desde hace cuántos años el Banco de México (sic) y la Secretaría de Hacienda especulan erráticamente con el precio del crudo? ¿Por qué solamente gozan de tal patente de corso especulativa los bancos de Wall Street que juegan a su antojo con las cotizaciones del crudo (http://goo.gl/Qij9gc)?
El cuarteto del FT comenta que “dos funcionarios del banco central mexicano escribieron hace tres años un libro sobre la ‘volatilidad del precio de las materias primas’ cuando el objetivo de las coberturas es minimizar su visibilidad” (http://goo.gl/J1F8oR).
En tal libro los funcionarios del Banco de México aparecen como empleados del FMI, lo cual en última instancia no cambia mucho la perspectiva: es prácticamente la matriz y su filial.
Ahora resulta que las coberturas entre los bancos de Wall Street y los gobiernos neoliberales mexicanos no eran reportadas a la amplitud del mercado, pero, de acuerdo con la transacción secreta de septiembre –que aparece en el almacenamiento de datos compilados por Bloomberg–, se pagó un premio de 1.57 dólares el barril”.
El cuarteto cita a un informador anónimo, quien dijo que las coberturas empezaron a la mitad de agosto y concluyeron en la mitad de septiembre y conjetura que los bancos que participaron en las apuestas son Citigroup y JP Morgan Chase.
El presupuesto del año 2015 del gobierno mexicano, avalado por el disfuncional cuan cómplice Congreso, colocó el promedio del crudo a 82 dólares, abajo del precio de 94 dólares para 2014.
Lo más perturbador es que tanto los bancos de Wall Street (léase: Citigroup y JP Morgan Chase) como la polémica Secretaría de Hacienda de México declinaron comentar al FT sus tratativas hieráticas en el casino lúdico de los derivados financieristas. ¿Qué temen?
El cuarteto señala que Agustín Carstens, fundamentalista monetarista de la Universidad de Chicago, advirtió que las reformas financieras de Estados Unidos afectarían las coberturas. ¿Por qué tan antidemocrático?
A ver cómo aplica ahora Videgaray, errático secretario de Hacienda, su hilarante tesis en el MIT, de vulgar enfoque fiscalista (http://goo.gl/3fVDtj).
Existen muchas discrepancias tanto en el tiempo como en la cuantía entre las apuestas lúdicas por 80 dólares el barril, que expone FT, con el presupuesto del gobierno a 86 dólares el barril y, más aún, con la confesión del jefe de la Unidad de Crédito de la Secretaría de Hacienda, quien comenta que el promedio de la apuesta fue por un año –de noviembre de 2014 a noviembre de 2015–, a 76 dólares.
Sin abordar el cataclismo del gas y el desempleo (http://goo.gl/WcDBRV), en mi artículo sobre el desastre de la reforma energética de Peña/Videgaray/Aspe (http://goo.gl/OBQLGb) aduje que la cacareada cobertura no es tal, ya que “de confesión propia del jefe de la Unidad de Crédito Público sólo se cubrieron 228 millones de barriles al año (http://goo.gl/0isYf7): 26.02 por ciento, a 76.4 dólares. Quedan sin cubrir 640 millones de barriles, sin contar el despilfarro de la prima por 10 mil 500 millones de pesos (http://goo.gl/ZfFrRw), con la mayoría de los bancos de Wall Street, entre ellos Citigroup y JP Morgan, as usual, en secreto”.
¿Cuánto ha perdido el “México neoliberal itamita” por las primas de las coberturas, quizá desde hace siete años? ¿Serán 800 millones de dólares por año, que durante siete años hubieran arrojado pérdidas por 5 mil 600 millones de dólares? ¿Chi lo sa?
Luego agregué: “Las tramposas coberturas nunca han sido investigadas por el disfuncional Congreso y algo que no se analiza es que el ‘México neoliberal itamita’, con la compra desquiciada de coberturas a 76 dólares el barril, contribuyó a su desplome, mucho antes que Arabia Saudita: ¿se autogolean por placer masoquista o reciben órdenes de Estados Unidos?”
¿Contribuyeron Peña/Videgaray/Carstens a la deliberada caída del precio del petróleo al haber apostado a su baja (http://goo.gl/whcwJS)?
Mercatus, consultora de energía, señala que Videgaray y sus colegas (sic) son infelices (sic) con la transparencia de sus apuestas cuando típicamente dilapidan cientos de millones de dólares al año por las primas de las opciones.
Desde 2009, Energy Risk se mofa de la habilidad para vislumbrar el futuro de Carstens (entonces secretario de Hacienda), que apostó a su desplome a 50 dólares el barril (http://goo.gl/5wgqSH).
La intromisión cupular desorganizativa y desinformativa de la Secretaria de Hacienda y del Banco de México en el manejo gerencial del petróleo y el gas, con su obsesión financierista, ha desembocado en un verdadero cataclismo, que beneficia más a Wall Street y Estados Unidos que a México.
Facebook: AlfredoJalife

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