Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme
Plataforma de exploración Bicentenario en el pozo Talipao 1 en el Golfo de México, el 5 de agosto de 2011Foto José Carlo González
Un grave problema del pésimo manejo del petróleo por los ineptos gobiernos del “México neoliberal itamita” es su flagrante desinformación y, peor aún, su opacidad deliberada y antidemocrática, que se magnifica con las
coberturaslúdicas: vulgares
derivados financieristasdel casino de Wall Street.
Dejo de lado los malabarismos pueriles de la grotesca CNH –(http://goo.gl/NXQKTw)
feudo de la tiránica partidocracia con excesivos salarios que no
corresponden con su conocimiento y, menos, con su estéril desempeño–,
que con la mano en la cintura redujo hasta la cuarta parte (¡supersic!)
las reservas de petróleo/gas shale (esquisto/lutita: http://goo.gl/MzU0hO), lo cual coloca en la picota la seriedad de sus datos.
Cuatro reporteros del Financial Times (FT) –Gregory Meyer, Jude Webber, Anjli Raval y Neil Hume– abordan la
altamente secreta (¡supersic!) tratativa, que es la mayor y única operación comercial en los mercados del crudo, que parece
desplegarse a los ojos públicos por primera vez(http://goo.gl/jioQQk).
Suena extraño que FT, aliado de la enajenación de Pemex,
haya expuesto desde hace más de cuatro meses los juegos del lúdico
casino neoliberal del Banco de México y la Secretaría de Hacienda, a
espaldas del disfuncional cuan cómplice Congreso –que parece eludir su
co-responsabilidad–, como de la transparencia que exige una ciudadanía
en un ambiente democrático.
Existe exagerada desinformación sobre las
coberturastanto de la Secretaría de Hacienda del atribulado gobierno de Peña –vapuleado sin misericordia a escala local, regional y global por la carnicería bárbara de Ayotzinapa (http://goo.gl/NVTvb3)– como del supuestamente
autónomoBanco de México.
Resulta que el almacén de información Swap Data Repository (http://goo.gl/0MQ7N9) publicó una de las transacciones
secretasdel gobierno mexicano bajo el prefijo
Mayaa 80 dólares el barril.
Para los ejecutivos de la industria petrolera anglosajona, la nueva
exigencia de transparencia por los reguladores de Estados Unidos
significa
una pesadillacuando
no existe más la confidencialidad. Pues tal
pesadillaagobiará a los afectados en Estados Unidos, cuando en el “México neoliberal itamita” la opacidad en materia de
coberturases la regla.
El cuarteto investigador del FT, después de exponer lo consabido sobre la producción de Pemex, exhibe que el
gobierno compra anualmente (¡supersic!) contratos de opciones (nota: género de los derivados financieristas del casino global) de los bancos de Wall Street como una garantía contra las declinaciones del precio del crudo.
¿Alguien sabe desde hace cuántos años el Banco de México (sic) y la
Secretaría de Hacienda especulan erráticamente con el precio del crudo?
¿Por qué solamente gozan de tal patente de corso especulativa los
bancos de Wall Streetque juegan a su antojo con las cotizaciones del crudo (http://goo.gl/Qij9gc)?
El cuarteto del FT comenta que “dos funcionarios del banco
central mexicano escribieron hace tres años un libro sobre la
‘volatilidad del precio de las materias primas’ cuando el objetivo de
las coberturas es minimizar su visibilidad” (http://goo.gl/J1F8oR).
En tal libro los
funcionarios del Banco de Méxicoaparecen como empleados del FMI, lo cual en última instancia no cambia mucho la perspectiva: es prácticamente la matriz y su filial.
Ahora resulta que las
coberturasentre los bancos de Wall Street y los gobiernos neoliberales mexicanos
no eran reportadas a la amplitud del mercado, pero, de acuerdo con la transacción secreta de septiembre –que aparece en el almacenamiento de datos compilados por Bloomberg–, se pagó un
premiode 1.57 dólares el barril”.
