“Desde hace varias
décadas se han llevado a cabo muchos casos de abuso sexual contra niñas y
niños mexicanos y de otros países, en diversos lugares de la República y
del mundo”, apunta un informe de 2013.
Foto: Elizabeth Ruiz/ Cuartoscuro
A los sacerdotes Marcial Maciel, Nicolás Aguilar, Gerardo Silvestre y Eduardo Córdova Bautista se les atribuyen más de 200 casos de pederastia, encubiertos por la propia Iglesia.
Los dos primeros fueron señalados en el informe “Pederastia Clerical de Mexicanos en México y en otros países 1944-2013″, el cual fue entregado al Comité de Derechos del Niño de la ONU.
El texto, que se reproduce al final de esta nota, apunta los abusos cometidos por Maciel y acusa complicidad del Vaticano. Además, indica que el padre Aguilar cometió entre 90 y 120 abusos sexuales contra menores en México y Estados Unidos, en los que el informe considera que existió complicidad con el actual cardenal mexicano, Norberto Rivera.
En tanto, a Silvestre se le atribuyen al menos 45 abusos de niños indígenas en Oaxaca.
Aquí los casos que no le contarán al Papa durante su visita a México:
Maciel, protegido
Sobre el fundador de los Legionarios de Cristo, el informe sentencia que “si bien existen pruebas contundentes y documentos probatorios en manos de la Santa Sede y el Vaticano respecto de los abusos sexuales cometidos por el sacerdote en México y otros países desde los años 40′s, las autoridades de la Santa Sede no detuvieron las actividades del sacerdote sino que lo protegieron y encubrieron sistemáticamente e incluso, posteriormente, fue reconocido y promovido públicamente por el Papa Juan Pablo II”.
A Maciel lo coloca como “un auténtico paradigma de protección y encubrimiento institucional por parte de las máximas autoridades de la Santa Sede, incluyendo a los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI”.
Y agrega que “mantuvo relaciones con varias mujeres, teniendo hijos con ellas, e incluso llegar al execrable caso de abusar de sus propios hijos. Hechos que eran del conocimiento de los superiores de su Congregación de los Legionarios de Cristo”.
Caso Aguilar, conocido por Rivera
Sobre el padre Aguilar, el informe refiere que sus abusos comenzaron en Tehuacán, Puebla, “con conocimiento de su obispo, Mons. Norberto Rivera”.
La exposición sobre los abusos de Aguilar incluyen casos de menores que denunciaron los hechos:
La declaración de Felipe Valladares Rivera, una de las victimas de tan solo 14 años en ese entonces, es conmovedora. El menor cuenta que el 27 de noviembre de 1997, el padre Nicolás lo subió a su coche y allí comenzaron los abusos sexuales: ‘‘En el camino, como íbamos en el coche únicamente él y yo, empezó a acariciar mi pierna izquierda, le dije “ora qué, padre”, me arrimé hacia la puerta… él me dijo que le gustaban mucho los niños, después llegamos a la capilla de la colonia Viveros’’.
Según la declaración de Efrén Alva Cortez, una víctima de de 11 años, el 27 de noviembre de 1997, coinciden los hechos con la versión de sus amigos: “Escuché a Felipe que iba al baño y cuando regresó se acostó en medio, así que quedé en la orilla del lado del padre. De repente empezó a acariciar y a tentar en mis brazos, después en mi estómago, luego metió su mano en mi pene adentro de mi trusa y me empezó a acariciar, me agarró la mano, la metió en su trusa, la saqué y de nuevo la volvió a agarrar y a meter en su trusa’’.
El párroco fue sentenciado a un año de prisión por “ataques al pudor”. Sin embargo el cura nunca fue encarcelado, ya que mantuvo su libertad bajo fianza. En el año 2001 la justicia le concedió un amparo para dejar sin efecto dicha condena.
Silvestre
El periodista Julio Hernández, de La Jornada, entrevistó a una familia cuyo hijo fue víctima del padre Gerardo Silvestre en Oaxaca.
Años atrás, Hernández documentó que “cuando menos 45 niños y jóvenes de regiones indígenas oaxaqueñas sufrieron abuso sexual” por parte de dicho sacerdote, “según diversos testimonios que desde junio de 2009 fueron presentados por autoridades municipales y feligreses e incluso de viva voz ante el arzobispo José Luis Chávez Botello por siete curas oaxaqueños (a los que en siguientes diligencias se agregaron tres), que después notificaron del asunto al Vaticano (donde, a pesar de todo, lo declararon inocente)”.
En la entrevista con los padres de una víctima, cuentan cómo los “emborrachaba”.
“Me dijeron que no era la primera vez, ellos ya habían ido a sacar varios muchachos borrachos del curato. Ellos ya habían hablado con el Arzobispo que se lo llevaran del pueblo, pero no hicieron caso”, dijo el papá.
“Yo estaba por perder a mi hijo, se enfermó de la cabeza. Deprimido, se acostaba, ya no quería salir, ya no quería saber de nadie, se tapaba de pies a cabeza, ya no quería salir a la calle, se asustaba con la gente”, narró.
“El azorbispo teniendo el poder de decir castíguénlos, no ha hecho eso. ¿Cómo va a sacar a los curas que nos han apoyado? Los ha sacado de su parroquia, porque han dicho la verdad. Porque están peleando la verdad, están peleando la injusticia”, denunció.
Aquí la entrevista:
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Además, existen otros casos denunciados.
En San Luis Potosí, al padre Eduardo Córdova Bautista se le atribuyen al menos 100 casos de abusos sexuales.
En la delegación Tlalpan, de la Ciudad de México, al sacerdote Jesús Romero Colín se le acusa de pornografía infantil y abuso sexual.
Hasta la mañana de este lunes, el Papa no ha dedicado ni una línea de sus discursos a las víctimas de pederastia.
Informe sobre pederastia (2013):
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