Especialistas y estudiosos de las religiones consideraron que a esta visita papal le faltó ponerle nombres y apellidos a los señalamientos que el mismo Pontífice dejó sobre la mesa
CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- La visita del papa Francisco al país tuvo elementos interesantes, como su cercanía con migrantes, niños enfermos, jóvenes, así como el regaño a obispos y cardenales mexicanos, pero careció de contundencia en temas de pederastia, corrupción y la desaparición de los 43 estudiantes normalistas.
Consultados por La Silla Rota, especialistas y estudiosos de las religiones consideraron que a esta visita papal le faltó ponerle nombres y apellidos a los señalamientos que el mismo Pontífice dejó sobre la mesa.
En lo que sí coincidieron es que hubo excesos de la clase política por el protagonismo de salir en las fotografías con el Papa, lo que calificaron de “ridículo”, “oportunista”, y en algunos casos, hasta violatorio a la Constitución, en materia de laicidad.
Otro de los temas que también destacaron, fue el ‘regaño’ a los obispos y cardenales mexicanos en Catedral Metropolitana, pues evidenció una división al interior de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y del Arzobispado de México.
Para el especialista en religiones, Fred Álvarez, Francisco cumplió con su propia agenda, pero sí le faltó ser más específico en los temas que los mexicanos esperaban escuchar del Pontífice, como es el caso de las víctimas de la pederastia por sacerdotes y la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
“Yo creo que el Papa hizo una gira muy intensa, abordó prácticamente todo los temas que traía en la agenda pública. El tema más candente y del que no habló fue el de los 43 y el asunto de la pederastia (…) muchos querían, incluido yo, que el Papa dijera cosas más directas”, explicó.
En entrevista, consideró que el Papa incluso fue generoso con el gobierno Federal pues su trato con funcionarios públicos fue diplomático, lo que demuestra que existen relaciones óptimas entre los dos Estados.
Fred Álvarez explicó que aunque era una expectativa grande el tema de los 43 estudiantes desaparecidos, la posición del Papa fue entendible pues es un caso que judicialmente está abierto, lo que complicaría más si el Obispo de Roma lo abordaba en alguna de sus actividades o discursos.
Francisco, “un Papa político”
Para la académica de la Universidad Iberoamericana, María Luisa Aspe, el balance de esta visita fue “positivo”, aunque reconoció que las expectativas eran enormes y estaban concentrándose en temas de preocupación social que “se fueron arrinconando hasta el final”.
“Y mi impresión es que el Papa, sin haberlas mencionado por su nombre, deja una sensación de que sí fueron escuchados por el pastor; quedaron pendientes sí, sin duda, pero hay una agenda por delante”, explicó.
Desde su punto de vista, la especialista en doctrina social e historia de la religión dijo que hubo tres momentos importantes en esta visita: el encuentro con indígenas en Chiapas, que era también una expectativa muy grande, donde el Papa reivindica, sin mencionarlo, al obispo Samuel Ruiz, religioso cercano a esta población mexicana.
El otro factor importante, fue el encuentro con religiosos, sacerdotes, monjas y consagrados en Morelia, porque el Papa se encontró con su “infantería”, es decir, con los que van a trabajar en este estilo pastoral muy parecido al que el propio Pontífice ha seguido.
En tercer punto, detalló, fue el mundo del trabajo y con los migrantes en Ciudad Juárez, porque aquí también, sin decirlo por su nombre, habló de las mujeres asesinadas en esa zona fronteriza, de la violencia y de la relación con Estados Unidos. “Fue una visita muy redonda”.
Para esta investigadora, era predecible que había temas en los que el Papa no se iba a meter, es decir no iba a hacer una condena directa al Gobierno Federal, ni se iba a pronunciar sobre el tema de la pederastia porque es algo de lo que ya se ha hablado.
“No es un árbitro, sino un pastor”
El investigador de la Asociación Mexicana de Doctrina Social Cristiana, Gerardo Cruz, dijo que la visita del Papa para creyentes y no creyentes y deja cosas positivas, como “la esperanza de que tengamos una sociedad mejor”.
Explicó que los discursos del Papa fueron congruentes y tuvieron una lógica a raíz de los lugares donde estuvo. Por ejemplo, en Palacio Nacional se comportó como jefe del Estado Vaticano; en Catedral y en Morelia, durante su encuentro con religiosos, fue un pastor.
“En cada uno de los lugares en los que se paró tuvo un discurso congruente y logró llevar las periferias al centro”, detalló.
El investigador dijo que “no es tarea de él (Francisco) venir a resolvernos los problemas a los mexicanos” por lo que consideró que fue una agenda que abarcó grandes problemáticas de la agenda nacional.
