No habrá elecciones en Guerrero; nadie le cree a Murillo: paterfamilias
Desde los cuatro puntos cardinales la multitud avanzó hacia el Zócalo de la ciudad de México
Emir Olivares, Patricia Muñoz y Alonso Urrutia
Periódico La Jornada
Martes 27 de enero de 2015, p. 3
En
la amplia jornada de movilizaciones que llevaron a cabo ayer, los
padres y madres de los normalistas de Ayotzinapa sostuvieron que no
aceptarán la hipótesis de que sus hijos están muertos, pues no existen
pruebas científicas contundentes que así lo demuestren. Asimismo,
exigieron a la Procuraduría General de la República (PGR) abrir dos
nuevas líneas de investigación que contemplen la participación del ex
gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero.
En la octava Acción Global por Ayotzinapa y México –realizada a
cuatro meses de la desaparición de los estudiantes–, advirtieron
nuevamente que no permitirán que se lleven a cabo las elecciones de
este año en Guerrero; dijeron estar seguros de que el gobierno tiene
detenidos a sus hijos, y señalaron que ‘‘nadie cree’’ la versión del
procurador Jesús Murillo Karam de que están muertos e incinerados.
La de ayer fue una jornada de 10 horas que se inició con marchas
desde los cuatro puntos cardinales de esta ciudad: Indios Verdes, al
norte; Taxqueña, al sur; la calzada Ignacio Zaragoza, al oriente, y el
Auditorio Nacional al poniente.
‘‘No lo superaremos’’
Todas las movilizaciones fueron encabezadas por núcleos
de los padres de familia y arropadas por miles de integrantes del
magisterio disidente de diversos estados; concluyeron con un mitin por
la noche en el Zócalo en la ciudad de México, donde los familiares de
los normalistas advirtieron: ‘‘No superaremos la ausencia de nuestros
hijos’’.
Agregaron: ‘‘Enrique Peña Nieto pensó que con el paso del tiempo los
padres nos íbamos a cansar y permitir así que este crimen quedara en el
olvido. Pero se equivocó, aquí estamos para recordarle que cuando nos
reunimos con él por primera vez en Los Pinos, le dijimos que si era
incapaz de darnos una respuesta se fuera de la Presidencia’’.
Las calles de la ciudad fueron una vez más tomadas por miles de
manifestantes (60 mil, según los organizadores, y 15 mil, de acuerdo
con las cifras del gobierno capitalino) para mantener la exigencia
principal: presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos de
manera forzada y castigo a los responsables materiales e intelectuales
de la agresión perpetrada contra los jóvenes el pasado 26 de septiembre.
Tras cuatro meses de ‘‘dolor y pesadilla’’, los familiares ampliaron
su estrategia de lucha, caminaron 43 kilómetros entre las diversas
marchas, que fueron haciendo prolongados saltos a lo largo del trayecto
para realizar mítines en algunos de los cruces más concurridos de
Insurgentes Norte, Tlalpan, Calzada Zaragoza y Paseo de la Reforma.
En la movilización criticaron las ‘‘mentiras del régimen’’;
señalaron que el gobierno ‘‘sabe dónde están nuestros hijos’’ y que las
búsquedas que han realizado ‘‘son un teatro’’. Afirmaron que cuentan
con ‘‘pruebas’’ para señalar que en la desaparición de los 43
participaron elementos del 27 batallón de Infantería, que se ubica en
Iguala.
Las
movilizaciones incluyeron una marcha vespertina que se inició a las 4
de la tarde en el Auditorio Nacional y que convergió con las otras en
el Zócalo. A ésta se sumaron miles de estudiantes de diversas
instituciones de educación superior –públicas y privadas– como la UNAM,
la UAM, el IPN y el ITAM, así como integrantes de los sindicatos de
telefonistas, de trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de
México y de electricistas en resistencia.
En el mitin central, los padres y madres manifestaron su dolor e
indignación. El vocero del movimiento, Felipe de la Cruz Sandoval, dijo
que el gobierno ‘‘va a pagar caro cada segundo de sufrimiento de los
padres de los desaparecidos; el pueblo de México se las va a cobrar
segundo a segundo’’. Otro padre, Mario César, señaló que ‘‘el gobierno
le apostó al olvido, pero va a perder; para nosotros, nuestros hijos
son un pedazo de corazón y los llevamos dentro’’.
A Carmelita Cruz se le quebró la voz: ‘‘Quiero decirle a mi hijo,
donde quiera que esté, que no piense que no lo estoy buscando y que ya
estuvo bien que el gobierno nos siga haciendo sufrir con búsquedas
simuladas. Esto sólo demuestra que son ellos los que los tienen’’.
Marco Flores sostuvo a su vez que han sido cuatro meses de
ineficacia del gobierno para encontrar a los normalistas, ‘‘pues no ha
dado una respuesta contundente y su única hipótesis (que fueron
asesinados e incinerados en el basurero de Cocula) no es creíble’’.
Para Omar García, estudiante de la Normal de Ayotzinapa, la
actuación de la clase política es ‘‘cínica, porque continúa negando la
participación de militares en los hechos’’. Al final se leyó un
pronunciamiento de la Asamblea Nacional Popular donde se criticó la
postura de Murillo Karam, pues ‘‘no da certeza jurídica sobre los
hechos y para llegar a una conclusión no bastan sólo las declaraciones
de los detenidos’’.
Como parte de este pronunciamiento se anunció que el próximo 31 de
enero se realizará la Asamblea Nacional Popular en la Normal de
Ayotzinapa, y en el mismo lugar, el 5 de febrero, la Convención
Nacional Popular, donde diversos sectores comenzarán a sentar las bases
para impulsar la transformación del ‘‘corrupto sistema’’ que tiene en
la debacle a este país’’.
Anunciaron finalmente que van a bloquear las elecciones en Guerrero
y no se va a llevar a cabo el proceso, ‘‘aunque el gobernadorcito’’
diga que sí y el secretario de Gobernación lo afirme, sostuvo De la
Cruz.
A diferencia de las últimas movilizaciones, donde se infiltraron
grupos radicales, la jornada de ayer cerró sin ningún enfrentamiento.
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