Tras negar durante años el sistema de esclavitud sexual militar, Japón lo reconoció y se excusó en 1993 cuando salieron a la luz pruebas claras
Redacción
Tokio,
27 ene. 15. AmecoPress/Siete24.- Un grupo de más de 8,700 personas
demandó al diario japonés Asahi por sus artículos sobre las esclavas en
la II Guerra Mundial para exigir una indemnización y una disculpa por
“difundir hechos erróneos a la comunidad internacional”, informó hoy el
periódico local Mainichi.
Según la
acusación, presentada ante el Tribunal de Distrito de Tokio este lunes,
las personas demandantes, entre los que se incluyen investigadores,
periodistas y legisladores, solicitan a Asahi una indemnización de
10,000 yenes (unos 75 euros, 66 euros) por persona, porque consideran
que el periódico “dañó el derecho personal y el honor de los
japoneses”.
Un miembro del diario Asahi dijo que la empresa estudiaría cómo abordar el asunto tras leer en profundidad la denuncia.
La demanda
llega tras la disculpa del diario el pasado mes de agosto por una serie
de reportajes, publicados hace décadas y "aparentemente basados en
testimonios falsos", sobre el reclutamiento de mujeres en la isla
coreana de Jeju para ser usadas como esclavas sexuales del ejército
nipón durante la II Guerra Mundial.
Las personas
demandantes criticaron al periódico diciendo que “Asahi simplemente
pidió disculpas a las y los lectores y no hizo ningún esfuerzo para
restablecer el honor público (de los japonesas) ante la comunidad
internacional”.
El hombre que
lidera la demanda, el profesor emérito de la Universidad Sophia de
Tokio Shoichi Watanabe, dijo en una rueda de prensa que se sentía
“enojado” con Asahi por hacer que la población japonesa se “avergüence”.
Unas 200,000
niñas, adolescentes y jóvenes, fueron reclutadas en Corea y China de
forma forzosa durante la II Guerra Mundial (1939-1945) por el ejército
japonés para proporcionar servicios sexuales a sus soldados bajo el
eufemismo “mujeres de confort”, un episodio histórico que hoy sigue
generando tensiones entre Tokio y ambos países.
Tras negar
durante años el sistema de esclavitud sexual militar, Japón lo
reconoció y se excusó en 1993 cuando salieron a la luz pruebas claras,
aunque todavía existen movimientos que sostienen, como en la demanda,
que “no existen evidencias de que las autoridades japonesas tomaran
‘mujeres de confort’ por la fuerza”.
"Mujeres de confort"
El término
mujeres de confort era un eufemismo usado para describir a mujeres
forzadas a la esclavitud sexual por los militares japoneses durante la
Segunda Guerra Mundial.
Las
estimaciones sobre la cantidad de mujeres involucradas varía, entre un
número mínimo estimado de 20.000 estudiantes japonesas y un máximo de
unas 410.000 de estudiantes chinas, pero el número exacto continua bajo
investigación y debate. Con una mayoría de mujeres de Corea, China,
Japón y las Filipinas, y además mujeres de Tailandia, Vietnam, Malasia,
Taiwán, Indonesia y otros territorios ocupados por las tropas japonesas
fueron usadas en las "estaciones de confort". Las estaciones fueron
localizadas en Japón, China, las Filipinas, Indonesia, luego en
Malasia, Tailandia, Birmania, Nueva Guinea, Hong Kong, Macau, y lo que
fue Indochina francesa.
Mujeres
jóvenes en los países bajo el control del Imperio japonés eran
secuestradas de sus casas. En muchos casos se las engañaba con la
promesa de trabajo en fábricas o restaurantes y, una vez reclutadas,
las mujeres eran encarceladas en "estaciones de confort" en países
extranjeros. Otras mujeres fueron detenidas a punta de pistola, y
algunas, después de ser violadas fueron llevadas a "estaciones de
confort". Ha sido documentado que los mismos militares japoneses
reclutaban mujeres a la fuerza. Algunas "estaciones de confort" fueron
administradas de forma privada, supervisadas, o administradas,
directamente por el Ejército Imperial Japonés.
Algunos
japoneses, como el historiador Ikuhiko Hata, negaron que hubiera habido
reclutamiento organizado y forzado de mujeres de confort por parte del
gobierno japonés o la armada. Otros historiadores japoneses, usando el
testimonio de víctimas y soldados japoneses sobrevivientes,
argumentaron que el Ejército Imperial Japonés y la Armada Imperial
Japonesa estuvieron directa o indirectamente involucrados en
coaccionar, engañar, atraer, y algunas veces, en el rapto de mujeres
jóvenes en los territorios ocupados por Japón.
Foto: Especial.
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