“El mensaje final es que nos ha hecho un llamado a todos para reconocer quienes somos y poder actuar mejor, por lo que estoy muy complacido aunque sabemos que no es tarea de él venir a resolvernos los problemas. No es un árbitro, sino un pastor”, puntualizó.
Consultados por La Silla Rota, especialistas y estudiosos de las religiones consideraron que a esta visita papal le faltó ponerle nombres y apellidos a los señalamientos que el mismo Pontífice dejó sobre la mesa.
En lo que sí coincidieron es que hubo excesos de la clase política por el protagonismo de salir en las fotografías con el Papa, lo que calificaron de “ridículo”, “oportunista”, y en algunos casos, hasta violatorio a la Constitución, en materia de laicidad.
Otro de los temas que también destacaron, fue el ‘regaño’ a los obispos y cardenales mexicanos en Catedral Metropolitana, pues evidenció una división al interior de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y del Arzobispado de México.
Para el especialista en religiones, Fred Álvarez, Francisco cumplió con su propia agenda, pero sí le faltó ser más específico en los temas que los mexicanos esperaban escuchar del Pontífice, como es el caso de las víctimas de la pederastia por sacerdotes y la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
“Yo creo que el Papa hizo una gira muy intensa, abordó prácticamente todo los temas que traía en la agenda pública. El tema más candente y del que no habló fue el de los 43 y el asunto de la pederastia (…) muchos querían, incluido yo, que el Papa dijera cosas más directas”, explicó.
En entrevista, consideró que el Papa incluso fue generoso con el gobierno Federal pues su trato con funcionarios públicos fue diplomático, lo que demuestra que existen relaciones óptimas entre los dos Estados.
Fred Álvarez explicó que aunque era una expectativa grande el tema de los 43 estudiantes desaparecidos, la posición del Papa fue entendible pues es un caso que judicialmente está abierto, lo que complicaría más si el Obispo de Roma lo abordaba en alguna de sus actividades o discursos.
Francisco, “un Papa político”
Para la académica de la Universidad Iberoamericana, María Luisa Aspe, el balance de esta visita fue “positivo”, aunque reconoció que las expectativas eran enormes y estaban concentrándose en temas de preocupación social que “se fueron arrinconando hasta el final”.
“Y mi impresión es que el Papa, sin haberlas mencionado por su nombre, deja una sensación de que sí fueron escuchados por el pastor; quedaron pendientes sí, sin duda, pero hay una agenda por delante”, explicó.
Desde su punto de vista, la especialista en doctrina social e historia de la religión dijo que hubo tres momentos importantes en esta visita: el encuentro con indígenas en Chiapas, que era también una expectativa muy grande, donde el Papa reivindica, sin mencionarlo, al obispo Samuel Ruiz, religioso cercano a esta población mexicana.
El otro factor importante, fue el encuentro con religiosos, sacerdotes, monjas y consagrados en Morelia, porque el Papa se encontró con su “infantería”, es decir, con los que van a trabajar en este estilo pastoral muy parecido al que el propio Pontífice ha seguido.
En tercer punto, detalló, fue el mundo del trabajo y con los migrantes en Ciudad Juárez, porque aquí también, sin decirlo por su nombre, habló de las mujeres asesinadas en esa zona fronteriza, de la violencia y de la relación con Estados Unidos. “Fue una visita muy redonda”.
Para esta investigadora, era predecible que había temas en los que el Papa no se iba a meter, es decir no iba a hacer una condena directa al Gobierno Federal, ni se iba a pronunciar sobre el tema de la pederastia porque es algo de lo que ya se ha hablado.
“No es un árbitro, sino un pastor”
El investigador de la Asociación Mexicana de Doctrina Social Cristiana, Gerardo Cruz, dijo que la visita del Papa para creyentes y no creyentes y deja cosas positivas, como “la esperanza de que tengamos una sociedad mejor”.
Explicó que los discursos del Papa fueron congruentes y tuvieron una lógica a raíz de los lugares donde estuvo. Por ejemplo, en Palacio Nacional se comportó como jefe del Estado Vaticano; en Catedral y en Morelia, durante su encuentro con religiosos, fue un pastor.
“En cada uno de los lugares en los que se paró tuvo un discurso congruente y logró llevar las periferias al centro”, detalló.
El investigador dijo que “no es tarea de él (Francisco) venir a resolvernos los problemas a los mexicanos” por lo que consideró que fue una agenda que abarcó grandes problemáticas de la agenda nacional.
“El mensaje final es que nos ha hecho un llamado a todos para reconocer quienes somos y poder actuar mejor, por lo que estoy muy complacido aunque sabemos que no es tarea de él venir a resolvernos los problemas. No es un árbitro, sino un pastor”, puntualizó.
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