1/26/2015

Por qué salió Castillo de Michocán?

Política Zoom
Ricardo Raphael

El ex comisionado tiene buena voz. No es Frank Sinatra, pero clarito se ve que conoce bien las notas de la canción “A Mi Manera”.
El jueves pasado un video captó a don Alfredo, en su fiesta de despedida, entonando con gran sentimiento esa tonada que en la coyuntura suena muy peculiar.
Como es la moda por estos días, una vez que esa grabación fue subida a las redes, el ex funcionario se convirtió en la comidilla de los cibernautas, sobre todo de los más ociosos.
Esta interpretación ganó popularidad en la red porque, por coincidencia, los versos de esa pieza musical son armónicos con el perfil del ex comisionado. La presencia de Castillo en Michoacán tardará en ser olvidada, entre otras razones, porque su temperamento bravucón dejó huella en tierra purépecha.
Sus aliados lo califican como un hombre bien plantado y echado para adelante. Sus detractores lo acusan de ser un sujeto arrogante y de prestar atención sólo a quien le dice lo que quiere escuchar.
En cualquier caso, nadie puede negar que la geografía de la violencia michoacana es hoy muy distinta a la que este señor encontró hace doce meses.
Su principal acierto fue combatir a las organizaciones del crimen organizado aliándose con las autodefensas que, a manera de anticuerpo, desarrollaron algunas comunidades de esa entidad.
En revancha, su principal error fue no saber qué hacer con las cabezas de esas mismas autodefensas, una vez que Castillo logró diezmar la red criminal de Los Caballeros Templarios.
El episodio que desnudó la descomposición reciente de su encargo fue la matazón en el municipio de Apatzingán del día 6 de enero donde perdieron la vida ocho civiles quienes, según versiones cada vez más solidas, se encontraban desarmados.
Si bien Alfredo Castillo insistió con necedad que ese evento fue producto de una friega cruzada entre maleantes, con el paso de las semanas han encontrado luz diversos testimonios y pruebas que conducen a confirmar que la autoridad remató fríamente a los heridos para que ninguno sobreviviera.
Cuando una comisión de legisladores federales llamó a cuentas al ex comisionado, éste reaccionó mal y optó por regañar a quienes lo cuestionaban.
El peor error lo cometió cuando atacó, sin derecho de réplica, a la principal aspirante de Acción Nacional para la gubernatura de Michoacán, la senadora Luisa María Calderón.
Sin dilación, los dos líderes parlamentarios más relevantes del PAN —José Isabel Trejo y Luis Preciado— exigieron la renuncia del comisionado.
Los ataques del funcionario fueron interpretados como un acto anticipado de campaña en contra de su abanderada, la hermana del ex presidente Felipe Calderón.
Mientras se desarrolla el proceso electoral de 2015, en esa entidad se requiere a una autoridad federal menos pendenciera. O de lo contrario terminará acusándose al gobierno de Enrique Peña Nieto por haber cargado los dados en contra de la oposición.
Nombrar a un general del Ejército en el cargo que antes ocupaba Castillo en revancha significa mayor neutralidad.
ZOOM: ¿Será que Alfredo Castillo cantará “A Mi Manera” una vez que reciba su próximo encargo público? ¿Se escucharía bien esa tonada cargada de testosterona, por ejemplo, desde la Procuraduría General de la República o en la Secretaría de Gobernación?

@ricardoraphael

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