El cuarteto cita a un informador anónimo, quien dijo que las coberturas
empezaron a la mitad de agosto y concluyeron en la mitad de septiembrey conjetura que los bancos que participaron en las apuestas son
Citigroup y JP Morgan Chase.
El
presupuesto del año 2015 del gobierno mexicano, avalado por el
disfuncional cuan cómplice Congreso, colocó el promedio del crudo a 82
dólares, abajo del precio de 94 dólares para 2014.
Lo más perturbador es que tanto los
bancos de Wall Street(léase: Citigroup y JP Morgan Chase) como la polémica Secretaría de Hacienda de México
declinaron comentaral FT sus tratativas hieráticas en el casino lúdico de los derivados financieristas. ¿Qué temen?
El cuarteto señala que Agustín Carstens, fundamentalista monetarista
de la Universidad de Chicago, advirtió que las reformas financieras de
Estados Unidos afectarían las
coberturas. ¿Por qué tan antidemocrático?
A ver cómo aplica ahora Videgaray, errático secretario de Hacienda, su hilarante tesis en el MIT, de vulgar enfoque fiscalista (http://goo.gl/3fVDtj).
Existen muchas discrepancias tanto en el tiempo como en la cuantía
entre las apuestas lúdicas por 80 dólares el barril, que expone FT, con
el presupuesto del gobierno a 86 dólares el barril y, más aún, con la
confesión del jefe de la Unidad de Crédito de la Secretaría de
Hacienda, quien comenta que el promedio de la apuesta fue por un año
–de noviembre de 2014 a noviembre de 2015–, a 76 dólares.
Sin abordar el cataclismo del gas y el desempleo (http://goo.gl/WcDBRV), en mi artículo sobre el desastre de la reforma energética de Peña/Videgaray/Aspe (http://goo.gl/OBQLGb) aduje que
la cacareada cobertura no es tal, ya que “de confesión propia del jefe de la Unidad de Crédito Público sólo se cubrieron 228 millones de barriles al año (http://goo.gl/0isYf7): 26.02 por ciento, a 76.4 dólares. Quedan sin cubrir 640 millones de barriles, sin contar el despilfarro de la prima por 10 mil 500 millones de pesos (http://goo.gl/ZfFrRw), con la mayoría de los bancos de Wall Street, entre ellos Citigroup y JP Morgan, as usual, en secreto”.
¿Cuánto ha perdido el “México neoliberal itamita” por las primas de las
coberturas, quizá desde hace siete años? ¿Serán 800 millones de dólares por año, que durante siete años hubieran arrojado pérdidas por 5 mil 600 millones de dólares? ¿Chi lo sa?
Luego agregué: “Las tramposas coberturas nunca han sido investigadas
por el disfuncional Congreso y algo que no se analiza es que el ‘México
neoliberal itamita’, con la compra desquiciada de coberturas
a 76 dólares el barril, contribuyó a su desplome, mucho antes que
Arabia Saudita: ¿se autogolean por placer masoquista o reciben órdenes
de Estados Unidos?”
¿Contribuyeron Peña/Videgaray/Carstens a la deliberada caída del precio del petróleo al haber apostado a su baja (http://goo.gl/whcwJS)?
Mercatus, consultora de energía, señala que
Videgaray y sus colegas (sic) son infelices (sic) con la transparencia de sus apuestascuando
típicamente dilapidan cientos de millones de dólares al año por las primas de las opciones.
Desde 2009, Energy Risk se mofa de la
habilidad para vislumbrar el futurode Carstens (entonces secretario de Hacienda), que apostó a su desplome a 50 dólares el barril (http://goo.gl/5wgqSH).
La intromisión cupular desorganizativa y desinformativa de la
Secretaria de Hacienda y del Banco de México en el manejo gerencial del
petróleo y el gas, con su obsesión financierista, ha desembocado en un
verdadero cataclismo, que beneficia más a Wall Street y Estados Unidos
que a México.
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